En aniversario de bombardeo de Nagasaki, critican a Gobierno japonés por negarse a firmar prohibición a armas nucleares

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Leyenda: «En el aniversario del bombardeo de Nagasaki, llamados a Japón para firmar el tratado de prohibición de armas nucleares —a 72 años del bombardeo». Subtítulo: «Llamamos a los países que poseen armas nucleares y los países bajo el paraguas nuclear (a que firmen el tratado de prohibición de armas nucleares)». Alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue. Captura de pantalla del canal de YouTube de ANN.

A comienzos de agosto, el Gobierno japonés recibió críticas en la ceremonia anual de conmemoración del 9 de agosto de 1945 del bombardeo atómico de Nagasaki, mientras el primer ministro Shinzo Abe fue luego reprendido por un sobreviviente del ataque. A 72 años de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, y cuando Estados Unidos y Corea del Norte se amenazan entre sí con ataques nucleares, la mayor queja en Nagasaki en esos días era que el Gobierno japonés se había negado a respaldar el nuevo tratado sobre prohibición de armas nucleares.

El 9 de agosto de 1945, un bombardero estadounidense B-29 lanzó una bomba atómica en Nagasaki, al norte del centro de la ciudad. Al menos 75,000 personas murieron en la explosión, y muchas más quedaron heridas.

En este día hace 72 años, a las 11:02 a.m. del 9 de agosto de 1945, se lanzó uan bomba atómica en Nagasaki. De una población de 240,000 personas, 74,000 murieron y aproximadamente 36% de las estructuras quedaron incineradas o parcialmente destruidas. El video es de una filmación a color de 16mm.

Para conmemorar los bombardeos, todos los años el 9 de agosto, miles de personas, incluidos dignitarios extranjeros, políticos japoneses como el primer ministro y hibakusha –la decrecientes cantidad de sobrevivientes del bombardeo atómico– se reúnen en el gran “parque de la paz” en Nagasaki, ubicado en un colina frente al epicentro del bombardeo en el suburbio de Urakami.

La ceremonia se transmite en vivo por televisión. Se les pide a los sobrevivientes, o hibakusha, que hablen, y los políticos, incluido el primer ministro de Japón, depositan coronas fúnebres y hacen sus comentarios sobre el bombardeo. El alcalde también dirige la ceremonia, y da un discurso, con la Declaración Anual de Paz de Nagasaki.

Este año, con la asistencia del primer ministro Shinzo Abe, el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, usó la Declaración de Paz de Nagasaki 2017 para criticar directamente al Gobierno japonés por darle la espalda al principio de desarme nuclear:

Despite the fact that the Japanese government has clearly stated that it will exercise leadership in aiming for a world free of nuclear weapons, and play a role as a bridge between the nuclear-armed states and the non-nuclear-armed states, its stance of not even participating in the diplomatic negotiations for the Nuclear Prohibition Treaty is quite incomprehensible to those of us living in the cities that suffered atomic bombings.

A pesar del hecho de que el Gobierno japonés ha afirmado claramente que ejercerá liderazgo con el objetivo de un mundo libre de armas nucleares, y actuará de puente entre los estados con armas nucleares y estados sin armas nucleares, su postura de ni siquiera participar en las negociaciones diplomáticas al Tratado de Prohibición Nuclear es bastante incomprensible para quienes vivimos en ciudades que sufrieron bombardeos  atómicos.

Mientras la versión en inglés de la Declaraciíon de Paz 2017 se puede leer aquí, la declaración de Taue se basa en la negativa de Japón de reconocer el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares. de Naciones Unidas. El tratado de suscribió en julio de 2017, y ha sido descrito como el primer tratado legalmente vinculante para abolir armas nucleares. El tratado fue respaldado por 122 países miembros de Naciones Unidas que manejan armas nucleares, y muchos países que están bajo su protección o albergan armas, como Japón, boicotearon las negociaciones.

Treaty on the Prohibition of Nuclear Weapons.

