En medio del aumento de bombardeos aéreos de Alepo de parte del régimen Assad y sus aliados en febrero de 2016, apareció en línea una competición de diseño internacional con el nombre «Siria: concurso de vivienda posguerra».
Organizada por «Matter Better», sitio web que aspira resolver «los problemas reales de la humanidad por medio de la organización de competiciones de ideas abiertas en los campos de la arquitectura y el diseño», la competición destaca las diferencias entre los enfoques sirios y no sirios para la construcción durante los tiempos de guerra.
El concurso se enfocó en una realidad de posguerra, por lo que solicitaron a los participantes «proponer una solución a la crisis de escasez de vivienda, ya que más ciudades en el territorio sirio devastado por la guerra son liberadas y los refugiados vuelven». También pidieron diseñar «condiciones de vida que serán atractivas para que los sirios desplazados regresen».
Además, animaron a los diseñadores a «pensar a una escala mayor» y «proponer una tipología que pudiera ser utilizada en cualquier parte en Siria y un número infinito de veces hasta que se resuelva la crisis de vivienda posguerra».
Importantes plataformas sobre arquitectura, como Archdaily, publicaron la convocatoria, y llegaron 245 propuestas de diseño, principalmente de Europa. Ningún arquitecto sirio ni de Medio Oriente formó parte del panel de jurados compuesto por miembros de Europa, Rusia y Estados Unidos.
La reconstrucción comienza durante la guerra, no después
Los arquitectos, ingenieros y activistas de la sociedad civil de Siria han visualizado e implementado un proceso de reconstrucción en su país enfocado en el presente.
Su enfoque «ascendente» e ingenioso se basa en la idea de que los esfuerzos de reconstrucción no pueden posponerse para un futuro «posconflicto» indefinido e hipotético. Muchos arquitectos en el terreno creen que la necesidad de reconstruir es urgente y también va de la mano de la rehabilitación continua y la protección civil.
Esto dio como resultado un compromiso proactivo e ininterrumpido con los proyectos de rehabilitación durante el conflicto. Las propuestas resultantes tal vez sean visualmente menos imponentes que las no sirias, sin embargo se enfocan más en la participación con actores políticos, económicos y sociales emergentes en esa área.
Qibaa Studio, nuevo colectivo arquitectónico del norte de Siria, ha puesto a prueba estrategias de vivienda «pensadas en las personas» y utilizado recursos locales y enfoques de la arquitectura vernácula desde 2013. Su objetivo es «conservar la cultura siria mientras utilizan y desarrollan las capacidades locales». La declaración de su misión dice:
We are a group of Syrian architects who happened to meet in the Northern parts of Syria in the wake of the Syrian Revolution in 2011. Amidst the huge destruction that our country has been undergoing, physically and socially, we deeply believe that planning for reconstruction begins now, during the conflict and not in its aftermath. It begins in the hearts and minds of those who suffer the horrors of war and want to change societies so that there is no return to violence. It is an essential part of negotiating our way towards peace.
Driven by this belief, we established Qibaa in 2013, a studio aimed at developing sustainable practices through which we can spatially address the urgent needs of our communities in the current situation, while setting the ground for a sustainable recovery process for our war-torn country on the long run.
Somos un grupo de arquitectos sirios que se conocieron en las partes del norte de Siria tras la Revolución en 2011. En medio de la enorme destrucción que nuestro país ha experimentado, física y socialmente, creemos profundamente que la planificación para la reconstrucción comienza ahora, durante el conflicto y no en el período subsecuente. Inicia en los corazones y las mentes de los que sufrieron los horrores de la guerra y desean cambiar las sociedades para que no se vuelva a la violencia. Es una parte esencial para negociar nuestro camino hacia la paz.
Impulsados por esta creencia, fundamos el estudio Qibaa en 2013, que aspira desarrollar prácticas sostenibles por medio de las cuales podamos abordar de manera espacial las necesidades urgentes de nuestras comunidades en la situación actual, mientras establecemos las bases de un proceso de recuperación sostenible para nuestro país, devastado por la guerra a largo plazo.
Arquitecturas de resistencia
Khaled Malas, arquitecto y curador sirio proveniente de Damasco y cofundador de Sigil Collective, ha participado también en el proceso de rehabilitación a través de «monumentos de la vida cotidiana» de sitios específicos y en «arquitecturas de resistencia rurales» en zonas asediadas y atacadas por el régimen Assad.
Malas define su papel como un arquitecto que construye en redes de resiliencia existentes creadas por las organizaciones de la sociedad civil locales a lo largo de Siria para conservar la vida y la dignidad durante la guerra. Al describir la naturaleza de su trabajo, escribe:
Whilst contemporary conditions appear dire, people have not lost hope. In Syria, an empowering resistance originates within the everyday of those who dare to diligently think and act differently. It is amongst these brave men and women that we have located our collaborators. Amongst other forms, our alliance is given material expression in a series of humble rural and semi-rural architectures.»
