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Malasia detuvo a académico turco Mustafa Akyol por «enseñanza no autorizada» de religión

Categorías: Asia Oriental, Malasia, Derecho, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Religión
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Captura del video de una entrevista del periodista turco Mustafa Akyol antes de que partiera de Malasia. Fuente: video en YouTube de Free Malaysia Today.

El periodista y académico turco Mustafá Akyol [2] fue detenido durante 18 horas por el Departamento del Territorio Federal de Asuntos Islámicos de Malasia (JAWI) por presuntamente enseñar religión sin tener autorización del Gobierno.

Akyol es un destacado periodista y académico que ha escrito varios libros sobre el Islam. Akyol llegó a Malasia el 22 de septiembre de 2017 para dar una serie de conferencias [3] sobre el Islam, democraciay derechos humanos organizadas por el Frente Renacimiento Islámico.

Después de su primera conferencia, personal de JAWI se le acercó y le advirtió que estaba infringiendo la ley de Malasia por enseñar religión sin haber obtenido un permiso de las autoridades. Para evitar mayores problemas legales, los organizadores cancelaron la segunda conferencia de Akyol y otras actividades de firma de sus  libros.

Sin embargo, al intentar salir del país, Akyol fue detenido por funcionarios de migraciones en el aeropuerto de Kuala Lumpur y fue transferido a la oficina de JAWI para un interrogatorio. Akyol se disculpó con los funcionarios de JAWI, afirmó que no conocía la ley que supuestamente había infringido.

En una entrevista [4] tras su liberación, Akyol dijo que nunca había afirmado ser un predicador islámico y que su conferencia se daba en un ambiente académico:

I didn’t think that what I was doing was teaching religion because I didn’t speak as an imam or a mufti and I didn’t speak to a religious community. I spoke at an academic conference and I referred to different views on apostasy as someone who has researched the literature on this topic in the Muslim world.

No pensé que lo que hacía era enseñar religión porque yo no hablaba como un imam o un mufti y no le hablaba a una comunidad religiosa. Hablé en una conferencia académica e hice referencia a diferentes opiniones sobre apostasía como alguien que ha investigado la literatura en este tema en el mundo musulmán.

También describió a JAWI como la ‘policía religiosa’ de Malasia:

Instead of a religious police, you should have a religious council that gives advice and guidance. If you use force to make people more religious or make them understand religion the way you understand it, then you are bringing more harm than benefit to the religion.

En lugar de una policía religiosa, deberían tener un consejo religioso que asesore y oriente. Si usan la fuerza para hacer a las personas más religiosas o hacerles entender la religión como ustedes la entienden, entonces están haciendo más daño que bien a la religión.

En un artículo de opinión publicado en The New York Times, Akyol reflexionó [5] sobre su detención en Malasia:

By policing religion, the authorities are not really protecting it. They are only enfeebling their societies, raising hypocrites and causing many people to lose their faith in or respect for Islam.

Con el control a la religión, en realidad las autoridades no la protegen. Solamente debilitan sus sociedades, aumentan los hipócritas y causan que muchos pierdan la fe o el respeto por el Islam.

Akyol dijo que los funcionarios turcos ayudaron a garantizar su liberación. Publicó este tuit antes de salir de Malasia:

Adiós, Malasia. ✈️
Todavía me gustas y me gusta tu gente amable, gentil y cálida.
Espero consideres ser un poco más libre.

La detención de Akyol fue criticada por grupos de derechos humanos que expresaron alarma por la creciente intolerancia en el país y el poder de los líderes islámicos de ala dura en el Gobierno. Malasia tiene una población mayoritariamente musulmana y su Gobierno sostiene promover una visión moderada del Islam.

SUHAKAM, la Comisión de Derechos Humanos de Malasia, describió la detención de Akyol como una ‘mancha’ [8] en la reputación de Malasia como nación moderada:

Such extreme action in our multi-religious, multiracial and moderate Malaysia in our view is repressive, undemocratic and intended to be intimidating. There is no question that this must be stopped by the Government and such actions that reflect hostility, narrow-mindedness and intolerance of civil, intellectual and religious discourse should not be committed again.

En nuestra opinión, una acción tan extrema en nuestra Malasia multirreligiosa, multirracial y moderada es represiva, antidemocrática y tiene la intención de ser intimidante. No hay duda de que el Gobierno debe detener esto y no se deben volver a cometer acciones que reflejen hostilidad, intolerancia ante discurso civil, intelectual y religioso.

G25, grupo de destacados exdiplomáticos y funcionarios públicos, también emitió una declaración donde expresaban su rechazo [9] por el ‘maltrato’ a Akyol:

…the misguided and overzealous JAWI officials chose to arrest this well-known peaceful, moderate, and democratic advocate of Islam and kept him in detention for [18 hours] without proper sleep, which tantamounts to gross mistreatment, if not torture.

…los equivocados y muy fervientes funcionarios de JAWI eligieron arrestar a este conocido pacífico, moderado y democrático defensor del Islam y tenerlo detenido durante [18 horas] sin dejarlo dormir adecuadamente, que equivale a burdo maltrato, y hasta tortura.

Eric Paulsen del grupo Abogados por la Libertad criticaron la decisión de JAWI como un ataque [10] a la democracia y la libertad de expresión:

This is a most serious assault on democracy and freedom of speech as even now foreign intellectuals who have had some measure of protection are not immune from being targeted by the authorities.

The government must be reminded that disagreement, criticism and condemnation are part and parcel of democracy, and they cannot just arrest those whom they disagree with. Having independent thought and speaking up is not a crime.

Este es un gravísimo ataque a la democracia y la libertad de expresión, pues incluso ahora, intelectuales extranjeros que tenían alguna protección ya no son inmunes a ser atacados por las autoridades.
Se le debe recordar al Gobierno que la discrepancia, la crítica y la condena son parte de la democracia, y no pueden arrestar simplemente a quienes discrepan. Tener pensamiento independiente y hablar no es un delito.

Gabungan Bertindak Malaysia, coalición de organizaciones no gubernamentales, advirtió [11] que el arresto de Akyol podría afectar la libertad académica:

Do universities and research institutions now need to seek clearance from state religious authorities before having any Muslim speakers on topics involving religion?

Akyol is free now, but Malaysian Muslim academics and intellectuals are not free to speak on religion and comparative religion even in universities.

¿Es que ahora las universidades e instituciones de investigación necesitan tener autorización antes de que oradores musulmanes toquen temas relacionados con religión?
Akyol ya está en libertad, pero los académicos e intelectuales malasios musulmanes no son libres de hablar de religión ni de religión comparativa ni en las universidades.

Este es el video [1] de la entrevista de Akyol con Free Malaysia Today antes de su partida de Malasia: