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De la divinidad a la normalidad: Diosa viviente de Nepal vuelve a su vida normal tras nueve años como ‘Kumari’

Categorías: Asia del Sur, Nepal, Arte y cultura, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Medios ciudadanos, Mujer y género, Pueblos indígenas, Religión
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Kumari, la ‘diosa viviente’. Imagen vía Green Peace Co-ed School. Utilizada con autorización.

Tras nueve años de encarnar a la diosa viviente ‘Kumari’ en Katmandú, capital del Nepal, Matina Shakya regresó al colegio [2] donde asistía antes de su coronación y ahora espera poder vivir como una colegiala normal y corriente.

La institución nepalí de Kumari Devi se encuentra integrada en la cultura del valle de Katmandú. Incluso se cree que verla por un instante trae buena fortuna.

En 2008, con tres años de edad [5], Matina fue escogida por el clan budista Shakya para ser la encarnación de la diosa hindú Taleju a través de un riguroso proceso dirigido por sacerdotes y astrólogos durante siglos. Por lo tanto, Matina fue entonces venerada como ‘Kumari’ o la diosa viviente [6] hasta que tuvo su primera menstruación, que es cuando se cree que la diosa abandona el cuerpo de una chica.

Según una leyenda nepalense [7], el rey Jaya Prakash Malla, el último rey de Malla de Katmandú (siglos XII-XVII) jugaba a los dados en secreto con la diosa Taleju. Un día en que el rey jugaba a los dados, su esposa lo siguió y vio a la diosa, que había prohibido al rey que contara sobre su reunión a otras personas. Esto enfureció a la diosa y advirtió al rey que si alguna vez quería volver a verla o garantizar protección para su reino, tendría que buscarla entre el clan Shakya encarnada en una niña [6]. Con la esperanza de calmar a la diosa, el rey salió a buscar una niña con los atributos de Taleju, y la práctica continúa hasta el día de hoy.

De entre las muchas Kumaris designadas en las diferentes ciudades nepalenses para protegerlas del mal, las tres Kumaris del valle de Katmandú (Katmandú, Patan y Bhaktapur) son consideradas las más veneradas y respetadas. La Kumari de Katmandú, elegida del clan Shakya de Newa, es la más influyente de todas.

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Ex Kumari asiste a la escuela. Imagen del colegio Green Peace. Utilizada con autorización.

Para ser consagrada como una Kumari de la realeza, una niña debe tener «32 atributos de perfección», escribieron Pramod Bhattarai y Bijay Shrestha [7]:

The list of requirements is elaborate: she must have perfect health without any history of serious illness, unblemished skin, black hair, gorgeous expressive eyes, a sonorous voice, long slender arms, delicate and soft hands and feet, straight hair curled toward the right side, no bad body smells, and must not have shed any blood. The most important requirement is that the girl has never menstruated… Her family’s reputation for piety is taken into consideration by the selection committee, which also looks for calmness and fearlessness in the girl. To ensure the girl’s compatibility with the King of Nepal, her horoscope is compared and must match with his, as the Kumari has an important role in relation to the King, including the traditional power to confirm the King’s rule.

La lista de requisitos es compleja: debe estar perfectamente sana sin tener ningún historial de enfermad seria, una piel inmaculada, pelo negro, ojos expresivos y bellos, una voz sonora, brazos largos y esbeltos, pies y manos delicadas y suaves, pelo lacio rizado hacia el lado derecho, no presentar ningún olor corporal, y no debe haber derramado nada de sangre. El requisito más importante es que la niña nunca haya menstruado…  El comité seleccionador toma en consideración la reputación familiar por la piedad, que también busca en la niña la serenidad y el arrojo. Para garantizar la compatibilidad de la niña con el rey de Nepal, se compara su horóscopo y debe coincidir con el del rey, pues la Kumari tiene un importante papel en relación con el rey, incluida la facultad tradicional poder de legitimar el gobierno del rey.

De niña a diosa, pero ¿a costo de qué?

La repentina transformación de una niña a diosa venerada tiene un precio. Debe permanecer aislada, alejada de familiares y amigos, y se espera que conserve la calma en todo momento, que se abstenga de expresar cualquier emoción. A una diosa viviente la transportan cargada [9] para que sus sagrados pies no toquen el suelo, además siempre viste de rojo con su pelo en un moño y un ‘ojo de fuego’ pintado en su frente para simbolizar sus poderes de percepción. Aunque no se espera que obedezca órdenes, debe llevar a cabo deberes ceremoniales y su presencia llena el aire de asombro y reverencia a quienes la adoran.

