
Oficiales estadounidenses comen uvas en Afganistán. Imagen del Pentágono. Creative commons.
Tras meses de reflexión, el presidente Donald Trump anunció formalmente su estrategia para Afganistán en un discurso de una hora de duración el 21 de agosto. Para los ciudadanos de un país que ha visto llegar la violencia militante a nuevas alturas por el retiro gradual de tropas estadounidenses hay algunos puntos importantes.
Primero, a diferencia del enfoque del gobierno de Obama que se basaba en fechas límite, la nueva estrategia militar se ‘basa en condiciones’, lo que permite a los comandantes militares estadounidenses en Afganistán mayor libertad para tomar decisiones según las condiciones en el terreno. En ese sentido, muchos han interpretado la estrategia revelada por Trump como un ejercicio de lavarse las manos pues los atribulados generales del presidente asumirán la culpa si algo sale mal.
Como lo mencionó el secretario de Estado, Rex Tillerson en una conferencia de prensa el 22 de agosto, esto viene acompañado de diplomacia ‘basada en esas condiciones’ que ponga presión al Gobierno afgano para que refuerce la lucha contra la corrupción y mala gobernabilidad, y para que Pakistán deje de albergar a grupos terroristas.
Las reglas del juego según la estrategia no son diferentes de la estrategia de Obama para las tropas estadounidenses en Afganistán luego de 2014, como capacitación, asesoría y asistencia a las fuerzas afganas, lo que minimiza el riesgo de las pérdidas estadounidenses que pueden terminar siendo políticamente tóxicas en el país.
Tal vez más notablemente, la participación estadounidense se verá impulsada por “realismo basado en principios” dedicada a luchar contra el «terrorismo» en vez de «construir una nación» y democratización, dijo Trump.
Esto va de acuerdo con una Casa Blanca que da prioridad a las virtudes económicas sobre las políticas. Por ejemplo en su primera llamada telefónica después de que Trump asumió el cargo, el presidente Ashraf Ghani se adaptó al cambio de tono y trató de despertar el interés del magnate inmobiliario en Afganistán poniendo por la nubes su amplia riqueza mineral.
Estrategia de Trump: ¿Quién dijo qué?
Como se esperaba, los funcionarios de Afganistán dieron la bienvenida a la estrategia de Trump, y las críticas de Washington al vecino Pakistán mostraron ser causa de celebración.
Ghani dijo en una conferencia de prensa el 23 de agosto que la estrategia garantiza los intereses de «Afganistán y Estados Unidos». El director ejecutivo de Afganistán, Abdullah Abdullah, elogió la estrategia el día anterior como una renovación del compromiso de Estados Unidos con Afganistán y el pueblo afgano.
La estrategia también fue bien recibida por exfuncionarios.
Rahmatullah Nabil, que ejerció como jefe de inteligencia en el gobierno del expresidente Hamid Karzai, elogió la estrategia en un tuit:
1/2 )We support the new US strategy that committs to support the AFG people, continue to support ANSDF and speaking loud and clear about…
— Rahmatullah Nabil (@RahmatullahN) August 22, 2017
Apoyamos la nueva estrategia estadounidense que se compromete a apoyar al pueblo afgano, seguir apoyando a las fuerzas nacionales y de ser claros al respecto.
Su predecesor Amrullah Saleh agradeció al Gobierno estadounidense por su claridad:
Dear US govt @realDonaldTrump thanks for calling a spade a spade. Pak active supprt 4 terror must end. A Super Power must be Super Clear.
— Amrullah Saleh (@AmrullahSaleh2) August 22, 2017
Querido Gobierno estadounidense y Donald Trump, gracias por hablar claro. El activo apoyo de Pakistán al terrorismo debe acabar. Una superpotencia debe ser súper clara.
El periodista afgano Parwiz Kawa también expresó ese sentir:
Finally, President Trump made it clear and said what Afghans were saying in last 15 years: Pakistan hosts terrorists.
— Parwiz Kawa (@parwizkawa) August 22, 2017
Finalmente, el presidente Trump fue claro y dijo lo que los afganos han dicho los últimos 15 años: Pakistán aloja terroristas.
Por su parte, en Facebook el usuario Mustafa Ali Jamal se entusiasmó:
This is the VERY reason I liked #TRUMP during the election and ever since. He has announced a very clear, realistic, and much-demanded strategy for Afghanistan. Looking forward to the #actions to happen!
Esta es EXACTAMENTE la razón por la que me gustó Trump durante las elecciones y después. Anunció una estrategia muy clara, realista y muy necesaria para Afganistán. ¡Estoy esperando que ocurran las acciones!
Internacionalmente, la reacción ha sido mucho más contrariada. El primer minstro pakistaní, Shahid Khaqan Abbasi, advirtió que Pakistán no dejaría sin respuesta las afirmaciones de Trump, y Rusia, China e Irán se alinearon en contra.
Además, a pesar de la aprobación de sus anteriores jefes de inteligencia, el exlíder Karzai también se opuso a la nueva estrategia como “contra la paz y el interés nacional de Afganistán”. Un portavoz del Talibán dijo que Trump solamente estaba «desperdiciando vidas de soldados estadounidenses».
Hay dudas sobre si está nueva estrategia bastará para controlar a Pakistán, que apoya el Talibán y otros grupos militantes en su intento de recuperar la influencia india en el país en Afganistán, cuya frontera con Pakistán tiene más de 24,000 kilómetros de largo y es muy vulnerable.
Ali Amiri, catedrático de una universidad privada de Kabul escribió en Facebook:
A good strategy for Afghanistan is one that that arouses Pakistan's anger. . . .
Una buena estrategia para Afganistán es una que provoca la rabia de Pakistán.
Por su parte, Waheed Omar, embajador de Afganistán en Italia, habló contra las sacudidas entre potencias internacionales por el país.
US strategy. Some countries feel left out and pushed. This innocent child in a Kabul mosque takes the brunt of their frustration. Shameful! pic.twitter.com/e5nd7GSy7E
— Waheed Omer (@Waheed_Omer) August 25, 2017
Estrategia de Estados Unidos. Algunos países sienten dejados de lado. Este niño inocente en una mezquita de Kabul se lleva la peor parte de la frustración. ¡Vergonzoso!
La decisión de Trump de catalogar a Pakistán como país que albrega terrorismo ciertamente tiene algunos riesgos. Lo mismo pasa con la aparente dependencia de la estrategia en India para reemplazar gradualmente a Washington como el mayor patrocinador económico de Afganistán, un rol que aparentemente Nueva Delhi no está preparada para ejercer por el momento.
Pero para Trump, por supuesto, ninguno de estos problemas son realmente su problema.