En oficina de Twitter en Tokio, manifestantes pisotearon tuits de odio

twitter hate speech

Manifestantes pisotean impresos de tuits agresivos, frente a la sede de Tokio, Japón, el 8 de septiembre. Captura de pantalla del canal oficial de IWJ en YouTube.

El viernes 8 de septiembre, cerca de cien manifestantes se reunieron en afuera de la sede de Twitter Japón en Tokio para exigir que la empresa haga más para controlar el acoso y el discurso de odio en sus redes.

Tokyo No Hate [Tokio sin odio], el colectivo voluntario de activistas que encabezó el acto, que destaca la aparente renuencia de Twitter de enfrentar el problema.

El grupo informó de una serie de tuits discriminatorios y de odio el 3 de septiember y pidió a Twitter que eliminara los tuits para el 7 de septiembre. Se comprometieron a manifestarse al día siguiente frente a la sede de Twitter en Japón si la empresa no los retiraba.

Kyobashi (Chuo-ku, Tokio). El «discurso de odio» cubre la acera frente a la oficina principal de Twitter Japón.

Con tácticas prestadas de una reciente protesta en Berlín y organizados con la etiqueta  («Nos reunimos frente a Twitter el 8 de spetiembre), los manifestantes se reunieron frente a la oficina de Twitter en Tokio el 8 de septiembre y cubrieron la acera con impresos de tuits con mensajes machistas, racistas y violentos.

Dejen de ignorar los tuits discriminatorios. Cada día [es] atemorizante. Cada día [es] insoportable. Cada día [es] agonizante. Ayúdennos, por favor».
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Prohíban los tuits de odio.

Los activistas mostaron cientos de tuits agresivos, algunos fueron fotografiados y difundidos en el propio Twitter.

Prohíban los tuits de odio. Los ‘chon’ (insulto usado contra los coreanos) son salvajes, ¿no es así?

El discurso de odio no se limita a la discriminación racial.
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Tuit del medio: Las mujeres son una especie inferior, y por lo tanto, deben quedar extinguidas.

Con los delitos sexuales, la culpa es de las víctimas, sobre todo las mujeres.

Al final, los participantes fueron alentados a pisotear los tuits impresos, y al final de la manifestación, los tuits fueron depositados ceremoniosamente en un contenedor de reciclaje.

Los tuits más ofensivos identificados por los manifestantes han sido traducidos al inglés por el activista Takahiro Katsumi en su cuenta de Twitter, Moment.

¿Puede Twitter hacerlo mejor?

Con 40 millones de usuarios activos –equivalente a casi el 30% de la población nacional– Twitter es es una de las redes sociales más populares de Japón.

Aunque Twitter toma algunas medidas para mantener el discurso amenazador y de odio fuera de sus redes (incluida la reciente suspensión de un usuario que amenazó con matar a un mosquito), hay quejas de que otro tipo de amenazas y acoso en Twitter son ignorados.

Toshiki Kino, activista de internet y expresidente de Tokio No Hate, dijo a Global Voices que Twitter ha sido «completamente inactivo» para regular el discurso de odio contra las minorías étnicas en Japón:

Hate speech against ethnic minorities people in Japan—mainly against Korean and Chinese people, but also against the Ainu [indigenous residents of Japan] on the Internet has been a very serious problem in recent years, but Twitter Japan has been completely inactive in terms of regulating such remarks. There is much hate speech on Twitter to choose from, but you'll see lots of serious examples if you search for «朝鮮人» [‘chosenjin’, a derogatory epithet for Korean people.]

El discurso de odio contra las minorías étnicas en Japón —sobre todo contra coreanos y chinos,pero también contra los ainu [habitantes indígenas de Japón] en internet ha sido un problema muy serio en años recientes, pero Twitter en Japón ha estado completamente inactiva para regular esos comentarios. Hay mucho discurso de odio en Twitter para elegir, pero verán muchos ejemplos graves si buscan «朝鮮人» [‘chosenjin’, adjetivo despectivo para coreanos].