Aunque las condiciones contemporáneas parecen sombrías, las personas no han perdido la esperanza. En Siria, una resistencia empoderada nace en el interior de la vida cotidiana de los que se atreven a pensar diligentemente y actuar de manera diferente. Entre esos valientes hemos ubicado a nuestros colaboradores. Entre otras formas, le dieron a nuestra alianza expresión material en una serie de arquitecturas semirurales y rurales humildes.
Cambio de paradigmas
Omar Abdulaziz Hallaj, arquitecto interdisciplinario sirio y planificador urbano de Aleppo, solicita a los medios de comunicación más importantes que desacrediten las ideas de que la reconstrucción «posguerra» es un «mito». Durante un taller y seminario reciente del Departamento de Urbanismo Integrado y Diseño Sostenible en la Universidad de Stuttgart, Hallaj explicó:
This notion that one day the conflict will stop and the next day a grand national reconstruction will begin is a fake paradigm. There’s not going to be a “day after.»
Esta idea de que algún día el conflicto terminará y que al día siguiente comenzará una reconstrucción nacional imponente es un paradigma falso. No va a existir un «día después».
Hallaj cree que un proceso de reconstrucción nacional, a gran escala y centralizado es simplemente imposible, y que cualquier esfuerzo de reurbanización serio tiene que tomar en consideración las nociones de la informalidad, las economías locales y la planificación descentralizada.
The reality is that centralized planning approaches for reconstruction are not going to be feasible, they never were, and they never will be. In reality urban growth will mainly take place in the informal sector with a few exceptions where neoliberal policies will incentivize limited opportunities for the emerging war lords and their regional partners. But of course these few exceptions will look great in front of the camera and they may bring in a few hundred thousand tourists eventually in 20 years. There’s probably going to be two or three such exceptions in Syria with beautiful landscapes and restored facades like in Beirut. Areas that very few will be able to go to. The rest of the country is going to be desolate land.”
“We need to change the paradigm. We need to move away from centralization and accept decentralization as a new paradigm for decision making processes. We need to accept informality because we can no longer create normative, beautiful, grand solutions that are not going to be implemented. If anything, these normative beautiful solutions will increase the corruption. We need to move away from strict spatial planning to flexible negotiations and social actors on the ground”.
La realidad es que los enfoques de planificación centralizada para la reconstrucción no van a ser factibles, nunca lo fueron y nunca lo serán. En realidad, el desarrollo urbano tendrá lugar principalmente en el sector informal con algunas excepciones, donde las políticas neoliberales incentivarán oportunidades limitadas para los caudillos emergentes y sus socios regionales. Por supuesto que esas pocas excepciones se mirarán bien enfrente de la cámara y puede que atraigan miles de turistas en algún momento dentro de 20 años. Probablemente van a existir dos o tres de esas excepciones en Siria con paisajes hermosos y fachadas restauradas, como en Beirut. Zonas a las que muy pocos podrán ir. El resto del país va a ser un terreno desolado.
«Necesitamos cambiar el paradigma. Necesitamos alejarnos de la centralización y aceptar la descentralización como un nuevo paradigma para los procesos de toma de decisiones. Necesitamos aceptar la informalidad por que no podemos continuar creando soluciones normativas, bellas y grandiosas que no van a ser implementadas. De cualquier manera, esas soluciones incrementarán la corrupción. Necesitamos alejarnos de la planificación espacial estricta y dirigirnos a las negociaciones flexibles y los actores sociales en el lugar».
Durante una conferencia reciente en el Departamento de Arquitectura de la Universidad de Venecia, Hallaj discutió el derecho que tienen los sirios desplazados de regresar a sus hogares y vecindarios. Explicó que por medio del diseño, los arquitectos juegan un papel crítico en facilitar u obstruir la realización de este derecho:
Who has the right to come back to the cities? You as architects and planners sometimes draw beautiful drawings, but every line you put on your drawing will decide who gets to come back to the city and who doesn’t get to come back. If you do beautiful grand projects, that some big developer is likely to develop, most likely people will not be able to return to their cities.
¿Quién tiene el derecho de regresar a las ciudades? Como arquitectos y planificadores, ustedes a veces crean dibujos hermosos, pero cada línea que colocan en el mismo decidirá quién tiene la oportunidad de regresar y quién no puede. Si realizan proyectos imponentes y hermosos, que algún desarrollador importante posiblemente llegue a realizar, es probablemente que las personas no puedan regresar a sus ciudades.