- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Simon Ateba no es Ahmed Abba, pero también sabe lo que es ser periodista perseguido en Camerún

Categorías: África Subsahariana, Camerún, Nigeria, Activismo digital, Derechos humanos, Gobernabilidad, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales

Simon Ateba. Publicada con su permiso.

Simon Ateba no es Ahmed Abba.

Más de una vez, sin embargo, las agencias de noticias han identificado alguna imagen de Ateba como si fuese Abba, un periodista camerunés para Radio France International condenado por cargos relacionados con el terrorismo [1] en abril de 2017, por informar acerca del grupo miliciano Boko Haram.

Desafortunadamente, Global Voices fue la última organización informativa en cometer este error, y Ateba nos alertó rápidametne del hecho. A raíz de eso, corregimos el artículo original, pedimos disculpas, y hablamos con Ateba sobre su propia experiencia.

Parece ser que Ateba es también un periodista que se ha enfrentado a presión gubernamental por informar sobre Boko Haram. Nació en Camerún, estudió en Nigeria, trabajó durante nueva años para The News Magazine, una de las publicaciones políticas más icónicas de Camerún. Ahora vive en la capital estadounidense, Washington, D.C., y es editor de Simon Ateba News Africa [2], que se dedica a acontecimientos africanos, que incluyen la situación política de Nigeria, el embrollo de las eleciones presidenciales de Kenia y las masacres de Boko Haram en Camerún.

En 2015, tras recibir una subvención de Ford Fundation a través deI Centro Internacional para la Investigación Informativa en Nigeria (ICIRN), Ateba viajó a Camerún y Chad para informar sobre los refugiados nigerianos que habían huido de las atrocidades de Boko Haram en Nigeria. Dice que alertó a todas las autoridades relevantes de antemano de que visitaría el área para proseguir con su trabajo periodístico.

No obstante, fue arrestado en septiembre de ese año en el Campo de Refugiados de Minawao, en el apartado norte de Camerún, y acusado de ser un espía de Boko Haram.

«En Camerún hay libertad de prensa para los que alaban al Gobierno»

Estando bajo custodia del gobierno, Ateba dice que se le privó de comida y se le encerró en una celda sin ninguna comodidad básica. Finalmente fue rescatado de su penosa situación con la ayuda de Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos.

Su caso resalta el precario estado de los derechos humanos y la libertad de prensa de Camerún bajo las largas décadas de gobierno del presidente Paul Biya. Las autoridadas camerunesas no solo han puesto en el punto de mira a periodistas de forma individual, también a poblaciones enteras. Por ejemplo, este mismo año, después de las protestas [3] por la disparidad entre las áreas francófonas y anglófonas, el Gobierno bloqueó el acceso a internet [4] en las regiones de habla inglesa durante tres meses.

«En Camerún, hay libertad de prensa para quienes alaban al Gobierno o los que no hacen periodismo serio de investigación –dice Ateba–. Puedes insultar al presidente, tal vez no pase nada. Pero una vez que empieces seguir pistas de cosas serias como los abusos de derechos humanos, transacciones financieras, y demás, entonces, estás en serios problemas».

«Y no es solo el presidente –añade–. Los funcionarios de más rango, policías, todo el mundo es un Señor. Camerún es más como un estado policial, un país donde hay muchas leyes que las autoridades no obedecen ni respetan».

Eso quiere decir que el periodismo en línea es especialmente arriesgado. Ateba no se engaña con respecto a lo que le pasaría de seguir en Camerún: «Me arrestarían, encerrarían, o matarían. Por suerte, no tengo intencior de ir allí ahora».

«Al presidente Paul Biys no le preocupan los francófonos y anglófonos»

La batalla contra el grupo miliciano Boko Haram, que ha estado causando estragos en el norte del país desde 2014, le ha dado a las autoridades camerunesas un pretexto más para castigar a los periodistas que se excedan, dice Ateba. Bajo las nuevas leyes atiterroristas, las usadas para condenar a Ahmed Abba, «los agentes pueden, simplemente, incriminar a cualquiera… y calificar a la persona de terrorista. No hay libertad».

Pero lo cierto, argumenta Ateba, es que la narrativa de Camerún hace mucho que perdió el norte. En lugar de centrarse en las acciones del presidente Biya y sus socios «que todo lo saquean y destruyen las instituciones del país», los problemas se ven reducidos a la minoría anglófona contra la mayoría francófona.

«Al presidente Paul Biya no le preocupan los francófonos y anglófonos –dice Ateba–. Biya está ignorando y estafando a los cameruneses. Si protestas, te opones a él o amenazas su poder, te persigue, ya seas juez del Supremo o líder de manifestantes, seas francófono o anglófono, el tratamiento es el mismo».

Lo que se necesita, cree Ateba, es una mayor cooperación entre estas divisiones. «Estos grupos necesitan unirse y eliminar al gángster y sus cómplices, sentarse a formar un estado federal con 10 regiones. Aunque solo se oiga hablar de anglófonos, Camerún tiene diez regiones con sus propias peculiaridades, lenguas, y demás».

«Aunque sé que es inocente, yo no soy él»

Con tantos peligros, Ateba dice que el error de presentar una foto de él como si fuese de Ahmed Abba en los informativos ha sido «dañino».

«Aunque sé que es inocente, yo no soy él. Yo soy Simon Ateba, no estoy en prisión, y nunca he sido condenado por terrorismo –dice–. Estas historias las difundieron miles de personas, las archivaron los buscadores, y las descargaron expertos en terrorismo –señala–, y aunque al final retiran la foto, miles de personas no vuelven a leer la historia, y las agencias de noticias no la vuelven a poner en portada».

Global Voices fue el cuarto noticiario en cometer este error. Ateba indica varios ejemplos de cómo lo escrito sobre él en la red ha afectado a su vida. Hace dos meses, por ejemplo, se le prohibió entrar en una iglesia cerca de Washington D.C. en el estado estadounidense de Maryland. «La razón por la que me prohibieron la entrada, según dijeron –dice Ateba–, fue que había cosas muy negativas escritas sobre mí en internet. Mencionaron a Boko Haram y el espionaje. Hice un artículo sobre eso, y me fui a otra iglesia».

Las personas que buscan en Google su nombre, continúa Ateba «verían mis fotos en historías de espionaje… En Estados Unidos, una vez que eres un espía, estás en la lista de vigilancia del Gobierno. No entraré en detalles acerca de cómo ha afectado esto a mi relación con las autoridades aquí, pero no ha ayudado nada».

De nuevo, Global Voices se disculpa por el error cometido, y esperamos que este artículo pueda ayudar a corregir el historial sobre Simon Ateba.