Llamado a favor de Ahmadreza Djalali, investigador universitario en Italia, condenado a muerte en Irán

«¡Salvemos a Ahmadreza Djalali!». Manifiesto de la campaña de Amnistía Internacional para pedir la liberación del investigador universitario condenado a muerte en Irán.

El doctor Ahmadreza Djalali, médico e investigador iraní de 45 años,e experto en medicina de catástrofes y asistencia humanitaria en la Universidad del Piamonte Oriental en Novara desde hace cinco años, fue condenado a muerte por un tribunal de Teherán. Desde abril de 2016, está recluido en la prisión de Evin en la capital de su país de origen. Estaba de visita por una invitación de la Universidad de Teherán para realizar seminarios académicos, y cuando iba de Teherán a Karaj el 25 de abril de 2016, fue arrestado por las fuerzas de seguridad y transferido a la prisión de Evin. Inicialmente, fue colocado en aislamiento por siete meses, sin asistencia de un abogado.

Riccardo Noury escribió en el blog sobre derechos humanos, surgido de una colaboración entre Amnistía Internacional y el Corriere della Sera:

Ahmadreza Djalali è un medico di 45 anni residente in Svezia, docente e ricercatore in Medicina dei disastri e assistenza umanitaria, che ha insegnato nelle università di Belgio, Italia e Svezia. Lavora nel campo della Medicina dei disastri dal 1999 e ha scritto decine di articoli accademici. Ha lasciato l’Iran nel 2009 per un dottorato di ricerca presso il Karolinska Institute in Svezia, poi presso l’Università degli studi del Piemonte Orientale e la Vrije Universiteit di Bruxelles, in Belgio….

Il 31 gennaio 2017 Djalali è comparso davanti alla sezione 15 del Tribunale rivoluzionario di Teheran, senza il suo avvocato. Il presidente del tribunale ha informato che è accusato di “spionaggio” e che potrebbe essere condannato a morte.

Ahmadreza Djalali es un médico de 45 años que vive en Suecia, profesor e investigador en medicina de catástrofes y asistencia humanitaria, que enseñó en las universidades de Bélgica, Italia y Suecia. Trabaja en el campo de la medicina de catástrofes desde 1999 y ha escrito decenas de artículos académicos. Salió de Irán en 2009 para hacer un doctorado de investigación en el Instituto Karolinska en Suecia, luego a la Universidad del Piamonte Oriental y la Universidad Libre de Bruselas, en Bélgica…

El 31 de enero de 2017, Djalali compareció ante la sección 15 del Tribunal Revolucionario de Teherán, sin abogado. El presidente dele tribunal le informó que estaba acusado de «espionaje» y que podía ser condenado a muerte.

Según lo revelado por uno de sus abogados, fue acusado de haber trabajado para el Gobierno israelí, que lo habría ayduado a obtener un permiso de permanencia en Suecia a cambio de información sobre los programas militares y nucleares iraníes. Según una nota de Amnistía Internacional Italia:

Due giorni prima della sentenza, in un audio pubblicato su YouTube, Ahmadreza Djalali aveva denunciato che, durante l’isolamento, era stato costretto per due volte a rilasciare “confessioni” di fronte a una telecamera, leggendo una dichiarazione scritta dai funzionari che lo interrogavano. Aggiungeva di essere stato sottoposto a torture psicologiche e minacce di metterlo a morte e di arrestare i suoi figli, per obbligarlo a “confessare” di fare spionaggio per conto di un “governo nemico”, un’accusa del tutto fabbricata dai servizi segreti iraniani.

Per protesta, Djalali aveva iniziato uno sciopero della fame il 24 febbraio. Tuttavia, a causa dell’ulteriore peggioramento della sua salute che ne aveva causato il ricovero, ha deciso di interrompere lo sciopero della fame il 6 aprile.

La moglie, Vida Mehrannia, residente in Svezia con i loro due figli, ha denunciato ad Amnesty International che la salute fisica e mentale del marito è rapidamente peggiorata dall’arresto. “Chiediamo il suo rilascio, perché non ha commesso alcun reato”, è stato il suo appello.

