La siguiente es una re-edición del trabajo de Jazmín Acuña publicado originalmente por Kurtural.
La tala de árboles que se realiza para producir y comercializar carbón vegetal y la expansión de territorio ganadero son las mayores causas de la deforestación del Chaco, la región de América del Sur que comparten Paraguay, Brasil y Argentina y que es deforestación más acelerada del planeta. Uno de los responsables identificados de esta situación es la empresa Bricapar, la mayor exportadora de carbón vegetal de Paraguay, donde el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, es dueño de un cuarto de las acciones, según la ONG británica Earthsight. Investigadores de la organización, encubiertos, siguieron la pista de los productos de la empresa que se venden en supermercados europeos como “sustentables”, hasta llegar a uno de sus centros de producción de carbón en el departamento de Boquerón. Allí constataron que de la tala indiscriminada de árboles como el quebracho blanco se generan las ganancias de esta exportadora.
La extensa investigación de Earthsight devela un esquema de negocio que fomenta la dramática deforestación del Chaco. A partir de la tala de árboles para producir carbón vegetal se facilita la preparación de terrenos que luego se usan para criar ganado. Este esquema fue detallado por el gerente del centro de producción de Bricapar ubicado en tierras de la localidad de Teniente Ochoa, donde la empresa obtiene la materia prima, la madera, y alberga sus hornos para convertirla en carbón vegetal.
Las tierras pertenecen al Instituto de Previsión Social (IPS) y han sido alquiladas a Irasa, una empresa ganadera, desde el año 2008. Irasa cuenta con un contrato de 20 años para poder explotar tres lotes de 18 mil hectáreas —de las 200.000 que posee la aseguradora social en Boquerón— y un permiso del Instituto Forestal Nacional (Infona) para tala de bosques del lugar desde el 2009. A la par, la ganadera mantiene un contrato con Bricapar desde el 2012 para cortar árboles que se convierten en carbón.
Bajo este esquema que contribuye a una crisis ambiental sin precedentes, la empresa del ministro Jiménez Gaona se ha convertido en «la mayor productora y exportadora de carbón vegetal de Paraguay», en palabras de Sebastián Gorostiaga, gerente comercial de la empresa. Sus productos se venden en supermercados de Alemania, España e Inglaterra, de acuerdo a declaraciones de Guillermo Vega de Seoane, director ejecutivo de Ibecosol, una empresa intermediaria española responsable de distribuir el carbón de Bricapar en el mercado europeo.
De acuerdo a estimaciones de Earthsight, para la primera parte del 2017, Bricapar ha sido la responsable de la mitad de las exportaciones del rubro en el país, y las ventas han redituado ganancias de aproximadamente 1 millón de dólares por mes. Mientras, imágenes satelitales muestran que en el área de los hornos de Bricapar en Teniente Ochoa se desforestan alrededor de 10 campos de fútbol al día, o un tercio de todo lo que se tala en el Chaco diariamente para responder a la demanda de carbón vegetal en Europa. La deforestación en general en la región chaqueña es tal que en promedio, se talan 7 árboles por segundo, de acuerdo a un informe de la organización Guyra Paraguay.
A raíz de los hallazgos de Earthsight, la cadena de supermercados Carrefour afirmó a The Guardian que ha iniciado una investigación inmediata y ha decidido suspender la compra de un producto provisto por Ibecosol —intermediaria de Bricapar— hasta que la investigación concluya. Además, la ONG alemana Rainforest Rescue publicó una petición que ya tiene 128.000 firmas exigiendo a los supermercados Aldi, Lidl y Carrefour a tomar “acción inmediata” para garantizar “que ningún carbón que proviene de la destrucción de los bosques en Paraguay sea vendido por su compañía”.
Nota de la editora (21 de septiembre de 2017): Parte del texto de este artículo no había sido incluido en esta re-edición debido a un error. La versión aquí presentada corresponde a la pieza entera publicada por Kurtural.