
¿Se le permitiría la entrada en un edificio público en Jamaica a esta mujer de brazos desnudos? Si el actual código de vestimenta se mantiene, probablemente no. Foto del usuario de flickr AntonSLarsson, CC BY-NC-ND 2.0.
Jamaica es un país caluroso, y con el cambio climático se están elevando las temperaturas. El 3 de agosto del 2017, el servicio meteorológico del país registró una máxima sin precedentes de 36,9 Cº en Kingston, la capital.
Así pues, con todo este calor, ¿por qué deben las mujeres (y hombres) de Jamaica cubrirse los brazos (y piernas y pies) cuando visitan instituciones o instalaciones gubernamentales? Por un grupo de códigos de vestimenta, tema que apareció recientemente en Twitter, que entró pronto al debate los medios tradicionales.
La discusión no es nueva. En 2010, el periódico The Gleaner informó que el código de vestimenta de las entidades gubernamentales no se relajaba ni en caso emergencia. En una ocasión, esto resultó en la muerte de una mujer que «murió minutos después de que, según se informa, se le prohibiese la entrada en una comisaría porque un oficial le ordenó que se ‘vistiese de forma apropiada’ antes de entrar».
Hace varios años, hubo persistentes quejas en los medios, incluida esta carta al periódico The Gleaner del 2014, donde el autor concluye: «Quizá Jamaica sería ahora del Primer Mundo si dejásemos de centrarnos en las cosas sin importancia».
El columnista Garth Rattray también apuntó:
Even grief-stricken parents and relatives are turned away from public hospitals if they are deemed to be inappropriately attired. Most of the time, one's attire is the very last thing on one's mind when a loved one is seriously ill. It is heartless to turn away someone for wearing the same clothes that they would wear in any city capital.
The dress codes for government institutions are ridiculous, hypocritical, unfair, sectarian, archaic, bigoted nonsense. It's time to get rid of them. Short of exposing private parts, I can't imagine how one's attire can influence the way that business is conducted on government property.
Hasta a los padres y parientes golpeados por el dolor se les prohíbe la entrada a hospitales públicos si se considera que no están apropiadamente ataviados. La mayoría del tiempo, la ropa es lo último en que se piensa cuando un ser querido está gravemente enfermo. Es inhumano echar a alguien por vestir la misma ropa que llevarían en cualquier ciudad capital.
Los códigos de vestimenta para las instituciones gubernamental son un sinsentido ridículo, hipócrita, injusto, sectario, arcaico e intolerante. Es hora de deshacerse de ellos. Mientras no se enseñen las vergüenzas, no veo cómo la ropa puede influir en la forma en que se hacen las cosas en las propiedades del gobierno.
Ciertamente, no hay ninguna ley jamaicana que prohíba la ropa sin mangas de hombres y mujeres, pero casi todas las agencias gubernamentales tienen avisos en sus puertas que informan que el código de vestimenta prohíbe (aunque no se limitan a): blusas sin tirantes o sin mangas, camisetas de tiras, blusas escotadas, minifaldas, tops sin mangas, shorts (para las mujeres); y pantalones cortos, zapatillas deportivas, pantalones de cintura baja, camisetas interiores (para los hombres). La lista de artículos prohibidos para las mujeres es habitualmente más larga.
La discusión fue revivida a través de una publicación de Facebook del profesor Verene Shepherd de la Universidad de las Indias Occidentales, que se difundió en Twitter:
Can we have a discussion about this nonsense colonial mindset in an independent state? @findpatria@KemeshaKelly_@djmillerJApic.twitter.com/nHpVGmckke
— L.A. West-Blackwood (@garveygirl) October 31, 2017
Pregunta del día: ¿cuál es el origen de la prohibición de usar ropa sin mangas en oficinas e instituciones gubernamentales en Jamaica? Fui a un colegio en St. Thomas ayer, y el guardia de seguridad miró dentro del auto y preguntó si alguien del grupo tenía una blusa sin mangas.
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¿Podemos tener una discusión sobre está ridícula mentalidad colonial en un estado independiente?