Aunque Twitter no prohíbe explícitamente el discurso de odio, sus reglas oficiales prohíben a los usuarios atacar o amenazar a alguen por sus rasgos de identidad. Esta regla dice:

No se permite fomentar la violencia contra otras personas ni atacarlas o amenazarlas directamente por motivo de su raza, origen étnico, nacionalidad, orientación sexual, género, identidad de género, afiliación religiosa, edad, discapacidad o enfermedad. Tampoco permitimos la existencia de cuentas cuyo objetivo principal sea incitar la violencia contra otras personas en función de las categorías antes mencionadas.

Mientras Twitter pide a sus usuarios que cumplan esta y otras reglas, no tiene un mecanismo duro y rápido para aplicarlas. Si alguien quiere que retiren un tuit de odio o amenazador, debe presentar una queja a la empresa. Luego, depende de los moderadores de Twitter determinar si el tuit infringe o no las reglas de la empresa.

Este método puede ser útil si ves unos cuantos tuits de odio todos los días, pero esos tuits a menudo llegan por cientos y rápidamente pueden volverse inmanejables para cualquier usuario. Y es probable que el problema sea igualmente abrumador para quienes moderan estas denucias (la empresa casi no brinda datos públicos al respecto).

Ciertamente, en muchos casos, muchos de ellos señalados por los manifestantes, los tuits de odio se denunciam pero no los retiran. La empresa ha enfrentado críticas de que su sistema de moderación no está a la altura del flagelo del discurso de odio en línea, pero hasta ahora no ha trazado una solución alternativa.

No disparen a la plataforma de mensajería

Algunos observadores se preguntan por qué los activistas están atacando a Twitter, en vez de ir contra los grupos que crean el contenido agresivo en línea.

En una serie de tuits, la investigadora Vivian Shaw, que ha informado sobre la evolución del movimiento contra la discriminación en Japón desde 2011, explica que los activistas contra el racismo en Japón han presionado al Gobierno japonés a aprobar legislación que aborde el discurso de odio y trabajar con autoridades locales para ayudar a enfrentar el problema.

La Dieta, el Parlamento nacional japonés, aprobó la primera ley de discurso de odio del país en mayo de 2016. La ley define el discurso de odio en Japón, pero no lo penaliza. En cambio, obliga al Gobierno central, prefecturas y municipalidades, como la ciudad de Osaka, a trazar medidas contra el discurso de odio.

El desafío ahora, según Shaw, es que los gobiernos locales dicen que no tienen los recursos ni la tecnología para controlar el contenido abusivo en línea. Como Twitter crea el ambiente en que estos mensajes circulan, los activistas sostienen que la empresa debería hacer más para combatirlo. Si el discurso de odio fuera oficialmente un delito en Japón, Twitter tendría mayores obligaciones de mitigar el problema. Pero la Dieta no ha llevado las cosas tan lejos.

Al final de la protesta en Tokio el 8 de septiembre, los manifestantes entraron a la recepción de las oficinas de Twitter en Japón, con la esperanza de reunirse con la empresa. Los activistas no lo lograron, aunque la protesta generó significativa discusión en el propio Twitter.

Twitter Japón se negó a reunirse con nosotros.

Aunque los manifestantes no lograron reunirse con Twitter, la empresa sí reconoció sus preocupaciones antes de la manifestación del 8 de septiembre. En un tuit de esa misma semana, Twitter Japón menciona que planea aumentar la cantidad de moderadores «para resolver los problemas rápidamente» (早急な問題解決に).

Gracias por expresar sus preocupaciones a Twitter. Quisiéramos (hacer de Twitter un lugar) donde todos estén cómodos para expresar sus opiniones, y sinceramente por eso tomamos sus opiniones en serio. Recientemente, Twitter ha aumentado la cantidad de moderadores en Japón, y estamos trabajando para resolver los problemas rápidamente. Por favor, sigan enviándonos sus comentarios.

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