Nuevo documental muestra el lado humano de los trabajadores sexuales hombres en Japón

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Entreteniendo a clientes potenciales en un bar urisen. Imagen cortesía de Boys for Sale.

El nuevo documental Boys For Sale [Muchachos en venta] explora el trabajo sexual masculino, o «urisen» (ウリ専) en japonés, en el mayor centro de Tokio para la cultura gay y la vida nocturna, el barrio de Shinjuku's «2-chome».

La película incluye entrevistas distendidas con muchachos que trabajan en bares y burdeles y a quienes se les paga por tener relaciones sexuales con otros hombres. También trata temas como la sexualidad y el consentimiento sexual en la cultura japonesa. En ocasiones, el documental emplea la animación para proteger la identidad de algunos entrevistados e ilustrar lo que ocurre durante un encuentro sexual con un cliente.

Varios entrevistados ofrecen explicaciones ligeramente diferentes acerca de lo que es el urisen: «Pasar un rato con un chico»; «Ofrecemos oportunidades para que la gente conozca a más gente. Y si a un cliente le gusta alguno de nosotros, tal vez acabe en algo más»; y «Urisen es vender y comprar… Vendemos nuestros cuerpos y los hombres nos compran».

Muchos entrevistados en el documental dicen que recurrieron a este trabajo porque necesitaban dinero para solucionar deudas familiares, o porque acabaron en Tokio en busca de un trabajo, pero no encontraron nada más. Otro dijo que se había trasladado a Tokio tras el tsunami de 2011, que había destruido su hogar en la prefectura de Iwate. En términos generales, la prostitución masculina está permitida en Japón, ya que según la ley, el sexo viene definido exclusivamente como coito vaginal, por lo que otros actos sexuales pagados no son ilegales.

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Página web que muestra una selección de trabajadores sexuales en un bar de Japón. Imagen cortesía de Boys for Sale.

Según el documental, como parte de su trabajo, los jóvenes suelen trabajar en un bar, donde conocen a clientes potenciales. Pueden «ganar 5 dólares en 30 minutos» por sentarse al lado de un cliente en un bar, y más si lo convencen para tener relaciones sexuales en sesiones de una hora en pequeñas habitaciones privadas contiguas al bar. Los hombres empiezan a las 16:00 y trabajan entre ocho y diez horas por noche, y dicen ganar de 150.000¥ a 850.000¥ (entre unos 1.200 y 6.650 euros) al mes, si bien hasta un 50 % de esos ingresos van directos al bar que les da trabajo.

La mayoría de los jóvenes entrevistados en Boys for Sale tienen menos de 26 años, y muchos, pese a que les paga por tener relaciones sexuales con otros hombres, no se identifican como gays. Algunos dicen que, como prefieren a las mujeres, no disfrutan de hecho de tener sexo con hombres e intentan desconectarse durante las relaciones. Otros dicen que descubrieron que tener sexo con hombres no es tan duro como lo imaginaban al principio.

Muchos no reciben ningún entrenamiento por parte de los jefes para protegerse ante enfermedades de transmisión sexual («Este es uno de los pocos países desarrollados en los que aumenta el VIH», señala un entrevistado) y, por respeto al deseo del cliente, pocas veces se usa preservativo. Incluso, el gestor de un bar señala que enseñan a los trabajadores sexuales que «ducharse juntos (con el cliente) previene las ETS».

Los entrevistados cuentan otras historias preocupantes en el documental.

«Los clientes son poderosos», dice uno. «Acabo cediendo… Así que no importa lo que el cliente me obligue a hacer. Realmente no puedo negarme».

Otro entrevistado dice que le han vendado los ojos y violado en grupo. Después siguió trabajando para el mismo bar.

Boys for Sale fue producido por un grupo internacional de directores procedentes de Estados Unidos, Reino Unido y Japón. Tal como Ian Thomas Ash, productor ejecutivo, dijo al Tokyo Weekender, trabajar la confianza con los entrevistados fue clave. Los directores invirtieron todo un año para ir a bares urisen en Shinkuku, y conocer a la comunidad. «La gente tuvo que venir a conocernos y entender que no se trataba de periodistas que informan sobre algo que no conocen», dijo.

Como resultado, el documental ofrece una visión humana y empática de las vidas de los hombres que trabajan en el comercio de los urisen de Tokio.

El documental se estrenó en un festival de cine en Alemania en mayo de 2017 y se exhibirá en una serie de festivales en todo el mundo, incluido el Festival de Cine Lésbico y Gay de Durban de 2017 el 26 de agosto y el 1 de septiembre de 2017. Aquí se puede ver el programa de la película para 2017 y se espera que se anuncie dentro de poco el estreno en Japón.

A continuación se puede ver un avance de Boys for Sale:

Boys for Sale dio a Global Voices una copia por adelantado del documental para este artículo.

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