Voto en el documento final del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, 7 de julio de 2017. Azul = Sí, Rojo = No, Negro = Abstención, Gris = No votó. Imagen en Wikipedia del usuario NordNordWest. Licencia: CC BY-SA 3.0 de.

La mayor crítica contra el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares es que no es realista. En un artículo para el Boletín de Científicos Atómicos, Masako Toki, investigadora del Programa de Educación de No Proliferación en el Centro James Martin para Estudios de No Proliferación anota:

Opponents of the Nuclear Ban Treaty—including nuclear-armed states and allies under their extended nuclear deterrence—not only boycotted the negotiations (with the exception of the Netherlands) but also criticized the treaty for deepening the division between nuclear weapons states and non-nuclear weapons states. These nuclear-armed states—especially the United States, the United Kingdom, and France—indicated no willingness to join the treaty. In fact, in their joint statement they reiterated their position that they do not “intend to sign, ratify or ever become party to it.” They asserted that the Ban Treaty “clearly disregards the realities of the international security environment.”

Los opositores al Tratado de Prohibición Nuclear  —incluidos estado con armas nucleares y aliados bajo su disuasión nuclear extendida— no solamente boicotearon las negociaciones (con la excepción de los Países Bajos), sino que también criticaron el tratado para profundizar la división entre estados con armas nucleares y estados sin armas nucleares. Estos estados con armas nucleares —sobre todo Estados Unidos, Reino Unido y Francia— manifestaron no tener voluntad de unirse al tratado. Es más, en su declaración conjunta reiteraron su posición de que no “tienen intención de firmar, ratificar o ser parte del tratado”. Afirmaron que el tratado de prohibición “claramente deja de lado las realidades del ambiente de seguridad internacional”.

Aunque el alcalde de Nagasaki, Tomohisa Taue, expresó su incomprensión de que Japón, el único país que ha sufrido ataques nucleares, ignorara un acuerdo internacional que trabajaría formalmente abolir esas armas, Japón ha pedido un tratado de no proliferación nuclear más fuerte para enfrentar lo que el país considera una creciente amenaza norcoreana.

Además del alcalde de la ciudad, algunos asistentes a la ceremonia del 9 de agosto en Nagasaki también se sintieron confundidos y hasta molestos por la negativa del gobierno de Abe de firmar la prohibición de armas nucleares de 2017. En un intercambio que se volvió viral en medios sociales, un sobreviviente hibakusha de los bombardeos reprendió al primer ministro Abe en un encuentro cara a cara, donde le dijo: «A ver, ¿del país de quién eres líder?»:

«A ver, ¿del país de quién eres líder?” — representante de los sobrevivientes arremetió contra Shinzo Abe.

«Finalmente, ¡nuestras oraciones rinden fruto! ¡Se aprobó la prohibición de armas nucleares!»

Aunque somos el único país en haber sufrido un ataque con armas nucleares, escuchamos a Abe en Hiroshima ayer y hoy en Nagasaki, cuando abrió la boca y fue muy hábil con las palabras:

«Ya que como país no tenemos armas nucleares, como país no ratificaremos el tratado de prohibición de armas nucleares».

Eso basta que enfurecer a cualquiera.

Otros observaron que en sus comentarios, el primer ministro Abe no entendió realmente el significado de la ceremonia anual en Nagasaki:

El aniversario del bombardeo de Nagasaki. En la ceremonia conmemorativa, el alcalde de Nagasaki, en discurso ante el primer ministro Abe, (criticó) fuertemente al Gobierno japonés por su negativa a ratificar el tratado de prohibición de armas nucleares. El primer ministro Abe ignoró el tratado.

A pesar de eso, en su discurso de conmemoración en Nagasaki, el primer ministro Abe declaró «prometemos crear una paz duradera sin armas nucleares».

En televisión se podía ver a las familias (de los hibakusha) juntas e inclinando la cabeza con perplejidad.

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