Ognen Čemerski, traductor de Moby Dick al macedonio, fue un meticuloso lingüista y un pedagogo comprometido

Ognen Čemerski con su amiga y colega Jasna Koteska durante la marcha estudiantil, 14 de noviembre, 2014. Fotografía de Vančo Džambaski, CC BY-NC-SA.

La muerte del lingüista Ognen Čemerski el 25 de agosto, fallecido prematuramente a los 42 años de cáncer, conmocionó al público macedonio. Primero sus amigos, después un círculo más amplio de colegas y admiradores de su trabajo recurrieron a Facebook para expresar su dolor y recuerdos sobre su provechosa carrera como traductor y académico.

Čemerski sirvió como profesor adjunto en la Universidad Santos Cirilio y Metodio en Skopie, en la Facultad de Filología «Blaze Koneski», y se distinguió como uno de los fundadores del pleno de profesores que brindó apoyo abierto a las manifestaciones estudiantiles de 2014 y 2015.

Como traductor, dejó un legado cultural duradero pues brindó una nueva traducción de la novela clásica estadounidense «Moby Dick» escrita por Herman Melville y, la mayoría de medios de comunicación enfatizaron eso en sus necrologías.

Desafíos de traducir una novela marítima a un idioma sin contacto con el mar

Čemerski pasó casi 12 años trabajando en la traducción de Moby Dick, proyecto que inició durante sus estudios universitarios de pregrado en la Universidad de Graceland en Iowa, Estados Unidos. La llevó a cabo como si fuera un esfuerzo científico y, la utilizó como fundamento de su tesis de maestría en Lingüística.

«Moby Dick o la ballena» por Herman Melville, traducida a macedonio por Ognen Čemerski. Fotografía de GV, CC-BY.

Esta no fue la primera traducción de la novela en macedonio. Existió una edición publicada en la década de los años de 1980, traducida de la versión serbio-croata, que no tuvo un impacto duradero.

El problema principal de traducir un libro de 1851 que trata sobre navegación y caza de ballenas fue que el idioma macedonio no cuenta con terminología marítima. La mayoría de la población de origen étnico macedonio ha vivido en un territorio sin salida al mar durante los últimos siglos, por lo que tuvo muy poca interacción con el mar en general y la navegación en particular. Para superar esto, Čemerski tuvo que reconstruir el vocabulario, descubriendo primero los orígenes de los términos en inglés y, después localizar sus equivalentes en macedonio u otras lenguas eslávicas.

Cómo señaló en un podcast publicado por el personal de la Universidad de Graceland en 2016, también tuvo que desglosar los matices del inglés que utilizó Melville. Esto incluyó las influencias de autores anteriores, como Shakespeare y Milton, y el uso de los dialectos de los cuáqueros –grupo religioso que controlaba la industria de la navegación– que sonaban arcaicos incluso para los lectores estadounidenses de mediados del siglo XIX. Para lidiar con las referencias literarias, dependió de las traducciones de obras clásicas en inglés hechas por otros traductores macedonios y el lenguaje arcaico que se encontraba en escritos protegidos de autores macedonios provenientes del mismo periodo y, en literatura religiosa escrita en eslavo eclesiástico antiguo.

Por lejos, el desafío más grande que enfrentó Čemerski fue la falta de vocabulario en idioma macedonio para términos de la vida cotidiana que usaban los marineros estadounidenses para designar las partes de los barcos, que se habían convertido en palabras comunes en idioma inglés. Al investigar su origen, pudo encontrar los equivalentes en macedonio que usaban varios artesanos, desde carpinteros y albañiles hasta agricultores, pues toda la tecnología que se empleaba en las embarcaciones se originó en tierra.

Fishing boat from Ohrid, Macedonia, museum reconstruction.

Reconstrucción de bote de remos tradicional utilizado por los pescadores del lago Ohrid hasta principios del siglo XX, Museo Lapidarium de Ohrid. Fotografía de GV, CC-BY.

También investigó la jerga de los pescadores que se originó de los dialectos utilizados por los macedonios que vivían en los alrededores de los tres grandes lagos del país (Ocrida, Prespa y Doiran). Desde el punto de vista histórico, esas personas utilizaron varios tipos de botes de remos para realizar su comercio, por lo que su terminología podía trasladarse a las partes de los barcos. Además, Čemerski comparó el desarrollo de la terminología marítima en otras lenguas eslávicas, particularmente las que se utilizaban a lo largo de la costa del mar Adriático.

