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La nueva ola de músicos independientes que cantan en árabe marroquí

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Marruecos, Arte y cultura, Medios ciudadanos

La banda de rock indie Psychoacoustics en uno de sus espectáculos en Casablanca. Fuente: la página de Facebook de Psychoacoustics. Utilizada con permiso.

En los últimos años, cada vez más bandas de rock han empezado a escribir sus canciones en darija, el dialecto del árabe que se usa cotidianamente en Marruecos.

El resultado es música que se inspira tanto en el arte contemporáneo como en el patrimonio local. De manera contraria al arte marroquí moderno mayoritario, bajo la presión de ajustarse a ciertos estándares, el arte independiente en darija rompe fronteras con blasfemias y jerga, se centra en temas muy polémicos y experimenta con estilos distintos.

Este escenario musical alternativo se inició en Marruecos a principios de los años 2000 y recibía el nombre de movimiento Nayda (neologismo que significa «despertarse», utilizado como adjetivo para describir un ambiente festivo). El principal escaparate por aquel entonces era el Boulevard Festival de Jóvenes Músicos (Festival du Boulevard des Jeunes Musiciens [1]). Celebrado por primera vez en 1999 como competición entre raperos, DJs y bandas locales, el objetivo del festival era establecer un escenario subterráneo y presentarlo al público y a los medios de comunicación.

Las actuaciones de esta primera generación estaban limitadas y escritas en su mayoría en inglés y francés. En una entrevista con Global Voices, Amine Hamma, coautora del libro Jil L'Klam: Poètes Urbains [2] y exguitarrista de Haoussa [3] y Betweenatna [4], explica en parte el motivo:

The movement itself is inspired from idols. It began in the 1990s when TV stations like MTV, MCM and VIVA became accessible. This way, not only the music, but the entire culture was dispatched. And when we talk about Rock, most of the influences were English-speaking.

El movimiento en sí mismo se inspira en ídolos. Empezó en los años 1990 cuando canales de televisión como MTV, MCM y VIVA se volvieron accesibles. Así se difundía, no solo la música, sino toda la cultura. Y cuando hablamos sobre rock, gran parte de la influencia es del inglés.

En aquel momento, el dialecto darija era el emblema de músicas tradicionales, como el Malhoun («poema melódico»), que a su vez se inspiró en la música andalusí [5] (algo que no llama la atención de los jóvenes, quienes se interesan por la cultura y arte pop extranjeros).

Aurora actuando en el Festival Hardcore de Hardzazat. Fuente: página de Facebook de Aurora. Utilizada con permiso.

La posición del darija entre los marroquíes tampoco ayudaba. Tal y como le cuenta a Global Voices Khalil Bahhaj, creador del proyecto musical The Missing String [6] y cantante principal de Riot Stones [7]:

There is a commonly borne thought of how Darija does not go well with such musical genres where Darija is seen by many as a language associated with lack of education, and the acquisition of certain foreign languages is of added value.

Hay un sentimiento asumido comúnmente de que el darija no le va bien a esos géneros musicales en los que se ve a este dialecto como una lengua asociada con la falta de educación. Además, la adquisición de una lengua extranjera se valora.

Sin embargo, las cosas empezaron a cambiar. Según algunos músicos, la música no tiene un idioma oficial, así que cuando la letra está en inglés es accesible para más gente. Otros, sin embargo, creen que el único modo en que pueden aumentar su importancia local es confiando en su lengua materna.

Así, en Marruecos emergió una nueva ola de artistas independientes, bandas con influencia de la música electrónica, del metal y del punk con la letra en darija. Hoy en día, hay más locales y oportunidades para que estos artistas muestren su trabajo.

«Nos llevó tiempo hallar una identidad en el rico bagaje cultural que tenemos, lo hemos logrado hace poco», dice Zouheir Mejd, cantante principal de Wana Mali [8] (antiguo Aurora).

Y ese éxito ha sido significativo para el dialecto, dice Dominique Caubet, profesora emérita de árabe magrebí en el Instito Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales (INALCO) de París, y coautora del Jil L’klam: «El uso reivindicativo del darija por parte de los nuevos artistas ha sido muy importante en la valorización de su lengua en la sociedad civil marroquí en la última década».