Siguieron entonces un montón de anécdotas personales de los jamaicanos a los que habían prohibido la entrada a instalaciones gubernamentales:
Went to get a yellow fever shot, after waiting 20 mins to register, was told that I couldn’t get the shot because my top was sleeveless
— Melanie Schwapp (@melsdew) October 31, 2017
Fui a ponerme una vacuna de la fiebre amarilla; después de esperar 20 minutos para registrarme, me dijeron que no podía vacunarme porque my blusa no tenía mangas.
A friend was turned away from a govt office because he was wearing slippers while suffering from a foot ailment even with a doctor's note.
— Warren Smith (@warrenlsmith_jm) November 2, 2017
Un amigo mío no pudo entrar en un edificio gubernamental porque llevaba pantuflas mientras sufría una dolencia en el pie y hasta tenía certificado médico.
Ni siquiera los reporteros de televisión que visitaban un invernadero al aire libre gestionado por el gobierno se libraron:
#tvjallangles went to RADA to buy seedlings… we were denied entry because one of us was wearing a sleeveless dress…
— Rochelle McBean (@rocheeboo) November 9, 2017
Del programa All Angles de televisión fueron a la Autoridad de Desarrollo Rural Agrícola a comprar plantas… no nos dejaron entrar había una con vestido sin mangas…
La misma cadena de televisión dedicó su programa de actualidad semanal al tema:
There are Jamaicans who are being denied services that they are entitled to because of these dress codes, says @garveygirl. Yes, a serious issue to be addressed. @djmillerJA#TVJAllAnglespic.twitter.com/RGlDLYGfpw
— Susan Goffe (@suezeecue) November 9, 2017
Hay jamaicanos a los que se les están negando servicios a los que tienen derecho por culpa de los códigos de vestimenta, dice la emprendedora Latoya West-Blackwood. Sí, un problema serio que debe ser abordado.
El presentador del programa aprovechó la ocasión para hacer una «declaración sobre vestimenta» en el estudio:
#SleevelessInStudiopic.twitter.com/utBXQBuNS4
— Dionne JacksonMiller (@djmillerJA) November 6, 2017
Sin mangas en el estudio.
Algunos indicaron el doble rasero en la adherencia —o indiferencia— de las reglas de Jamaica. La locutora y educadora Fae Ellington tuiteó:
It's amazing how many Jamaicans are quick to utter ‘rules is/are rules’ when it's a discussion about women's sleeveless outfits but often break rules that could cause death. For example, the rules of the road. ‘Mout mek cross way if seh anyting’. #Rulesarerules
— Fae A. Ellington (@FaeEllington) November 9, 2017
Es increíble cuántos jamaicanos tienen la ligereza de decir «las normas son las normas» cuando se trata de ropa sin mangas de una mujer, pero luego suelen romper las normas que pueden causar la muerte. Por ejemplo, las normas de circulación. Donde dije «digo», digo «Diego». Las normas son las normas.
Un tuitero hizo referencia a un humorista británico, que da vida a un rapero con mucha ropa:
In #Jamaica offices and state buildings, women are expected to dress like #BigShaq? No sah! #armsout we deserve the #RightToBareArmspic.twitter.com/lkcqIPORr1
— Isis Semaj-Hall (@IsisSemajHall) November 10, 2017
Brrr, bap, bap.
[Esta es la] única manera de ir a trabajar con el código de vestimenta de Jamaica.
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En Jamaica, en las instituciones y edificios del estado, se espera que las mujeres se vista como el rapero Michael Dapaah, comocido como Big Shaq. ? ¡No, señor! Brazos afuera. Ejercemos el derecho a llevar los brazos desnudos.
Sin embargo, no todos los jamaicanos se oponen a los códigos de vestimenta. Uno de los argumentos para la política de «brazos desnudos, no» era la higiene:
Good morning to everybody, except those who make a big stink about having to dress properly to go into ppl's offices…have a care for the workers who don't wish to interact with your underarms…
— Griot (@RealDuttyMan) November 9, 2017
Buenos días a todos, excepto a los que están tan pesados con lo de vestirse de forma apropiada para ir a instalaciones públicas… Hay que tener consideración con los trabajadores que no tienen deseos de interactuar con sus axilas.