La transición de vuelta a la vida social ‘normal’ es complicada. La sociedad continúa temiendo o venerando a la niña, a pesar de su ‘regreso’ a una forma humana. También debe convivir con la superstición de que cualquiera que se case con una Kumari morirá seis meses después del matrimonio.

Rashmila Skakya, la anterior Kumari, autora de su autobiografía ‘De diosa a mortal: la verdadera historia sobre la vida de una antigua Kumari real [10]‘, ha tratado de cambiar las percepciones y dar a conocer la realidad de vivir como una diosa. Rashmila subraya que las Kumaris no reciben educación y describe las dificultades de volver a la escuela sin el conocimiento necesario para tener éxito.

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La anterior Kumari en su clase. Imagen del colegio Green Peace. Utilizada con autorización.

De diosa a colegiala

Matina, la saliente Kumari real, recibió una educación privada dentro de Kumari Ghar, la residencia de la diosa viviente, hasta su regreso al colegio Green Peace como una chica ‘corriente’. Surendra Sthapit, director de la sección de secundaria, explicó

Deu Mata (Kumari) used to get private tuition at Kumari Ghar. One of our teachers used to visit her abode and teach all the subjects.

Deu Mata (Kumari) recibía clases privadas en Kumari Ghar. Uno de nuestros profesores la visitaba en la residencia y le enseñaba todas las materias.

El reportero gráfico Suni Sharma escribió [12]:

मतिना अचेल गणबहालको ग्रिनपिस को–एड स्कुलमा कक्षा ७ पढ्न थालेकी छिन् । कुमारी हुंदा केवल खट (पालकी) र रथमा यात्रा गर्ने उनी आजकल आफनो बुबा प्रताप शाक्यसंग स्कुटरमा स्कुल जाने गर्छिन् । सामान्य जीवनमा फर्केपछि समाजमा घुलमिल गर्न गाह्रो हुन्छ कि भन्ने सबैको जिज्ञासालाई विद्यालय जान शुरु गरेको एक हप्ता वित्न नपाउदैं उनले गलत साबित गरिदिएकी छिन् ।

En estos días, Matina empezó a cursar el séptimo grado en el colegio Green Peace en Ganabahal. Aunque solo utilizaba palanquín y cuadriga durante su período como Kumari, ahora va al colegio con su padre Pratap Shakya en una motocicleta. Todos pensaban si sería difícil adaptarse a la sociedad después de volver a la vida normal. Aún así, ella les ha demostrado que se equivocaban en el término de una semana desde su incorporación a la escuela.

Kumari. The living goddess in Nepal, a little girl in 3-year-old, the newest chosen Kumari, is living here, the Kumari Ghar. She is a cute little girl and would show up through these windows in the afternoon, 4, 5 & 6pm, according to the guide said. Grab your chance to have a look of the living goddess, and her royal believer. #travelbyfoot #travelaroundtheworld #travelanimal #travelislife #travelholic #nepal #kathmandu #durbarsquare #kumarighar #kumari #livinggoddess #unesco #worldheritage #hindu #buddism #travelphotography #photography #travelphoto #architecture #sonyimages #sonya7 #sel28f20 #sel075uwc #sonyhongkong #lp #hongkonger #hongkongtraveller #backpacker #wanderlust #solotravel [13]

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Kumari. La diosa viviente de Nepal, una niñita de tres años, la recién elegida Kumari, vive aquí. Es una linda niña y debe aparecer por estas ventanas en la tarde, a las 4, 5 y 6 pm, según lo dicho por el guía. Ten la oportunidad de echar un vistazo a la diosa vivienta y sus creyentes reales.

Según Sthapit, Matina es una chica inteligente que se ha adaptado bastante bien [12], considerando las circunstancias.

De otro lado, mientras Matina se acostumbra a la vida de una  colegiala ‘corriente’ y se adapta a su nuevo hogar, la pequeña Trishna Shakya, de tres años, fue elegida como la nueva Kumari [14] de Katmandú.

A la nueva diosa viviente Kumari de Katmandú, Trishna Shakya, de 3 años de edad, la llevaron a Kumari Ghar hoy. Sucederá a Matina Shakya, de 12 años de edad, Kumari desde 2008.