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Decenas de miles en Filipinas se manifiestan contra la «triple guerra mortal del presidente Duterte»

Categorías: Asia Oriental, Filipinas, Derechos humanos, Gobernabilidad, Historia, Juventud, Medios ciudadanos, Política, Protesta
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Grupos nacionales minoritarios encabezaron una marcha de protestas el 21 de septiembre a Luneta. Fuente: Manila Today. Usada con autorización.

El 21 de septiembre de 2017, decenas de miles de personas se unieron a una protesta [2] en Manila, capital de Filipinas, para condenar abusos de derechos humanos del gobierno del presidente Rodrigo Duterte, que asumió el poder en junio de 2016.

La protesta [3] se llevó a cabo exactamente 45 años después de que el exdictador Ferdinand Marcos [4] impusiera la ley marcial en 1972. Filpinas estuvo bajo ley marcial hasta 1981. En este periodo, el gobierno de Marcos fue acusado de cometer abusos contra los derechos humanos. Al final, Marcos fue depuesto por un levantamiento pacífico conocido como Pueblo Popular. Duterte ha dicho repetidamente que admira a Marcos.

Los participantes expresaron indignación colectiva por la llamada triple guerra del gobierno de Duterte: la «guerra contra las drogas»  [5] que ha causado ya 13,000 muertes, la «guerra total» contra los rebeldes comunistas que ha desplazado [6] a campesinos y pueblos indígenas, y la «guerra contra el terror» [7] en Marawi, que puso a toda la isla sureña de Mindanao bajo ley marcial.

Además de la creciente cifra de muertes en la guerra contra las drogas, el grupo de derechos Karapatan también documentó la muerte de 88 líderes campesinos y activistas [8] en su mayoría, junto con arrestos ilegales, evacuaciones forzadas, bombardeos aéreos y tiroteos indiscriminados en la guerra contrainsurgente de Duterte.

A pesar de los esfuerzos del gobierno de Duterte de perturbar y desanimar las protestas, los organizadores estimaron que cerca de 30,000 personas desafiaron a la lluvia para unirse a las acciones masivas en el parque Luneta de Manila.

Liderados por la amplia alianza de la sociedad civil Movimiento contra la Tiranía (MAT), trabajadores, campesinos y organizaciones populares, miembros de minorías nacionales, grupos de iglesias, artistas, estudiantes y profesionales participaron en la organización de la manifestación en Luneta.

Los manifestantes expresaron su preocupación por lo que vieron como el intento del presidente Duterte de imponer un gobierno dictatorial en el país. El grupo de derechos humanos Karapatan [9] señaló las semejanzas entre Marcos y Duterte:

The parallelism between the Marcos and the Duterte regimes are becoming more pronounced, as the latter not only aids the political rehabilitation of the Marcoses but also employs the same fascist tactics and anti-people policies of the Marcos dictatorship, including threats to impose a nationwide martial rule. Duterte and his security cluster has utilized narratives and tactics straight out of Marcos’s playbook of repression, repeating and justifying rights violations, with increasing frequency and intensity.

El paralelismo entre los regímenes de Marcos y Duterte se están volviendo más pronunciadas, pues el último no solamente ayuda a la rehabilitación política de los Marcos, sino que además emplea algunas tácticas fascistas y políticas contra las personas de la dictadura de Marcos, incluidas amenazas para imponer un gobierno marcial a nivel nacional. Duterte y su grupo de seguridad ha utilizado narrativas y tácticas sacadas del manual de represión de Marcos, y repite y justifica violaciones de derechos, con cada vez más frecuencia e intensidad.

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Multitud en la protesta en el parque Luneta. Foto: Manila Today. Usada con autorización.

Intentos de sabotear y deslegitimizar a los manifestantes

El camino para llevar a cabo la protesta se vio lleno de obstáculos. Las autoridades declararon inicialmente un simulacro de sismo a nivel nacional [10] el 21 de septiembre. Algunos creen que la intención era impedir que algunas personas, sobre todo trabajadores y estudiantes, se unieran a la manifestación. Luego, se informó que los organizadores de la manifestación lo pasaron mal cuando solicitaron el espacio en el parque Luneta [11] para la protesta. También se suspendieron [12] las clases y el trabajo en colegios públicos y oficinas gubernamentales, aparentemente para desanimar la asistencia a la protesta. En Filipinas, los estudiantes y sus maestros pueden unirse a las manifestaciones en masa si hay clases, pues pueden persuadir a los funcionarios escolares de unirse a una actividad política como grupo. Además, los políticos suelen suspender las clases para impedir que los colegios y sus alumnos participen en acciones políticas.

El presidente Duterte amenazó con la ley marcial [13] si la protesta se tornaba violenta. Por su parte, el jefe de la policía nacional advirtió que seis lanchas de manifestantes de Visayas y Mindanao infiltrados por rebeldes armados [14] se unirían a la manifestación. Luego afirmó que la información que recibió no era correcta.

Apenas días antes de la protesta, el presidente Duterte declaró el 21 de septiembre como “Día Nacional de Protesta” [15], y movilizó a varios miles de trabajadores estatales y simpatizantes en movilizaciones a favor de Duterte con fondos de Gobierno [16] para contratar buses, distribuir comida [17] a los participantes y contratar a atractivas estrellas [18] para entretener a la multitud.

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Queman ‘cubo de Rody’ en el puente Mendiola en la entrada del palacio presidencial. Foto: Manila Today. Usada con autorización.

Puntos destacados de la manifestación

Los manifestantes quemaron una efigie de “cubo de Rody” [19], de 2.50 metros de alturas, parecido a un cubo de Rubik pero con la cara del presidente Duterte junto a las del dictador filipino Ferdinand Marcos, el líder nazi Adolf Hitler, y un cachorrito que representa que el Gobierno es un títere de potencias extranjeras, como Estados Unidos. En Filipinas. el uso del término cachorro (tuta en filipino) en política denota sumisión ciega a un amo.

Además de creativas efigies, grandes banderas, coloridos carteles y fieros discursos. las protesta también incluyó presentaciones culturales. Entre otras, incluyó una versión filipina de “Escuchas al pueblo cantar [20] del musical «Los Miserables».

A pesar de la suspensión de clases en escuelas públicos y en  muchos colegios privados, miles de estudiantes se unieron [21] a la protesta en Luneta. Además, se volvió viral una publicación en Twitter que mostraba a un estudiante unirse a la manifestación mientras estudiaba:

ESTUDIANTES DEL PUEBLO
SON PARTE DE LA LUCHA
(Y REVISAN BIOLOGÍA 12)

Más protestas en las siguientes semanas

Luego de la gran concurrencia de la protesta del 21 de septiembre,  el presidente Duterte se retractó de amenazas anteriores y volvió a cambiar su postura y extendió una “rama de olivo” [24] y ofreció “diálogo constructivo” a los manifestantes.

Sin embargo, los líderes de la protesta dijeron que la oferta de Duterte era «hipócrita» [25] en medio de la continuada guerra contra las drogas, la guerra contrainsurgente y la ley marcial en Mindanao. Dicen que esto solamente muestra el del presidente Duterte al surgimiento de un genuino movimiento masivo contra su sangriento gobierno.

Diversos grupos de la sociedad civil se han comprometido a lanzar mayores protestas contra el gobierno de Duterte, y sus crecientes abusos contra los derechos humanos y el aumento de la tiranía.