Gobierno de Myanmar ofrece abordar crisis de refugiados en estado Rakhine, pero evita decir «rohingya»

Campo rohingya para desplazados en el estado Rakhine. Fotod e Mathias Eick. Fuente: página de Flickr de EU/ECHO (CC BY-ND 2.0).

El 19 de septiembre de 2017, Aung San Suu Kyi, consejera del estado de Myanmar, dio un muy esperado discurso frente a  diplomáticos, funcionarios de Naciones Unidas y miembros de los medios para hablar sobre lo que el Gobierno está haciendo para abordar la crisis de refugiados en el estado Rakhine.

Desde agosto de 2017, cerca 400,000 rohingyas han escapado a Bangladesh después de que el Gobierno de Myanmar intensificara la represesión contra los insurgentes del Ejército de Salvación Arakán Rohingy (ARSA), que atacó varios puestos policiales y militares.

La represión incluyó operaciones de limpieza que desplazaron a miles de familias rohingya. ARSA y los tropas del Gobierno se acusaron entre sí de cometer abusos generalizados, como saqueos e incendio de casas, y también de golpear y matar mujeres y niños, y de instigar violencia religiosa. El conflicto ha afectado a diversos grupos étnicos en el estado de Rakhine.

Los rohingya son un grupo étnico del oeste de Myanmar, pero el Gobierno los considera como inmigrantes ilegales de Bangladesh y les niega la nacionalidad. La mayoría es musulmana, pero vive en un país donde la mayoría de la población es budista, y sufre discriminación. Muchos no cuentan con servicios sociales básicos.

En su discurso, Suu Kyi aseguró a los grupos étnicos de Myanmar que el Gobierno está pensando en su bienestar. Lamentablemente, no mencionó a los rohingya, que va en línea con la negativa del Gobierno de reconocer a los rohingya como un grupo étnico oficial. Es más, todo su discurso evitó hacer referencias a «rohingya» y los llamó simplemente musulmanes:

We feel deeply for the suffering of all the people who have been caught up in the conflict. Those who have had to flee their homes are many – not just Muslims and Rakhines, but also small minority groups, such as the Daing-net, Mro, Thet, Mramagyi and Hindus of whose presence most of the world is totally unaware.

Lamentamos el sufrimiento de todas las personas que se han visto atrapadas en el conflicto. Quienes han debido huir de sus hogares son muchos –no solamente musulmanes y rakhines, sino también grupos minoritarios pequeños. como los daing-net, mro, thet, mramagyi e hindúes de cuya presencia la mayoría del mundo no sabe nada.

También dijo que los refugiados que huyeron a Bangladesh pueden regresar a Myanmar –pero solamente después de someterse a un proceso de verificación:

Those who have been verified as refugees from this country will be accepted without any problems and with full assurance of their security and their access to humanitarian aid.

Quienes hayan sido verificados como refugiados de este país serán aceptados sin problemas y con total garantía de su seguridad y su acceso a ayuda humanitaria.

Con respecto a la reciente serie de ataques en Rakhine, habló sobre castigar a los grupos responsables por difundir violencia:

Action will be taken against all peoples, regardless of their religion, race, or political position who go against the laws of the land and who violate human rights as accepted by our international community. We have never been soft on human rights in this country.

Se tomará acción contra todo aquel, independientemente de su religión, raza o posición política que atente contra las leyes de tierras y que viole derechos humanos como los acepta nuestra comunidad internacional. Nunca hemos sido blandos con los derechos humanos en este país.

Suu Kyi, que ganó el Premio Nobel de la Paz en 1991 por su promoción de la democracia, ha sido criticada por su silencio con respecto al problema y su supuesta inacción para evitar la persecución de los rohingya. Su discurso del 19 de septiembre fue considerado como un momento crucial para que aclarara de una vez la posición del Gobierno en el asunto, en particular el éxito forzoso de miles de rohingya al cercano Bangladesh. Suu Kyi no es la jefa de gobierno, pero es la líder del partido gobernante.

En su discurso, Suu Kyi enfatizó que Myanmar tiene una frágil democracia que atraviesa por una transición luego de cinco décadas de gobierno militar directo. Agregó que el nuevo gobierno ha estado en el poder solamente 18 meses y que ha estado luchando mucho para aplicar reformas y a la vez mantener la paz y restaurar los procesos democráticos.

