Oposición turca buscaba tener impulso mientras marcha de justicia llegaba a Estambul

Líder del CHP, Kemal Kılıçdaroğlu, en la Marcha de Justicia – Imagen de Ziya Köseoğlu. Usada con autorización.

“Si vamos a tener una verdadera democracia, debemos empezar con justicia”, dijo Selin Sayek-Böke, parlamentario del partido Popular Republicano Turco (CHP).

Sayek-Böke hablaba con un entrevistador de la BBC mientras participaba en la Marcha de Justicia de 432 kilómetros desde Ankara a Estambul convocada por el líder de su partido, Kemal Kılıçdaroğlum, en respuesta al encarcelamiento de un parlamentario de su partido, Enis Berberoğlu. Berberoğlu fue sentenciado a 25 años de cárcel por filtrar filmaciones de la Organización Nacional de Inteligencia, la agencia de seguridad turca, de envío de camiones llenos de armas por la frontera a Siria. La marcha, según Kılıçdaroğlu, que atrajo a cerca de 40,000 manifestantes, debía terminar el domingo 9 de julio en la prisión de Estambul donde está el legislador.

Hablé sobre nuestra Marcha de Justicia a BBC. Fue literalmente una entrevista desgarradora.

El gobierno de Erdogan es particularmente sensible a la acusación de que el Gobierno de Turquía brindó apoyo material a grupos terroristas en Siria. Es una de las principales razones por las que el régimen decidió bloquear Wikipedia completamente en mayo, después de que dos artículos aparecidos en el sitio mencionaron las filtracioens de Berberoğlu mientras era editor del periódico Hurriyet en 2014.

Aparentemente, el partido gobernante Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente Erdogan está en una posición irrebatible, luego de haber ganado todas las elecciones desde su llegada al poder en 2002, incluido el referéndum constitucional en abril de 2017 para cambiar la política de Turquía a un sistema presidencial que le permitirá a Erdogan seguir en el cargo hasta 2029.

Aun así, la Marcha de Justicia de CHP y su obvio simbolismo han agitado a figuras claves del partido de Erdogan. El primer ministro Binali Yildirim dijo: “está empezando a tener un sabor amargo. Es hora de ponerle fin”, mientras el propio Erdogan acusó a los manifestantes de ser aliados de la milicia kurda del PKK y el movimiento religioso de Fethullah Gülen —grupo al que AKP acusa de instigar el intento de golpe del 15 de julio de 2016. Con anterioridad, Erdogan ha asociado frecuentemente a sus opositores con terrorismo.

Esta Marcha de Justicia está empezando a tener un sabor amargo. Es hora de ponerle fin.

Tal vez una objeción clave sea la apropiación de la palabra justicia—»Adalet», elemento central del nombre del partido de Erdogan— para indicar que la percibida injusticia viene ahora del propio movimiento conservadora religioso de Erdogan. AKP fue fundado como partido islámico moderado que busca mayor libertad de religión para la gran cantidad de musulmanes conservadores que ya eran discriminados en áreas de vida pública como tribunales y universidades. Pero ahora que estas restricciones ya no existen, este aspecto de la plataforma conservadora ha perdido su significado. El propio partido se ha vuelto menos moderado, pues busca expandir la influencia del Islam político a la educación, los tribunales y el Ejército.

La Marcha de Justicia se acerca a Estambul – Imagen de Ziya Köseoğlu. Usada con autorización.

Otro aspecto simbólico de la marcha es la comparación de su líder Kılıçdaroğlu con Gandhi. A menudo se compara a Kılıçdaroğlu con Gandhi, y su Marcha de la Sal de 1930 contra impuestos injustos de los británicos que al final llevaron al a independencia de India del colonialismo británico. Para muchos, la Marcha de Justicia representa un cambio nuevo y emocionante en las tácticas del CHP, que ya antes ha sido ciudadoso sobre abiertas muestras de acción directa para desafiar al Gobierno.

Entre los miles de la Marcha de Justicia de la oposición turca está este hombre con discapacidad visual. ¡Ya caminó 400 kilómetros!

Pero la situación política en Turquía ha empeorado, pocos grupso además de CHP están en posicion de resistirse. En los últimos meses, parlamentarios del partido prokurdo HDP han terminado en prisión, junto con maestros en huelga de hambre, periodistas y cientos más acusados de participar en organizaciones prohibidas, a veces por delitos tan menores como abrir una cuenta en un banco afiliado al movimiento Cemaat de Gülen. Incluso, miembros de Amninstía Internacional Turqía fueron arrestados en medio de una sesión de capacitación de derechos humanos que llevaban a cabo. Esto resulta especialmente irónico, pues Erdogan fue adoptado por Amnistía Internacional como prisionero de conciencia en 1998, cuando el Gobierno turco lo arrestó brevemente y lo acusó de avivar violencia religiosa por leer un poema en una manifestación.

En 1998, Amnistía Internacional adoptó a Erdogan como prisionero de conciencia e hizo campaña por su liberación. Ahora, él encarcela a su directora y presidente.

La inacción anterior de CHP llevó a criticar Kılıçdaroğlu y decir que es débil, acusación que parece menos creíble cuando más critica AKP la Marcha de Justicia.

Varias personas sufrieron ataques al corazón mientras participaban en la travesía de 432 kilómetros de Ankara a Estambul, y los seguidores de AKP trataron de interrumpir la protesta, y hasta llegaron a verter un camión con abono frente a la marcha.

Hüseyin Yıldı, parlamentario de CHP, tuvo ataque al corazón en Marcha de Justicia.

Aun así, la cantidad de participantes llegó a las decenas de miles, la marcha logró un importante impulso. Entre los manifestantes está un hombre que parece con un doble más bajo de Kılıçdaroğlu, a quien un usuario de Twitter se refirió en broma como su ‘energía de reemplazo’.

Kılıçdaroğlu va con su energía de reemplazo al lado.

A la marcha también se unieron miembros del partido prokurdo HDP, con quienes el CHP ha tenido históricamente una relación menos que amistosa. En mayo de 2016, representantes de CHP votaron con el Gobierno para apoyar un proyecto de ley que permitiría despojar a los parlamentarios de su inmunidad y procesarlos. Como resultado, 13 parlamentarios de HDP e innumerables funcionarios han terminado en prisión.

CHP es un partido nacionalista que no habla abiertamente en contra de encarcelar a políticos kurdos; pero ahora que los procesos han llegado a sus propios parlamentarios, el partido ha encontrado que muchos otros grupos quieren ser igualmente críticos. El desafío ahora es mantener unificada a la oposición.

En el día 19 de la Marcha de Justicia de Turquía, el segundo principal partido opositor HDP, se unió a la marcha y pidió justicia para todos.

La marcha llegó a Estambul el sábado 7 de julio, y culminó con una manifestación de protesta el fin de semana. Por ahora, no parece haber propuestas específicas de CHP sobre los siguientes pasos. Selin Sayek-Böke, parlamentario de CHP, declaró: “Debemos lograr lo que no pudimos luego de Gezi y el 16 de abril [fecha del referéndum constitucional]. Debemos mostrar la determinación que llevaría la energía de la oposición social a la política».

En una entrevista con CNN en turco, Kılıçdaroğlu dijo que el resultado de la marcha es que el pueblo ha superado el temor de hablar en contra del Gobierno. Lo que no se sabe es cómo responde el gobierno de AKP a las voces en su contra. Pero si CHP puede incitar la rabia de muchos grupos que se sienten marginados y con temor de la situación, podría llevar a un mayor éxito para el partido en las elecciones parlamentarias y presidenciales que están programadas para 2019.

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