Dos días antes de la sentencia, en un comunicado publicado en YouTube, Ahmadreza Djalali denunció que, durante el aislamiento, fue obligado dos veces a «confesar» ante una cámara, a leer una declaración escrita por los funcionarios que lo interrogaban. Agregó que fue sometido a torturas psicológicas y a amenazas de matar y arrestar a sus hijos, para obligarlo a «confesar» haber espiado por cuenta de un «gobierno enemigo», acusación totalmente fabricada por los servicios secretos iraníes.

En protesta, Djalali inició una huelga de hambre el 24 de febrero. Sin embargo, a causa de un deterioro de su salud, decidió interrumpir la huelga de hambre el 6 de abril.

Su esposa, Vida Mehrannia, residente en Suecia con sus dos hijos, denunció a Amnistía Internacional que la salud física y mental de su esposo se deterioró rápidamente luego de su arresto. «Exigimos su liberación, porque no ha cometido ningún delito», dice su pedido.

Desde el inicio de 2017, Cesare Emanuel, rector de la Universidad del Piamonte Oriental Amedeo Avogadro, donde el doctor Djalali realizaba actividades de investigación, formuló un pedido para su liberación durante la ceremonia de inauguración del año académico 2016-2017, realizada en Vercelli el 3 de febrerod e 2017. El sitio web de la universidad informó:

Noi ci siamo mossi e abbiamo scritto al presidente dell’Iran Rouhani, al segretario del consiglio iraniano per i diritti umani, ai rettori delle università di Tehran e di Shiraz. Abbiamo informato l’alto rappresentante dell’Unione europea per gli affari esteri Federica Mogherini e il Governo italiano. Abbiamo coinvolto Amnesty International e altre associazioni internazionali che si occupano di diritti umani. Anche i colleghi del Karolinska Institute di Stoccolma stanno muovendo i loro passi con l’aiuto del primo ministro svedese….

Facciamo appello a tutti coloro che ci possono ascoltare e aiutare a usare tutti i mezzi a disposizione per salvare la vita ad Ahmadreza Djalali.

Coraggio, Ahmadreza, vogliamo rivederti a Novara il prossimo maggio, quando inaugureremo la nuova edizione del Master!

Estamos conmocionados y hemos escrito al presidente de Irán, señor Rohani, al secretario del Consejo Iraní por los Derechos Humanos, a los rectores de las universidades de Teherán y de Shiraz. Hemos informado a la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Extranjeros, Federica Mogherini, y al Gobierno italiano. Hemos recurrido a Amnistía Internacional y otras asociaciones internacionales que se ocupan de derechos humanos. colegas del Instituto Karolinska de Estocolmo también han solicitado la ayuda del primer ministro sueco…

Hacemos un llamado a quienes puedan escucharnos, para que usen los medios a su disposición para salvar la vida de Ahmadreza Djalali.

Coraje, Ahmadreza, queremos volver a verte en Novara en mayo próximo, ¡cuando inauguremos la nueva edición de la maestría!

También a comienzos de 2017, el sitio web cronacaqui.it recordó que Amnistía Internacional lanzó una acción urgente en la iniciativa de los Radicaux, con un flashmob frente a la prefectura de Turín en apoyo a Djalali y para denunciar la grave «violación de derechos humanos y principales garantías de procedimiento y defensa ocurridas al momento de su arresto y detención». El mismo sitio web informa:

L’assemblea generale della Crui ha approvato, sempre nel marzo scorso, una mozione, in cui i rettori delle università italiane ribadiscono “l’incondizionata difesa di tutte le libertà civili e processuali”. E lo stesso Djalali, che respinge le accuse al pari di chi lo ha conosciuto e ha lavorato con lui, ha osservato un lungo sciopero della fame per ottenere dall’Iran il rispetto dei propri diritti.

La asamblea general de la Conferencia de Rectores de las Universidades Italianas aprobó en marzo una moción donde los rectores de las universidades italianas repiten “la defensa incondicional de todas las libertades civiles y de procedimiento”. Y el propio Djalali, que rechaza las acusaciones igual que quienes lo conocen y han trabajado con él, cumple con una larga huelga de hambre para que Irán respete sus derechos.

Dott. Ahmadreza Djalali, medico ricercatore iraniano, che fa parte dello staff docente del Master Europeo in Medicina dei Disastri dal 2012, condannato a morte in Iran

Ahmadreza Djalali, investigador médico iraní que integra el equipo de profesores de la maestría europea de medicina de catástrofes desde 2012, fue condenado a muerte en Irán.

