El terremoto que sacó a flote la fuerza y la solidaridad de México

Rescatistas retratados en Rancho del Arco 32, Coapa, Ciudad de México: Kike Lavalle, Nicandro Villaseñor, Richard Richter, Paco García, Gabrielo Buen Humor. Fotografía de Catalina Lozada, usada con permiso.

Después del terremoto de 7.1 grados que azotó el centro de México el 19 de septiembre la capital y varias regiones a los alrededores como los estados de Morelos y Puebla, se comienza apenas el recuento de los daños. El temblor sucedió justo 32 años después del desastroso sismo de 1985 que se cobró cientos de vidas y dejó una profunda huella en los capitalinos. El balance no es muy diferente en esta oportunidad. La cifras se ascienden a 248 y se espera que sigan en aumento.

La devastación ha sido, no obstante, un motor de solidaridad, empuje y creatividad entre los ciudadanos, naturales de México o extranjeros. Distintas misiones de rescatismo, mapeos, observación y difusión de la información se han organizado en muy poco tiempo para asistir a los heridos. Las muestras de solidaridad han tomado un rol protagónico dentro y fuera de las redes, que han sido al mismo tiempo uno de los centros de comunicación más importantes en momentos en los que la desinformación o la desconexión impiden la llegada de ayuda.

Parte de lo que se ha compartido en Twitter muestra los esfuerzos de la gente y las muestras de apoyo que se dan independientemente de las instituciones del Estado:

Facebook de Cheko Macías. Compartida con autorización.

Facebook de Cheko Macías. Compartida con autorización.

Los rescatistas ciudadanos han tomado un papel protagónico y los modos de ayuda muchas formas. Las herramientas se diversificaron y la participación creativa se puso al servicio de las víctimas:

Las modalidades de ayuda han tomado muchas formas, desde transporte y mapeos hasta reparaciones, pasando también por la atención médica y búsqueda de víctimas a través de equipos de rastreo de sonido:

Otro ejemplo de colaboración a través de mapas como el que se vio en el tweet anterior ha tenido lugar con la plataforma OpenStreetMap, que en su versión SismoMéxico.org se ha usado para consolidar datos abiertos y organizarlos de acuerdo con la ayuda que se ofrece y la que se necesita. Otras iniciativas se dedicaron también a curar la información y mantenerla vigente. Un ejemplo de estos esfuerzos puede seguirse a través de #Verificado19S

Todas las vidas cuentan, todos los héroes también

Por otro lado, se han recogido casos de migrantes que han prestado una ayuda incondicional a los afectados por el terremoto. El medio en línea Siete24 cuenta, por ejemplo, como muchos migrantes dejaron de lado el miedo a salir a la calle, los maltratos de los agentes de migración o incluso los abusos que suelen sufrir por ataques y extorsiones: «con palas prestadas [y] sin recibir nada a cambio, fueron los héroes del sismo»:

Por otro lado las mascotas y otros animales fueron también asistidos y rescatistas:

Más allá de la capital

El carácter centralizado tanto de la información como de la constitución institucional de México ha dejado en la sombra los daños que se sufrieron en las regiones aledañas a la capital. En muchos de los casos, quienes han sufrido las consecuencias más fuertes del terremoto han sido las poblaciones más vulnerables, que incluso antes del desastre, estaban ya en necesidad de atención:

«Si nos tiran dos veces, nos levantamos tres»

El terremoto, que será con seguridad recordado como el que devastó la ciudad 32 años atrás, abrió también la puerta a las distintas muestras de participación y de fortaleza de la ciudadanía. En momentos en los que la confianza en las instituciones mexicanas había sido sacudida ya por escándalos de corrupción y de espionaje estatal, la actuación de quienes habitan el día a día de las calles mexicanas dejan claro quiénes llevarán las riendas de la gran restauración:

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