El artículo siguiente es una publicaciónde nuestro asociado EurasiaNet.org, escrito por Durna Safarova. Se reproduce en este espacio con autorización.
«No te avergüences de tu propio cuerpo. No seas tímido por causa de tu cuerpo, sin importar la forma que tenga», afirma el hombre a la vez que se quita la camisa mientras la audiencia observa absorta.
El hombre en el escenario, un pintor con esquizofrenia, es uno de los personajes en DUMB, drama psicológico que se representa en ƏSA («bastón para caminar» en azerbaiyano), el primer teatro en el país dedicado a unir a actores con y sin discapacidad.
Como en muchos lugares, las personas con discapacidad en Azerbaiyán enfrentan estereotipos y prejuicios puesto que les retratan como dependientes, incompetentes e infelices. El fundador de ƏSA, Nihad Gulamzade, indicó que fundó el teatro –el primero de su clase en el Cáucaso– para combatir esas impresiones erróneas.
«Este no es un proyecto social, tampoco un pasatiempo. Es un trabajo profesional», dijo Gulamzade a EurasiaNet.org.
Gulamzade es un actor consagrado, músico y fotógrafo que no tiene ninguna discapacidad. Describe que la inspiración le vino durante un periodo de depresión profunda. Contempló la idea del suicidio, indicó, pero imaginó qué pasaría si su intento fracasaba. «Viviría toda mi vida como una persona discapacitada y no podría actuar», recuerda haber pensado.
DUMB se estrenó en septiembre del año pasado, fue la primera producción de ƏSA. El teatro también ha puesto en escena Sueño de una noche de verano de Shakespeare, financiada parcialmente por la embajada británica en Azerbaiyán, que sobrevendió su capacidad de 370 personas. «Si tuviéramos un auditorio con mil asientos, pienso que lo llenaríamos», dijo Gulamzade.
Su éxito no solo se debe a la novedad de incluir actores con discapacidad, sino a un enfoque más creativo del escenario, Gulamzade afirma: «el espectáculo teatral en Azerbaiyán no era interesante. Tratamos de hacerlo más animado y funcionó».
En Bakú, donde había solo tres grupos teatrales independientes antes de que se inaugurara ƏSA, la aparición de un nuevo grupo fue una incorporación bien recibida en la vida cultural de la ciudad, afirma Aliya Dadashova, crítica de teatro local. «El espectáculo teatral no es tan animado como lo era a principios de la década de 1990, cuando existían grupos teatrales más pequeños», dijo a EurasiaNet.org. «Los teatros estatales no tienen ningún impacto social o cultural, por lo que es gratificante ver nuevas iniciativas» como ƏSA.
«Unimos personas de diferentes grupos sociales. Se puede ver a personalidades gubernamentales y sus opositores políticos viendo nuestras representaciones. Hubo personas a quienes les encanta el teatro y otras que su primera experiencia fue ƏSA», agregó el actor Orkhan Adigozel. Está paralizado a consecuencia de un accidente que tuvo hace nueve años y, ƏSA es su primera experiencia con el teatro.
«Sobre el escenario somos simplemente actores», Adigozel indicó. «Tratamos de que la audiencia se centre en la obra, en lugar de la discapacidad. Existe el estereotipo de que estas personas no pueden hacer nada. Rompimos con este estereotipo y tratamos de mostrar que el arte no tiene barreras».
El equipo consiste de 15 miembros, con diferentes discapacidades. Algunos tienen parálisis cerebral, uno no tiene piernas, otro tiene síndrome de Down. Un intérprete de lenguaje de señas permite que la representación sea accesible para personas sordas.
La vida para las personas con discapacidades en Azerbaiyán ha estado llena de obstáculos durante mucho tiempo, aunque eso está cambiando gradualmente. En 2015, el Gobierno construyó un complejo de vivienda de 12 niveles con 132 apartamentos para las personas con discapacidad visual. También ha aprobado legislación que proporciona transporte accesible, alojamiento, tratamiento y rehabilitación para personas con discapacidad. El Gobierno administra 16 centros de rehabilitación, aunque defensores de personas con discapacidad afirman que no es suficiente para satisfacer la demanda en el país.
Para los actores de ƏSA, el transporte es un problema particular. Las calles, los autobuses y los taxis rara vez están adaptados para transportar personas en sillas de ruedas; los únicos taxis que prestan este servicio pertenecen a la compañía Baku Taxi que tiene el respaldo del Gobierno, y que son conocidos por su color púrpura al estilo de Londres. Pero el viaje cuesta 20 manats (aproximadamente USD12). La mitad de presupuesto para las producciones del teatro está dedicado a sufragar el costo de taxis, indicó Gulumzade. «Si un actor en silla de ruedas paga 20 manats y tiene que presentarse por lo menos a 30 ensayos, se puede ver cuánto representa el costo de transporte para una sola persona», indicó.
La ley azerbaiyana exige que por lo menos el tres por ciento del personal de las agencias estatales sean personas con discapacidad, pero esto raramente se aplica. Por lo general, únicamente el 5,6% de los 540 000 personas con discapacidad en Azerbaiyán tienen empleo.
Gulnar Alfidatli, actriz de 23 años en ƏSA, tiene parálisis cerebral. Tiene un título en contabilidad y tuvo un empleo en una compañía privada, pero la despidieron, indicó, después de que su jefe se percató de que tenía una discapacidad. «ƏSA es mi primera experiencia teatral», afirmó. Recordó su primera actuación, que obtuvo una ovación. «Fue como si estuviéramos en un sueño mágico», dijo.