El 27 de octubre de 2017, Gianni Rufini, director general de Amnistía Internacional Italia, entregó al embajador de Irán en Italia las últimas firmas recogidas en los cuatro días siguientes a la condena a muerte. Lo acompañaron los senadores Elena Ferrara y Luigi Manconi, que presentaron al embajador el texto de la interpelación, dirigida al ministro de Asuntos Exteriores Alfano, suscrita por más de 130 senadores de todos los partidos políticos, que solicita dejar sin efecto la ejecución de Djalal. La petición de Amnistía Internacional reunió más de 60,000 firmas.

También hubo una fuerte movilización a nivel internacional. Por ejemplo, una petición iniciada en change.org por Hakan Altıntaş, en Turquía, dirigida al presidente iraní Hassan Rohani ya reunió más de 262,000 firmas, como testimonio de la movilización. Ahí se lee:

During those months, he could only call his family for 2 minutes every 2 weeks. When he was in section 209, he started a hunger strike 3 times, and each lasted for a week. He started another hunger strike again from 26th of December, 2016 which he is currently continuing. The hunger strike is becoming a big health issue for him, he has pain in his kidneys and has very low blood pressure.

En estos meses, [Djalali] solamente pudo llamar a su familia durante dos minutos cada dos semanas. Cuando estaba en la sección 209, empezó una huelga de hambre tres veces, y cada una duró una semana. Empezó otra huelga de hambre desde el 26 de diciembre de 2016, que aún continúa. La huelga de hambre se ha vuelto un problema para su salud, tiene dolor en los riñones y su presión arterial está muy baja.

El sitio web improntalaquila.com informa las acciones emprendidas por la Asociación Luca Coscioni, que entre sus prioridades tiene la afirmación de las libertades civiles y los derechos humanos, en particular en ciencia:

L’Associazione Luca Coscioni aveva già presentato la vicenda di Djalali ai ministri italiani che si erano recati a Tehran per una manifestazione sulla collaborazione tecnico scientifica tra Iran e Italia e aveva partecipato alla Marcia per la Scienza di Roma e Milano dell’aprile scorso chiedendo la liberazione del ricercatore iraniano.

Djalali ha 20 giorni per ricorrere in appello. L’Associazione Luca Coscioni chiede al Governo italiano, un Paese tra i leader della campagna mondiale per l’abolizione della pena di morte e da sempre uno dei più vicini all’Iran, di usare tutta la moral suasion nei confronti di Teheran per scongiurare l’esecuzione di Ahmadreza Djalali.

La Asociación Luca Coscioni ya habían presentado el caso de Djalali ante los ministros italianos que fueron a Teherán para una manifestación sobre la colaboración técnico-científica entre Irán e Italia, y habían participado en la Marcha por la Ciencia de Roma y Milán el pasado abril, para pedir la liberación del investigador iraní.

Djalali tiene 20 horas para formular su apelación. La Asociación Luca Coscioni pide el Gobierno italiano, uno de los países líderes de la campaña mundial para la abolición de la pena de muerte, y desde siempre uno de los más cercanos a Irán, que utilice toda la persuasión moral en Teherán para impedir la ejecución de Ahmadreza Djalali.

En la cuenta de Google Plus de Johnny Jacques, la investigadora Martin Lagrange y su colega Tara Brady de Liverpool, Reino Uniodo, escribieron:

Ahmadreza Djalali is an honourable man who I am fortunate enough to have met as a fellow EMDM student. The allegations against him are so far fetched and it is particularly disturbing that he was arrested after being invited to share his expertise.

Ahmadreza Djalali es un hombre honorable que tengo la suerte de conocer como colega de estudios en EMDM [maestría europea en medicina de catástrofes]. Las acusaciones en su contra son inverosímiles y es particularmente inquietante que lo hayan arrestado después de haberlo invitado a compartir sus conocimientos.

A pesar de toda esta movilización, hay temor por la suerte de Djalali. Ciertamente, en comparación con su población, Irán es el país que más aplica la pena capital en el mundo. En 2016, se ejecutó a 567 personas, contra 977 en 2015.

Los hijos de Djalali, Amitis y Ariou, de 14 y 5 años, viven con su madre en Suecia. Han enviado una carta al papa Francisco para que ayude a que su papá regrese a casa.

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