Algunos refutaron el razonamiento de la transpiración:
Sleeveless can't be less hygienic than sleeves. The heat while wearing clothes creates more sweat, and that is the best bacteria growing environment. #tvjallangles
— Finding Me-o (@MarioRBoothe) November 9, 2017
Ir sin mangas no puede ser menos higiénico que llevarlas. Cuando se lleva ropa, el calor provoca más sudor, y ese es el mejor ambiente para el crecimiento de bacterias.
No obstante, muchos jamaicanos no tenían problema alguno en seguir las normas, como apuntó un televidente:
It is striking how many people in the vox pop said «Rules are rules.» #sleeveless#TVJAllAngles@djmillerJApic.twitter.com/69f2DbUwHO
— Susan Goffe (@suezeecue) November 9, 2017
Es increíble cuánta gente a la que preguntan por la calle dice que «las normas son las normas». Sin mangas.
¿Habrá alguna petición en línea? Aún no, por lo que parece, aunque una comentarista de televisión mencionó planes de publicar una en la Página de Peticiones del primer ministro:
Donna Scott-Mottley says she has a volunteer who is going to set up an online OPM petition re the sleeveless rule. @djmillerJA#TVJAllAnglespic.twitter.com/r0Q9r5gSA5
— Susan Goffe (@suezeecue) November 9, 2017
Donna Scott-Mottley dice que tiene un voluntario que iniciará una petición en línea a la Oficina del Primer Ministro sobre la norma de no llevar mangas.
Sin embargo, la mayoría de peticiones se están debilitando ahora con muy pocos votos. De momento, no hay ninguna que se refiera al código de vestimenta.
Con todo, una encuesta informal en línea de los medios mostró que un 72% de los lectores apoyaba la reforma de la norma de no llevar mangas.
Entrando en la discusión de las redes sociales, Jamaica Observer consultó a Bert Samuels. conocido abogado de derechos humanos, que sugirió que negarle la entrada a alguien en edificios públicos por llevar ropa sin mangas «podría ofender su derecho constitucional a la libertad, tanto de asociación como de movimiento». Añadió que la ley referida a la vestimenta es la ley de exposición indecente, que en realidad está pensada para prohibir la exposición de las partes pudendas.
La también abogada Hilaire Sobers comentó en Facebook:
Time for my legal profession to challenge this nonsense in the courts.
Es hora de que my profesión legal desafíe este sinsentido en los tribunales.
El periódico trató el controvertido tema en portada:
Unconstitutional and colonial! No Jamaican must be denied access to public Services based on this nonsense rule. ????pic.twitter.com/RB5KoZvgN4
— L.A. West-Blackwood (@garveygirl) November 6, 2017
¡Rabia sin mangas!
——
¡Inconstitucional y colonial! A ningún jamaicano se le debe negar el acceso a los servicios públicos en base a esta norma sin sentido.
????
Como quizá era de esperar, siempre hay emprendedores jamaicanos (que algunos llamarían «estafadores») preparados para sacar provecho de la situación y alquilar la vestimenta adecuada a la entrada de las instalaciones gubernamentales.
Mientras la exprimera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, era conocida y admirada por sus modelos sin mangas, Grace Virtue, educadora que vive en el extranjero, enlazó ese estilo con el «trumpismo»:
Trumpism : When you live in a tropical country (96 degrees in the shade…) and thick long-sleeved lined polyester suits are accepted as proper dress code and a sleeveless shirt is a violation. Trump is a metaphor – for ignorance and the utterly absurd! I don't even know about the legality but I am certain of the stupidity!
Trumpismo: Cuando vives en un país tropical (35 grados a la sombra…) y los trajes de poliéster forrado y manga larga son aceptados como la forma de vestir apropiada, y las camisetas sin mangas son falta. Trump es una metáfora, ¡para la ignorancia y el más completo absurdo! ¡Ni siquiera sé sobre leyes, pero estoy segura de que es una estupidez!
Es evidente que no se trata de un fenómeno estrictamente jamaicano; según varias fuentes en línea, incluida esta publicación desde Barbados, es común en el Caribe angloparlante.
Ha habido muy poca respuesta por parte de las agencias e instituciones gubernamentales tras el reciente bullicio por las normas. Aparte de la indignación de las redes sociales, se ha hecho poco, lo que puede sugerir que esto siga siendo un problema que no se solucione ni en dos o tres años.