Ghassan El Hakim, director escénico, actor, músico y firme defensor del darija, cree que esta lengua se acerca a la identidad marroquí más que el árabe, y por consiguiente es más accesible para el público local:

Arabic, like French, is a language of occupation unlike Darija which borrows from different languages. [Darija] is a language of adaptation. In the early 2000s, classical Arabic was associated with the notion of ‘noble’ art. To me, theater, or art in general, was impossible if you can’t communicate with the audience. In this, Arabic was no different than French.

El árabe, como el francés, es una lengua de ocupación (no como el darija) que proviene de distintas lenguas. El darija es un idioma de adaptación. A principios de los años 2000, el árabe clásico se asociaba con la noción de arte «noble». Para mí, el teatro o el arte en general eran imposibles si no puedes comunicarte con el público. En esto, el árabe no es diferente al francés.

Para muchos marroquíes, esta nueva generación les recuerda a la generación Ghiwane de los 70 y 80, representada por grupos como Nass El Ghiwane [9], Jil Jilala [10] y Lemchaheb [11].

En aquel momento, el darija literario, el darija utilizado para escribir poemas Malhoun, todavía estaba presente. Hasta la independencia de Marruecos en 1956, era la «lengua» hablada en todo el país, aunque hoy en día solo la hablan pocos ancianos nativos de la ciudad de Fez. Caubet dice que «la generación actual no se identifica con el mismo ambiente que la generación Ghiwane. [La generación actual] tomó el darija de su época y empezó a trabajar la lengua en su proceso creativo».

«El escenario alternativo crece, aunque discretamente»

No solo es música rock en darija, ni tampoco se limita a la música: del rap a la fusión, del teatro a las artes visuales, otras formas artísticas han empezado a confiar también en el patrimonio local.

El arte alternativo o independiente en Marruecos se distingue por su variedad en comparación con el mayoritario.

«La escena alternativa incorpora la libertad de género; la libertad de explorar y crear nuevos géneros», dice Aaron Moniz, fundador de las bandas de metal Into The Evernight [12] y Struggle Session [13]. «Suelen cantar mensajes de libertad, igualdad, perspectivas de los oprimidos y del Marruecos real y en constante cambio».

Y Ghassan El Hakim añade: «El objetivo del arte alternativo es el de crear debate. Incluso el término «alternativo» lleva un cariz un tanto político. No exactamente ser miembro de un partido, sino tener algo claro que entregar y defenderlo».

Uno de los principales problemas al que se enfrenta el arte alternativo en Marruecos es la documentación. Amplify.ma [14] es uno de los sitios web que ha intentado documentar el escenario rock desde sus inicios. Su fundador, Reda Hmidi, le dijo a Global Voices que «el primer reto al que se enfrentan los músicos jóvenes es el de grabar un álbum con buena calidad de audio, que muchos no se lo pueden permitir».

Otro es la financiación. «El escenario alternativo crece, aunque discretamente», dice Amine Nawny, editor creativo de la revista TLBB [15] y actor en el grupo de teatro JAA [16]. «Hay más artistas independientes, aunque están a punto de desaparecer por falta de financiación».

Captura de pantalla del documental Shakespeare en Casablanca, el grupo de teatro JAA interpreta Sueño de una noche de verano, de Shakespeare, en darija. Utilizada con permiso.

Pese a algunos contratiempos, algunos creen que tla vez el escenario alternativo esté en su mejor momento hasta la fecha.

«En comparación con el pasado, el arte independiente está ahora más arraigado en la sociedad», dice Marouane Youssouf, miembro del Colectivo Hardzazat [17]. «Aún se hizo más visible en los medios. Ahora cuenta con su propio público y sus propios artistas, quienes saben de su impacto social y cultural».

Aunque no todo el mundo lo ve así.

«El escenario subterráneo va hacia adelante y hacia atrás. La curva no es estable», dice Sami Allam, cantante de Soundtrip. «A veces está en buenas condiciones y a veces lo contrario. No creo que hoy en día esté en buen estado».