Una versión de este artículo apareció en Mtega.com, el blog personal de Ben Taylor. El texto se reproduce acá con autorización.
El 14 de junio, John Magufuli, presidente de Tanzania, se reunió con John Thornton, presidente de Barrick Gold —la mayor empresa minera de oro del mundo— que llegó de Estados Unidos con ese fin. Las noticias sobre la reunión dominaron los titulares en Tanzania varios días.
El asunto de la reunión eran los «concentrados minerales» producidos por Acacia Mining plc, subsidiaria de Barrick, en sus tres minas de oro en Tanzania. El 5 de marzo de 2017, gran cantidad de contenedores con concentrado fueron confiscados para investigación, y se suspendieron las exportaciones. Los comités designados por el presidente para realizar estas investigaciones acusaron a Acacia Mining de declarar menos cantidad de oro y otros minerales presentes en los concentrado exportados, que dejó a Tanzania sin una enorme cantidad de ingresos —equivalente a tres años del presupuesto nacional.
Acacia y Barrick se alarmaron y refutaron los hallazgos de los commités, e insistieron en que sus exportaciones siempre han sido auditadas y declaradas correctamente, y que se habían hecho todos los pagos de tributos y regalías al Gobierno tanzano. Durante algunas semanas, Acacia estuvo pidiendo un diálogo con el Gobierno tanzano para resolver el asunto (este artículo de Bloomberg oftrece un recuento detallado del asunto).
Después de la reunión entre Magufuli y Thornton, la oficina del presidente dio a conocer un video, grabado en los escalones de la Casa de Estado, donde los dos hombres dieron sus versiones de lo que sucedió durante la reunión. Para ahorrarte el trabajo de ver el video, este es el resumen: el presidente agradece a Thornton por haber ido y por acordar pagar lo que se debe. Thornton dice que su empresa está satisfecha de poder inicar una diálogo para resolver la disputa y que le alegraría pagar la cantidad justa que se adeudaba.
Una declaración adjunta de la Casa de Estado hizo afirmaciones similares, y sostuvo que Barrick acordó pagar lo que el Gobierno dices que se le debe.
Mhe. Rais Magufuli amesema pamoja na kukubali kulipa fedha zinazodaiwa Prof. John L. Thornton amekubali kushirikiana na Tanzania kujenga mtambo wa kuchenjulia dhahabu (smelter) hapa nchini.
El presidente dijo que, además de acordar pagar lo que nos deben, el profesor John L. Thornton está de acuerdo en trabajar con Tanzania para construir una fundición en el país.
De acuerdo con los comentarios de Barrick, la reunión parecía haber concluido en un acuerdo de tener más conversaciones, nada más, nada menos. No se llegó a ningún consenso sobre el monto de dinero —si fuera el caso— que Acacia/Barrick debe al Gobierno de Tanzania, ni ninguna admisión de responsabilidad de parte de la empresa. El comunicado oficial de prensa del Gobierno sobre la reunión apoya esta conclusión, al igual que los comentarios de Thornton después de la reunión y el comunicado de prensa en el sitio web de Acacia y la actualización del mercado que hicieron la mañana del 15 de junio.
Sin embargo, al día siguiente de la reunión, seis periódicos en suajili describieron la reunión como una gran victoria para el presidente y para Tanzania, y fueron más allá de lo que el propio presidente dijio sobre la reunión. Algunos afirmaron que Acacia/Barrick acordaron pagar lo que se les pedía, o que habían admitido responsabilidad por las malas acciones, ninguna de las cuales estaban reflejadas en el acuerdo que se alcanzó.
Otros dos periódicos en suajili tomaron una línea diferente, y se centraron en un asunto mencionado en la segunda parte de los comentarios del presidente Magufuli luego de la reunión, donde condenó los ataques de los medios a los expresidentes Benjamin Mkapa y Jakaya Kikwete, y los acusó de presunta negligencia tributaria en el sector minero.
«Nimesoma ripoti zote mbili hakuna mahali ambapo Mzee Mkapa na Mzee Kikwete wametajwa, vyombo vya habari viache kuwachafua hawa wazee, wamefanya kazi kubwa ya kulitumikia Taifa letu, viwaache wapumzike,» amesema Mhe. Rais Magufuli.
«He leído ambos informes y en ninguna parte se mencionaa que el señor Mkapa o el señor Kikwete estén implicados. Los medios deberían dejar de manchar los nombres de estos hombres que han hecho un gran trabajo de servir a su país, se les debería dejar descansar en su retiro», dijo el presidente Magufuli.
El tabloide semanal Mawio, que ignoró el llamado de Magufuli, fue suspendido por dos años por el Gobierno por vincular a dos expresidentes con el escándalo.
Tres diarios en inglés tuvieron un tono más mesurado, pero es difícil estar de acuerdo con el sentir expresado en los titulares de The Guardian y Daily News: «¿Se ganó la batalla? ¿Acacia «se escondía»? El titular de The Citizen se acercó más a expresar la realidad de lo que ocurrió, como su cobertura en general, sobre todo un editorial equilibrado y sensato, que afirmaba:
Now that the ground has been set for negotiations, our prayer is that both the parties will engage in earnest talks based on good intentions for mutual benefit. […]
[I]t is in the interest of both parties to find a middle ground and secure a win-win situation, for we wouldn’t like to see this standoff degenerate into a fully-blown crisis with devastating consequences.
Ahora con el terreno listo para las negociaciones, nuestra esperanza es que las partes emprendan conversaciones honestas basadas en buenas intenciones para beneficio mutuo. […]
Es de interés de ambas partes encontar un término medio y asegurar una situación que beneficie a todos, porque no nos gustaría ver que este punto muerto pase a ser una crisis total con devastadoras consecuencias.
La situación también fue malinterpretada por varios caricaturistas. Nipashe y Mtanzania estuvieron desencaminados, Mwananchi lograron eludir el punto principal y Daily News usó imágenes agresivas. El caricaturista de The Citizen lo hizo mejor, pero Gado, que no publicó su caricatura en ningún periódico, fue en una dirección completamente diferente a los demás.
Las diferentes interpretaciones del resultado de la reunión de Magufuli y Thornton por parte de los medios tanzanos plantea la pregunta de si estos periodistas y editores sabían que podían estar induciendo a error al público. Si lo sabían ¿por qué lo hacían? ¿Podía tener algo que ver con la ley que permite al Gobierno suspender a Mawio tan fácilmente? ¿Podían estar preocupados de que lo que pasó con Mawio le pasara también a otros?