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Malasia prohíbe libros y caricaturas consideradas «perjudiciales al orden público»

Categorías: Asia Oriental, Malasia, Arte y cultura, Censura, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Literatura, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Protesta, Religión
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El Gobierno malasio prohibió nuevamente la última compilación del caricaturista político Zunar. Imagen del sitio web de Zunar.

El Ministerio del Interior de Malasia ha prohibido [2] la venta y distribución de libros del escritor turco Mustafa Akyol y de dos malasios, Ahmad Farouk Musa y Faisal Tehrani, por ser «perjudiciales [3] al orden público». La orden fue suscrita [4] el 6 de septiembre, pero se dio a conocer el 28 de septiembre. Akyol, Farouk y Faisal promueven un Islam moderado y progresista a través de sus libros.

Por su parte, el caricaturista político Zulkiflee Anwar Ulhaque, conocido popularmente como Zunar [5], dijo que el Gobierno prohibió [6] nuevamente su última colección de caricaturas, “Sapuman: Hombre de Robo” [N. del T: el título juega con la semejanza de la pronunciación de las palabras steel –hierro– con steal –robar].

La población de Malasia es mayoritariamente musulmana y el Gobierno sostiene que promueve una relación armoniosa de todas las razas y religiones en la sociedad. Pero en años recientes, algunos líderes musulmanes y grupos políticos de ala dura han ascendido en diversas instituciones estatales y han usado esa plataforma para promover e imponer una interpretación más estricta de religión en la gobernabilidad.

Un caso concreto es la breve detención [7] de Akyol en Malasia el 25 de septiembre, después de que las autoridades religiosas lo acusaran de enseñar Islam sin tener autorización oficial del Gobierno. Akyol, destacado periodista y académico, fue invitado por el Frente Renacimiento Islámico de Malasia (IRF) a dar una serie de conferencias sobre el Islam, derechos humanos y democracia.

Prohiben libro de periodista turco.
El Ministerio también prohíbe la versión en malayo bahasa de la obra de Akyol
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Y ahora… las autoridades malasias prohíben mi libro «Islam sin extremos: Un caso musulmán por la libertad», publicado en malyo hace un año.

Farouk Mousa, integrante de IRF, acusó [10] al Gobierno de intolerancia y antiintelectualismo:

By banning books that provoke the mind to think critically, this government of ours showed its true colour of being an authority of bigotry and anti-intellectualism.

Con la prohibición de libros que provocan que la mente piense críticamente, nuestro Gobierno mostró su verdadera imagen de ser una autoridad de intolerancia y antiintelectualismo.

Tehrani dijo que la reciente prohibición de libros demostró que el partido gobernante, en el poder desde la década de 1950, ya ha “llegado a un estado de crisis y demencia que se dirige a controlar la sociedad y la mente del pueblo».

«Cuando el Gobierno es defectuoso, dibujar caricaturas es un deber»

Zunar, que fue arrestado antes y acusado de sedición por sus caricaturas, ganó amplio reconocimiento por su trabajo, que le ha hecho acreedor de galardones [11] del Comité para Proteger Periodistas y la Red Internacional de Derechos de los Caricaturistas, entre otros. Hay otros diez libros de Zunar [12] que siguen bajo prohibición del Gobierno.

Zunar pide a la policía que le devuelva 1,187 libros y 103 camisetas que le incautaron cuando fue arrestado en diciembre de 2016. Foto de la página de Facebook del club de fans del caricaturista Zunar.

En Twitter, instó [1] a las autoridades a respetar el derecho de los artistas.

El Gobierno malasio anuncia la prohibición del libro de caricaturas de Zunar, «SAPUMAN, HOMBRE DE ROBO». Hasta ahora, 11 títulos de libros de Zunar están prohibidos.

En referencia al primer ministro implicado en un escándalo de corrupción de cientos de millones dólares estadounidenses, Zunar continúa [1]:

I don’t make fantasy cartoons. My cartoons are results from my reaction on current issues, especially on corruption. Do not blame the cartoonist if politicians steal billions.

No hago caricaturas de fantasía. Mis caricaturas son el resultado de mi reacción ante asuntos de actualidad, sobre todo corrupción. No culpen al caricaturista si los políticos roban miles de millones.

Zunar dijo que impugnaría judicialmente la prohibición y se comprometió a seguir dibujando aunque prohíban sus libros:

I would like to reiterate that this ban will not stop me from drawing cartoons to expose corruption and injustice. You can ban my books, you can ban my cartoons, but you cannot ban my mind. When the government is faulty, drawing cartoon is a duty.

Me gustaría reiterar que esta prohibición no me hará dejar de dibujar caricaturas para exponer la corrupción y la injusticia. Pueden prohibir mis libros, pueden prohibir mis caricaturas, pero no pueden prohibir mi mente. Cuando el Gobierno es defectuoso, dibujar caricaturas es un deber.

«¿Por qué restringir el conocimiento?»

Karima Bennoune, relatora especial de Naciones Unidas en derechos culturales, advirtió [15] que prohibir libros «llevaría a impedir un muy necesario debate».

Me preocupa enterarme de la prohibición de libros, includos unos sobre Islam moderado y progresista, pues el Gobierno elogia estos conceptos en el extranjero.

El predicador musulmán Wan Ji Wan Hussin cuestionó [19] el fundamento para prohibir los libros de Akyol y otros académicos locales:

Likely to alarm public opinion? Only those with weak intellect will feel alarmed.

Such moves (book banning) are done by people who are against civilisation (Malay: tamadun). Those who are pro-civilisation would celebrate and take pride in intellectuals and their work.

¿Probablemente para alarmar a la opinión pública? Solamente quienes tengan intelecto débil se sentirán alarmados.

Esas decisiones (prohibir libros) las toman personas que están contra la civilización (en malayo, tamadun). Quienes están a favor de la civilización, celebran y se enorgullecen de los intelectuales y su obra.

En una entrevista con Free Malaysia Today [20], Eric Paulsen del grupo local Abogados por la Libertaad, afirmó que es incorrecto [21] que el Gobierno impida que el público tenga acceso a la información:

Why restrict knowledge? Why allow the government to decide what can or cannot be read, and what is the right or wrong interpretation of a particular issue, no matter how sensitive?

¿Por qué restringir el conocimiento? ¿Por qué permitir que el Gobierno decida qué se puede leer y qué no se puede leer, y cuál es la interpretación correcta o equivocada de un asunto particular, independientemente de lo delicado que sea?

El Ministerio del Interior invocó la ley de prensa y publicaciones impresas para justificar la prohibición de libros considerados dañinos para el interés del público. En julio de 2017, el Ministerio del Interior también ordenó [22] prohibir un libro sobre el Islam y democracia constitucional. Tal vez sea hora de que Malasia revise el uso arbitrario de las autoridades en restingir la libre expresión en el país.