La historia se repite, violentamente, en Burkina Faso

‘Mortal ataque en Burkina Faso’. Captura de pantalla que muestra a clientes que huyen del café durante el ataque en Uagadugú.

Burkina Faso quedó conmocionado después de que un ataque de pistoleros dejara un saldo de 18 personas muertas en la capital del país, Uagadugú, el 15 de agosto, en la msma calle donde se cometió un ataque similar en 2016.

Según testigos, dos atacantes llegaron en motocicleta poco después de las 9 p. m. y procedieron a atacar el restaurante turco Aziz de Estambul en la avenida Kwame Nkrumah, favorito entre los extranjeros que viven en la capital. Los atacantes empezaron disparar a los clientes en las mesas que estaban en la acerca, y luego irrumpieron dentro del restaurante y tomaron varios rehenes civiles.

A las 9.30 p. m., la policía llegó al lugar de los hechos, seguida de miembros de la Unidad Especial de Intervención de la Gendarmería Nacional (USIGN). Las fuerzas de seguridad intercambiaron fuerte disparon con los atacanes. Hacia la medianoche, la USIGN lanzó si contraataque. Según fuentes policiales, uno de los atacantes cayó poco antes de las 2 de la mañana, y el otro cerca de las 3 de la mañana.

Burkina Faso declaró tres días de duelo luego de la violencia. Entre las víctimas estaba Ahmadou Tanou, joven burkinabé de Uagadugú. Su primo Yacouba declaró a Radio France Internationale que está tratando de superar su rabia por el hecho de que este ataque haya ocurrido en el mismo lugar 20 meses después, y cree que Burkina Faso resistirá como siempre:

On ne peut rien contre la volonté de Dieu. Contre ces gens, on n’y peut rien. Ce sont des barbares. Nous, on confie le Burkina Faso dans la main de Dieu. Les ennemis du Burkina, tout ce qu'ils font contre le Burkina, Dieu les voit

No se puede contra la voluntad de Dios. Contra esta gente, no podemos hacer nada. Contra estos bárbaros. En Burkina Faso confiamos en las manos de Dios. Los enemigos de Burkina, todo lo que hagan contra Burkina, Dios los ve.

Una pareja senegalés-canadiense que esperaba un hijo pereció en el ataque: Mehsen, nacido en Dakar, y su esposa, Tammy Chen Fenaiche, que vivían en Uagadugú. Tammy Chen estudiaba un doctorado en desarrollo internacional y tenía un embarazo de cuatro meses. Aboudi, tío de Mehsen, explicó la angustia de la familia también a Radio France Internationale:

 avec une Canadienne, enceinte de trois ou quatre mois. Tous les deux, ils étaient au restaurant avec un ami. C’est un choc. C’est très dur. Bien sûr qu’on est en colère, bien sûr. C’est un choc quand même. On a perdu un enfant et la perte de son épouse qui porte un enfant. Ce n’est pas facile à encaisser. C’est très dur. On fait avec quand même. On est révoltés. Cela n’est pas l’islam. Effectivement, ce n’est pas l’islam. Ils disent qu’ils sont musulmans. Non. Un bon musulman ne fait pas cela. Ce sont des voyous, des bandits, des personnes sans cœur

[Mehsen] estaba en Burkina desde hace cuatro años. Se había casado con una canadiense, con dos o tres meses de embarazo. Ambos estaban en el restaurante con un amigo. Es un impacto, es muy difícil. Por supuesto, estamos molestos. Es un impacto fuerte. Hemos perdido un hijo, y también está la pérdida de su esposa, que esperaba un bebé. Eso no es fácil de aceptar. Pero estamos enfrentándolo. Nos sentimos paralizados. Esto no es la Islam. Dicen que son musulmanes. No. Un buen musulmán no hace esto. Son vándalos, bandidos, personas sin corazón.

Mehsen y Tammy, muertos en el ataque, vía Daktar Actus. Usada con autorización.

Hugo Larose, presidente del Colegio Gonville y Caius de la Universidad de Cambridge, a donde Tammy Chen debía enviar su tesis doctoral, también habló en homenaje a la joven:

I was devastated to hear about Tammy's loss. All of Tammy's friends echo that she was extraordinarily kind and caring, that she was the sort of person that the world sorely needs in times such as these, who would have made a real difference in this world, and whose loss will be sorely felt. Though many academics dedicate their life to improving the human condition, Tammy went many steps further, working tirelessly in the some of the poorest parts of the world. She was the heart and soul of our MCR during her years in Cambridge, and had many close friends here at Caius. We are all in shock.

Me sentí devastado cuando supe de la pérdida de Tammy. Todos los amigos de Tammy sienten que era extraordinariamente buena y cariñosa, que era la clase de persona que el mundo tanto necesita, que hubiera significado un cambio en este mundo, su pérdida se sentirá. Aunque muchos académicos dedican su vida a mejorar la condición humana, Tammy fue más allá, trabajó incansablemente en algunas de las partes más pobres del país. Era el alma de nuestro grupo en sus años en Cambridge, y tenía muchos buenos amigos en Caius. Estamos impactados.

Nadie se ha atribuido la responsabilidad. No obstante, las autoridades de Burkina Faso han elaborado hipótesis de quién podría estar detrás de los ataques. Un oficial del ejército de Burkina Faso, en declaración anónima a la agencia de noticias AFP, sugirió:

Vu le mode opératoire des assaillants, leurs traits physiques, ils peuvent probablement venir du Nord Mali ou encore plus près de la frontière. Le fait que l’attaque ne soit pas encore revendiquée se signifie pas que c’est une acte isolé, il peut être lié à Ansarul Islam ou à Aqmi. Ce sont des pistes que les enquêteurs explorent et l’analyse des armements et des munitions retrouvés sur le commando permettra d’affiner les recherches. Le processus d’identification des assaillants n’est pas achevé.

Considerando la forma de proceder de los atacanets, su aspecto físico, probablemente vengan del norte de Mali o tal vez aun más cerca de la frontera. El hecho de que el ataque no haya sido reivindicado no significa que sea un acto aislado –puede estar vinculado a Ansar ul-Islam o a AQIM (Al-Qaeda en el Magreb). Esas son pistas que los investigadores exploran, y el análisis de las armas y municiones encontradas en los atacantes nos permitirán afinar la búsqueda. El proceso de identificación de los atacantes no se ha logrado.

A pesar de estas primeras explicaciones, prevalece la incomprensión entre los habitantes de Uagadugú. Omer Bere, empresario de 35 años, resumió el sentir general para la revista Jeune Afrique:

Je suis choqué par l’horreur de ce qui s’est passé à Aziz Istanbul. C’est la tristesse totale, on ne sait pas où va le Burkina. Chaque fois, on vient tuer nos frères. Ce sont deux restaurants prisés des Burkinabè qui ont été visés.

Estoyu impactado por el horror de lo que ha pcurrido en Aziz Estambul. Hay tristeza total, no se sabe a dón va Burkina. Todas las veces, vienen a matar a nuestros hermanos. Han atacado dos restaurantes muy queridos para todo burkinabé.

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