‘Los más duros críticos internacionales del Gobierno no estarán satisfechos’

Por su parte, el vicepresidente U Henry Van Thio dio el discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de septiembre y repitió lo expuesto por Suu Kyi de que la mayoría de musulmanes en Rakhine han decidido quedarse en el país:

We would need to find out the reason for this exodus. What is little known is that the great majority of the Muslim population decided to remain in their villages. We share the need to ensure that vital humanitarian assistance is provided to all those in need.

Necesitamos conocer la razón de este éxodo. Lo que es poco conocido es que la gran mayoría de población musulmana decidió quedarse en sus aldeas. Compartimos la necesidad de asegurar que se brinde asistencia humanitaria vital a todo aquel que la necesite.

El discurso de Suu Kyi fue emitido en vivo en Myanmar y algunos lo vieron en capital mientras sostenían carteles con las palabras “Te apoyamos, Aung San Suu Kyi”.

Multitudes jubilosas fuera de la municipalidad de Rangún antes del discurso de Aung San Suu Kyi sobre Rakhine.

El historiador Thant Myint-U cree que el discurso resonará en la población nacional, pero que los críticos internacionales no estarán satisfechos:

My guess is that the harshest international critics of the government will be far from satisfied; but that the vast majority of Burmese people and at least some foreign governments will feel she’s steering the only realistic course she can under very complex circumstances.

Mi opinión es que los más duros críticos internacionales del Gobierno no estarán satisfechos, pero la amplia mayoría de los birmanos y al menos algunos gobierno extranjeros sentirán que está encaminando al único rumbo realista al que puede ir bajo circunstancias muy complejas.

Ciertamente, los medios locales destacaron que los informes de medios del mundo se ocuparon de los rohingya pero dejaron de lado la situación de otros grupos étnicos. Algunos hasta se quejaron de que los países ricos están interferiendo excesivamente en los asuntos internos de Myanmar.

‘Algo más que una mezcla de falsedades y culpar a la victima’

El embajador de los Países Bajos en Myanmar, Wouter Jurgens, tuiteó su decepción con el discurso de Suu Kyi (ASSK significa Aung San Suu Kyi):

El discurso de ASSK sobre Rakhine: temíamos negativa y esperábamos un mensaje de compasión y justicia. No ocurrió ninguna de las dos cosas.

James Gomez de Amnistía Internacional se preguntó por el «silencio de Suu Kyi sobre el rol de las fuerzas de seguridad” en los ataques contra los rohingya:

Aung San Suu Kyi ha demostrado hoy que ella y su gobierno siguen escondiendo la cabeza bajo el ala ante los horrores que están aconteciendo en el estado de Rajine. En algunos momentos, su discurso ha sido poco más que una combinación de falsedades e inculpación de las víctimas.

En el sitio web Coconuts Yangon, Jacob Goldberg contó que presenció cómo una multitud entusiasta acogió el discurso de Suu Kyi.

Generalizing a problem in order to ignore a specific emergency works like a charm for people in power when their followers are on board.

Watching the crowd outside City Hall throw a mini-rave before and after they heard Aung San Suu Kyi trivialize the pain of the world’s most persecuted people made it clearer than ever that the struggle for real justice inside Myanmar will be long and torturous. But it will only begin once at least one person in the crowd suggests that death and displacement are no occasion for a dance party.

Generalizar un problema para ignorar una emergencia especifica funciona como un amuleto para las personas en el poder cuando sus seguidores están a bordo.
Ver que la multitud afuera de la municipalidad hace una fiestita antes y después de escuchar que Aung San Suu Kyi trivializa el camino del dolor del pueblo más perseguido del mundo y deja más en claro que nunca que la lucha por una verdadera real justicia dentro de Myanmar será larga y tortuosa. Pero solamente comenzará cuando al menos una persona de la multitud sugiera que la muerte y el desaplazamiento no son ocasión para una fiesta.

Luego de pasar semanas callada por el problema, Suu Kyi rompió su silencio aunque no logró calmar a todos, sobre todo a los grupos de derechos humanos. Peor, al evitar mencionar a los rohingya en su discurso, Suu Kyi podría reforzar opiniones negativas sobre el grupo étnico. Mientras tanto, ahora que Myanmar reconstruye las aldeas destrozadas en Rakhine, la situación de los refugiados rohingya en campos improvisados en Bangladesh y Myanmar se sigue deteriorando.

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