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Un año después: La infeliz exfamilia gobernante de Uzbekistán

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Uzbekistán, Censura, Historia, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Protesta

Islam Karimov. Imagen del Gobierno ruso. Creative commons.

Para cuando se informó que sufrió un derrame del que no se pudo recuperar, su hija mayor estaba bajo arresto domiciliario y su sobrino no amado languidecía en una prisión psiquiática. En el Uzbekistán de Islam Karimov, las familias decían con frecuencia [1] a la encuestadora afín al Gobierno lo felices que eran, aunque el autoritarismo florecía y la corrupción aumentaba.

Sin embargo, su propia familia nunca pudo seguir el ritmo de las apariencias.

Desde el entierro del presidente Karimov en septiembre del año pasado, la vida mejoró para su sobrino Jamshid, que fue liberado tras una década de confinamiento psiquiátrico, y empeoró para su hija Gulnara, a quien pusieron tras las rejas.

Jamshid, periodista independiente de profesión, recientemente dio una entrevista al medio Centre1.com, [2] especializado en Asia Central, donde dijo algo que no se podía decir en público durante la era de Karimov: que probablemente Islam Karimov ni siquiera era Karimov:

Бабушка наша… скорее всего… с каким-то… неизвестного происхождения.

Nuestra abuela… probablemente… con alguien… nadie sabe realmente quién era.

Infeliz inicio y final

Se sabe relativamente poco de la niñez de Islam Karimov, pero casi con certeza incluyó [3] un orfantato estatal en algún momento. En su entrevista, Jamshid agregó peso a las persistentes dudas sobre la línea paterna de Karimov, y reconoció los rumores muy difundidos aunque cuchicheados de que Karimov podría ser judío o tayiko por su lado paterno. «Todo lo que sabemos es que no era de los nuestros», dijo a Centre1.

Captura de pantalla de la entrevista de Centre1.com con Jamshid Karimov.

Lo que está claro es que Aslan, el padre de Jamshid, no era del mismo parecer que Islam.

«No se querían», dijo Jamshid, que fue confinado a una instalación psiquiática en 2006 a pesar de no tener problemas mentales conocidos, después de escribir una serie de artículos donde criticaba al Gobierno.

Centre1 anota en su informe que Aslan Karimov, funcionario comunista regional, murió en un «accidente automovilístico sospechoso» en 1989, el mismo año en que Islam Karimov se convirtió en el hombre más poderoso de Uzbekistán. Aparentemente, los hermanos apenas hablaron una vez en 12 años.

Que Jamshid haya podido dar una entrevista sobre esto dice mucho de los cambios en marcha en Uzbekistán.

El nuevo presidente Shavkat Mirziyoyev ha honrado a Islam Karimov, con quien trabajó durante 13 años como primer ministro antes de llegar al poder a su fallecimiento, como «si fuera un padre».

No obstante, Mirziyoyev y sus aliados han hecho mucho para socavar el legado de Karimov en el último año: dejaron en libertad de importantes presos políticos, invitaron a volver [4] a organizaciones internacionales antes prohibidas [5] al país y abordaron algunos de los muchos problemas de la era de Karimov con una serie de informes en el renovado canal estatal de televisión.

Freedom House, ente defensor de la democracia, advirtió [6] en su informe del 28 de agosto sobre Uzbekistán que estos cambios pueden estar menos relacionados con una genuina apertura y más vinculados con la inmediata necesidad de Mirziyoyev de consolidar el poder y reforzar la legitimidad:

Media have started to openly criticize regional governors and other state institutions only after receiving a “blessing” from Mirziyoyev himself in the form of a speech or remark criticizing the said official or institution.

Los medios empezaron a criticar abiertamente a gobernadores regionales y otras instituciones estatales solamente después de recibir una “bendición” del propio Mirziyoyev en forma de un discurso o comentario de crítica al mencionado funcionario o institución.

Cabos sueltos

El anuncio el 28 de julio en Uzbekistán de que Gulnara Karimova, la hija de Islam Karimov, ambiciosa empresaria que se convirtió en estrella pop, fue puestas tras las rejas [7] por fraude y crimen organizado puede ser solamente otra reafirmación del reorganizado poder de la élite.

Muchos en Uzbekistán asumieron que las condiciones del arresto domicilario de Karimova –anunciado en 2014 y aparentemente autorizado por su padre– eran bastante cómodas.

La glamorosa mujer de 45 años, que alguna vez fue considerada como sucesora de su padre, estaba en una jaula dorada, sostenían los analistas, para evitar que iniciara algún intento de tener el liderazgo. La confirmación de su arresto domiciliario fueron proporcionados por las autoridades meses después de que llamó la atención del mundo por atacar [8] a su madre, Tatiana, y su hermana Lola en Twitter.

Ahora que el Estado uzbeko busca confiscar sus propiedades en el extranjero [9], la pregunta de si volverá a ver la luz del día se vuelve repentinamente relevante. Islam, hijo de 23 años de Gulnara que vive en Londres y lleva el nombre de su abuelo, ha dado varias entrevistas a la BBC donde pide la liberación de su madre y critica a los servicios de seguridad del país. Una entrevista [10] incluye poco comunes fotos familiares que apuntan a tiempos más felices donde los Karimov, y también a la revelación de que el abuelo Islam enseñó a su nieto a pescar y montar en bicicleta.

Islam dice que cree que los arrestarían inmediatamente si regresara a Uzbekistán.

Por el momento, Lola y Tatiana Karimova parecen estar más seguras. Pero analistas que conocen el país sugieren que no se puede decir lo mismo de la amplia red de negocios y riqueza que acumularon en casi tres décadas en el poder.

Daniil Kislov, que edita Ferghana.ru [11] –medio de comunicación con sede en Moscú que fue el primero en informar sobre la muerte de Karimov– escribió [12] en su página de Facebook:

По данным от конфиденциальных источников «Ферганы», близких к правительственным структурам Узбекистана, родственники покойного президента страны постепенно утрачивают свое былое теневое влияние и публичные позиции. Ну, то есть, им помогают «утрачивать». Так, Татьяна Акбаровна, супруга Ислама Каримова, находится в «почетной ссылке» в Кувасае — ее родном городе в Ферганской долине. Младшая дочь Лола и ее муж Тимур Тилляев, живущие за рубежом, в самое ближайшее время могут лишиться своего солидного бизнеса внутри республики.

Según fuentes confidenciales de Ferghana.ru cercanas a las estructuras gubernamentales de Uzbekistán, los parientes del fallecido presidente se están quedando gradualmente sin su antigua influencia y puestos públicos. Es decir, los están obligando a dejar la influencia y los puestos. Así, Tatiana, la esposa de Islam Karimov, está en «honorable exilio» en Kuvasai, su ciudad natal en el valle Ferghana. Su hija menor, Lola, y su esposo, Timur Tillyaev, que viven en el extranjero, bien podrían perder sus significativos negocios en la república en cualquier momento.

Otro dictador, el líder chino Mao Zedong, gobernó exactamente la misma cantidad de tiempo que Karimov, y murió casi exactamente cuatro décadas antes. Después del deceso de Mao, el Partido Comunista Chino respaldó su gobierno, pero registró significativas reservas en un documento oficial [13], donde supuestamente calificaron a su época en el poder con modestos siete puntos de diez.

Un proceso similar parece estar en marcha en Uzbekistán, donde un régimen está tratando de distanciarse de los más brutales excesos de Karimov sin poner en tela de juicio la necesidad del propio régimen. Lo que esto signifique para los parientes que Karimov dejó, solamente el tiempo lo dirá.