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Incansable búsqueda de justicia de una madre por los desaparecidos de Cachemira

Categorías: Asia del Sur, India, Activismo digital, Derechos humanos, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Política, Protesta
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Parveena Ahangar. Captura de pantalla de un video de YouTube de VideoVolunteers.

Este artículo fue escrito por Madhura Chakraborty [2] y apareció originalmente [3] en Video Volunteers, galardonada organización internacional de medios comunitaria con sede en India. Publicamos una versión editada como parte de una asociación con Global Voices.

Perder a un hijo ya es muy duro. Pero imaginen no saber dónde puede estar y esperarlo 27 años. Una noche de 1990, el hijo de 17 años de Parveena Ahangar fue capturado por personal paramilitar [4] de la localidad de Batamaloo de Srinagar [5], capital del estado indio de Jammu y Cachemira, por sospechas de ser militante.

Parveena ha esperado desde entonces noticias definitivas sobre el destino de su hijo. Y no está sola. Estimados extraoficiales de gruops de derechos humanos establecen la cifra de «desaparecidos» en más de 8,000 [6]. A la vez, hay prueba definitiva de fosas comunes sin identificar [7] en Cachemira que contienen los restos de más de 7,000 personas.

La región de Cachemira [8], de mayoría musulmana, está dividida geográficamente entre India y Pakistán, y ambos la reclaman en su totalidad. Doce millones de personas viven en la parte india de Cachemira y muchos quieren [9] independencia. Desde 1989, más de 68,000 personas han muerto en esporádicos levantamientos y posteriores represiones militares indias. Hoy es la zona más densamente militarizada del mundo, con una presencia de más de medio millón de soldados [10].

Nadiya Shafi [2], trabajadora social y corresponsal comunitaria de Video Volunteers, informó [11] sobre la resistencia de los padres de los desaparecidos, encabezados por Parveena:

En 1994, la persistente determinación de Parveena de obtener justicia llevó a la formación de la Asociación de Padres de Personas Desapapercidas (APDP) [12]. Parveena viajó a zonas remotas de Cachemira rural para buscar familias de secuestrados, mayormente por militares y fuerzas paramilitares indias, y a quienes no se volvió a ver. Comentó:

I had to give up the burqa. I had to appear in courts, visit military interrogation centres. It was not possible to do all that in a burqa. I did it for my son.

Tuve que dejar de usar la burqa. Tuve que presentarme en tribunales, visitar centros de interrogación militares. No era posible hacer eso con la burqa. Lo hice por mi hijo.

La desaparición forzada es solamente uno de la larga lista de abusos de los derechos humanos de los que se acusa al estado y el ejército indio en Cachemira. Sin embargo, nunca ha habido ningún intento de permitir que la ley siga su curso y realizar investigaciones independientes de estos casos.

Desde 1993, al relator especial de Naciones Unidas para la Tortura se le ha negado la entrada [13] al valle. La ley de poderes especiales de las fuerzas armadas [14] (AFSPA) y la ley de seguridad pública dan impunidad al personal armado en el estado en nombre del combate de insurgentes. Las leyes draconianas conceden a las tropas el derecho de disparar a matar, arrestar a cualquiera de hasta 12 años a la fuerza y sin una orden, entrar y biscar en instalaciones y detener y registrar cualquier vehículo, ocupar o destrozar propiedad en operaciones de contrainsurgencia y detener a los cachemires hasta por dos años sin acusaciónj. Puede no haber proceso, demanda ni ningún otro procedimiento legal contra cualquiera que actúa de acuerdo con esas leyes.

En ningún caso de violación de derechos, desde tortura en custodia hasta asesinato, desapariciones, violación el acusado ha sido procesado en cortes civiles. En el caso más destacado de tiempos recientes, el tribunal de las fuerzas armadas suspendió las cadenas perpetuas [15] de cinco miembros del personal del regimiento de rifles de Rajputana del Ejército Indio por atraer a aldeanos cachemires con la promesa de trabajo para después matarlos. Los hicieron aparecer como un fristrado intento de infiltración de militantes.

A pesar del fracaso del Poder Judicial de no enfrentar satisfactoriamente los errores cometidos en nombre de combatir el terrorismo, Parveena ha perseverado y viajado de Cachemira a Delhi y Ginebra para comparecer ante entes internacionales de derechos.

No ha sido tarea fácil reunir a padres, esposas e hijo de personas desaparecidas en el valle. La mayoría de los parientes pertenecen a familias pobres y rurales que a menudo no tienen acceso a abogados ni activistas de derechos humanos. Parveena dijo:

They were often threatened to not file First Information Reports [16] (FIRs) and the police would also not register cases. I assured them that nothing will happen to them, that I will always be in front of them and that I needed them at my back. We have even traveled to Delhi and protested and held hunger strikes at Jantar Mantar [17] monument.

A menudo los amenazan con no presentar denuncias [16] y la policía no registra los casos. Les aseguré que nada les va a pasar, que siempre estaré con ellos y que los necesito detrás de mí. Hasta hemos viajado a Delhi y protestado y hecho huelgas de hambre en el monumento de Jantar Mantar [17].

Su activismo y pacifismo le valieron una nominación al Premio Nobel de la Paz en 2005 [18]. Parveena sigue firme en sus objetivos:

Is the law only for the military, the [Border Security Force], the Special Tasks Force? They offer us compensation of 100,000 Indian rupees [1,540 US dollars]. We don’t want their money. We want our children back.

¿La ley es solamente para los militares, la [fuerza dwe seguridad de la frontera], la fuerza de tareas epeciales? Nos ofrecen compensación de 100,000 rupias indias [USD 1,540]. No queremos su dinero. Queremos a nuestros hijos de vuelta.

India ha suscrito pero no ratificado [19] la Convención Internacional para las Protección de las Personas de Desapariciones Forzadas. Con un infatigable activismo, Parveena espera crear suficiente presión internacional sobre India para tratar la desaparción forzada como el delito y el crimen que es.

Video Volunteers tiene la única red de reportaje de India que se dedica exclusivamente a dar amplia cobertura de los distritos más pobres y con menos presencia en los medios de India.