La revista especializada sobre arte y literatura más importante de Macedonia, Blesok | Shine, publicó una muestra del capítulo 9 en 2012. Antes de que publicaran la traducción, los usuarios macedonios de Twitter estuvieron esperándola entusiasmadamente, por la reputación de Čemerski. Por ejemplo, en este hilo de 2013, discutieron cómo habló con los pescadores de Ohrid para encontrar los términos más apropiados.

Su esfuerzo rindió frutos, pues la traducción resuena la época cuando Moby Dick fue publicada por vez primera.

Un hombre que defendió lo que creía era correcto

Čemerski no se consideraba un activista, aunque como profesor participó en las actividades que exigieron reformas, como el restablecimiento de las libertades académicas y la autonomía de la universidad. En los medios sociales, discutió asuntos que afectaban a los macedonios comunes y corrientes en un tiempo de tensión profunda en el país.

El 19 de mayo de 2015, durante un periodo de intensas manifestaciones anticorrupción que se suscitaron cerca de su casa, narró una experiencia que sirve como testimonio del impacto de vivir en un país cuya cohesión social ha sido dañada peligrosamente por años de propaganda populista y un gobierno con tendencias autoritarias:

Вчера, во маало, еден припит комшија, кого го познавам уште од кога бев дете, се обиде да ме денунцира пред специјалци што си купуваа сладолед во маалската пилјара. Не реагираа ама баш ич, но се згрозив кога видов како сосед може да покаже со прст кон тебе и да лаже, во очи да те гледа и да лаже дека си тепал полиција, дека си зборувал на бина, па уште и да вика до небо баш додека полицајците се мачат да се решат кој сладолед да го изберат од богатиот асортиман. Вака, од дистанца, неговиот испад е комично нарушување на слатките изборни маки на полицајците и на мојот мир, ама страшно е кога ќе видиш дека, ако затреба, има комшии што би ти пресудиле со лага. Никаков мирен разговор не помага кога ќе им се вкрват очите.

Ayer, un vecino un tanto borracho, a quien conozco desde que era un niño, intentó denunciarme ante agentes de la policía antimotín que estaban comprando helados en nuestra tienda local. No tuvieron reacción alguna, pero me horrorizó ver que un vecino pudiera señalarte con el dedo y mentir; que tu propio vecino pudiera verte a los ojos y mentir y, decir que agrediste a la policía, que diste un discurso en escenario, y fue pésimo verle desgarrar el cielo con sus alaridos, mientras los policías tenían la ardua tarea de decidir qué helado elegir de la amplia variedad. Ahora, en retrospectiva, su arrebato parece más que una interrupción cómica del trabajo duro de los oficiales de la policía y de mi paz, pero es atemorizante saberlo, pues si la necesidad lo amerita, hay vecinos que estarían más que complacidos en mentir solo para que te condenen. Ningún razonamiento tranquilo ayudará cuando la ira les nubla la vista.

En 2016, Čemerski se unió a las manifestaciones contra la decisión del presidente de favorecer con amnistía a sospechosos de corrupción de alto nivel. Publicó una solicitud pública dirigida al presidente Gjorge Ivanov, donde pidió que dejara de utilizar el salón adornado con los mosaicos monumentales hechos por su padre, el renombrado pintor Gligor Čemerski (1940-2016), pues «escupió sobre los valores que representan».

Durante su vida, Čemerski inspiró y promovió los legados de varias luchas pasadas por la libertad, tanto a nivel local como global, particulamente en el movimiento antifascista de la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, la pancarta sobre su pecho, que aparece en la fotografía en la parte superior de esta publicación, hace referencia a las últimas palabras de un profesor durante la masacre de Kragujevan de 1941, mientras que su pose alude al movimiento icónico del héroe yugoslavo Stjepan Filipovic. Canalizó algunas preocupaciones por medio de artículos ingeniosos sobre el proceso de traducción y la interacción entre el lenguaje y la sociedad.

Čemerski deja una esposa y dos hijos.

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