Guatemala ha vivido días de intensos enfrentamientos políticos luego del intento del presidente Jimmy Morales de expulsar a Iván Velázquez, actual jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que cuenta con el respaldo de Naciones Unidas, y lo declaró «persona no grata».
Ahora, la Corte Constitucional de Guatemala ha intervenido, dejó en suspenso la decisión del presidente y declaró que actuó «ilegalmente».
Muchos guatemaltecos vieron la decisión de la corte como un paso adelante en la lucha contra la corrupción, y una razón para celebrar en línea:
Cohetes, aplausos y discursos de celebración por resolución de la Corte de Constitucionalidad que confirma que @Ivan_Velasquez_ se queda. pic.twitter.com/BE2gbzUK2u
— nómada (@nomadagt) August 29, 2017
#IvánSeQueda pic.twitter.com/3m076bF3oG
— Ferdy (@Ferr_Mont) 29 de agosto de 2017
El destino del comisionado es incierto, pero el apoyo y confianza popular que ha recibido en Guatemala e internacionalmente son claves para el éxito de la misión de la CICIG: investigar independientemente las actividades de grupos de seguridad ilegales, estructuras de seguridad clandestinas y mafias que socavan el imperio de la ley.
¿Quiénes apoyan al presidente?
El presidente Morales está actualmente bajo investigación por recibir financimiento ilícito. Tiene el respaldo de un considerable número de parlamentarios –muchos de los cuales también están bajo investigación– y de autoridades municipales. También ha recibido apoyo de expresidentes y el sector más conservador de guatemaltecos, formado por iglesias neopentecostales, la asociación de veteranos del Ejército y académicos libertarios. Como lo expresó Raúl Bolaños en el sitio de periodismo Plaza Pública:
Sus apoyos se encuentran en un discurso nacionalista, en la amenaza del uso de la fuerza y en la ambigüedad de las élites y de las instituciones religiosas, que no quieren un escenario de incertidumbre. El presidente refinó la confrontación en esta lucha, se apoyó en el conservadurismo religioso y aderezó este con un nacionalismo exacerbado
El nivel de discurso agresivo está aumentando, con autoridades que dan a entender medios violentos que usaron antes durante los 36 años de guerra civil, como escribió el periodista Allan Nairn:
Álvaro Arzú, oligarch &former president who has his own intel force,hints at a return to war if Guatemala's anticorruption chief isnt ousted https://t.co/hi3HJxonL4
— Allan Nairn (@AllanNairn14) August 29, 2017
Álvaro Arzú, oligarca y expresidente que tiene sus propias fuerzas de inteligencia, da a entender un regreso a la guerra si no se destituye al jefe anticorrupción de Guatemala.
Los que piden que el presidente renuncie han descrito la alianza de Arzú con Morales como un «pacto de [políticos] corruptos», descripción que rápidamente se convirtió en tendencia en Twitter e inundó las redes de Guatemala con la etiqueta #PactoDeCorruptos.
Que levante la mano quien esta a favor del financiamiento ilícito #PactoDeCorruptos pic.twitter.com/UFiRY0yJsB
— Edgar (@Edfucho) August 29, 2017
Cuando tu respaldo es un expresidente en prisión, Otto Pérez Molina, y uno prófugo por golpe de Estado, Serrano Elías. #CrisisDeEstadoGTpic.twitter.com/MU5P5KMVSf
— Bill Barreto (@bbarreto_v) August 29, 2017
En los días siguientes, se iniciará el proceso para recibir la autorización de la Corte Suprema para retirar la inmunidad del presidente. Mientras las autoridades municipales lo respaldan, un creciente número de guatemaltecos están regresando a las plazas públicas en diferentes ciudades para pedirle su renuncia.