Una fallida prohibición de dos populares aplicaciones de mensajería ha puesto de manifiesto problemas de seguridad del Gobierno afgano y las voces cada vez más influyentes de los usuarios de internet en el país de 35 millones de habitantes.
El 1 de noviembre, en comunicación oficial, el Ministerio de Información y Tecnología ordenó a los proveedores de servicio de internet que bloquearan WhatsApp y Telegram, que estaban bien establecidas en el país con el aumento de la conectividad a internet móvil.
El 2 de noviembre, una empresa estatal de telecomunicaciones había bloqueado las aplicaciones, y las críticas por la decisión –expresadas mayormente en Facebook– se elevaron. En pocos días, los dos principales funcionarios del país, el presidente Ashraf Ghani y el director ejecutivo, Abdullah Abdullah, se reunieron y revocaron la prohibición.
¿Prohibir WhatsApp dará seguridad a los afganos?
La carta del ministro pedía una prohibición de prueba inmediata de 20 días en las aplicaciones de mensajería sin demora, pero no daba una razón para la acción. El subdirector de la autoridad regulatoria de telecomunicaciones, división del Ministerio de Información y Tecnología, dijo a la BBC que la prohibición se debía a “razones de seguridad”.
En años recientes, el Gobierno de Afganistán ha sido sobrepasado por una insurgencia militante que se volvió más violenta cuando grupos militantes claves, como el Talibán, se dividieron en facciones enfrentadas.
Según se informa, el Talibán usa WhatsApp y Telegram para sus funciones de encriptación integral, pero el grupo no está solo en su elección. En julio de 2017, Facebook (empresa matriz de WhatsApp) informó que más de mil millones de personas usan la aplicación todos los días.
No hay información disponible sobre la cantidad de usuarios en Afganistán, pero se sabe que la aplicación es popular en ciudades donde internet móvil es relativamente confiable, como Kabul, Mazar-i-Sharif, Herat, Kandahar y Jalalabad. El Talibán conserva presencia cerca de las cinco ciudades, mientras que grupos que han declarado su lealtad al ISIS están activos cerca de Jalalabad.
Entre los seis millones de usuarios de medios sociales en el país, se vio la prohibición como un intento de censura más que una precaución de seguridad, y también como una amenaza implícita al muy atesorado recurso en línea de Facebook.
El periodista Habib Khan habló contra la prohibición:
Say NO to government censorship!
Blocking What's App & Telegram is just the beginning of government's censorship. If it's not resisted, soon the gov't will block Facebook, Twitter and other social media and messaging platforms.
Such bans contradict democratic values and norms and compromise on the citizens’ freedom.
¡Dile NO a la censura del Gobierno!
Bloquear las aplicaciones de WhatsApp y Telegram es solamente el comienzo de la censura gubernamental. Si no hay resistencia, pronto el Gobierno bloqueará Facebook, Twitter y otros medios sociales y plataformas de mensajería.
Esas prohibiciones contradicen los valores y normas democráticos y comprometen la libertad de los ciudadanos.
Maisam Iltaf, colaboradora de Global Voices, cuestionó el periodo de 20 días:
I wonder, what is the magical 20 behind the ridiculous ban?@WhatsApp @telegram #Afg
— Maisam Iltaf (@MaisamIltaf) November 3, 2017
Me pregunto, ¿qué es ese mágico 20 detrás de la ridícula prohibición?
Parwiz Kawa, que edita el mayor periódico del país, Hasht e subh Daily, dijo a la BBC que el país es una sociedad abierta:
The public reaction – including our own front page – is to resist. We can’t tolerate any ban on social media or any censorship… If the Taliban or others are using these services, find out who is using them, don’t ban them- that’s very sensitive at this stage of Afghanistan’s development.
La reacción pública –incluida nuestra portada– es resistir. No podemos tolerar ninguna prohibición a medios sociales ni censura… Si el Talibán u otros que usan esos servicios, averigüen quiénes los usan, no los prohíban -es muy delicado en esta etapa del desarrollo de Afganistán.
Por su parte, el destacado investigador periodístico Mukhtar Wafayee presentó un ultimátum al presidente afgano Ashraf Ghani :
حک میکنیم.
صف حاکمان مستبد باید مشخص باشد. اگر فرمان مسدود ساختن تلگرام و واتساپ پس گرفته نشده و از مسدود شدن صفحات مشخص شدهی فیسبوک جلوگیری نشود، نام اشرف غنی نیز در کنار دیکتاتورهای سرکوبگری همچون علی خامنهیی، رجب طیب اردوغان، رابرت موگابه، پوتین، کیم جونگ اون، بشار اسد، شاه عربستان و دهها تن دیگر از دشمنان آزادی بیان اضافه میشود.
…se debe retirar la orden inmediatamente, o de otra manera el nombre de Ghani estará al lado de dictadores como Putin, Bashar Assad, Kim Jong Un y muchos más.
Retroceso
Al poco tiempo del clamor del público, la decisión fue revertida. El despacho del presidente Ashraf Ghani emitió un alegre comunicado de prensa, que destacaba la garantía constituicional de la libre expresión.
“El Gobierno de Unidad Nacional se considera responsable por [la libre expresión]… El Gobierno no permitirá que ninguna institución imponga una prohibición a las herramientas relativas a la libertad de expresión”.
President @ashrafghani and Chief Executive Abdullah met today & decided that there will be no ban on Whatsapp & Telegram in #Afghanistan.
— Dr. Abdullah (@afgexecutive) November 6, 2017
El presidente Ashraf Ghani y el director ejecutivo Abdullah se reunieron hoy y decidieron que no habrá prohibición a WhatsApp y Telegram en Afganistán.
No es la primera vez que el Gobierno se ha mostrado nervioso por herramientas de comunicación masiva.
En 2014, los proveedores de servicios de internet aparentemente ignoraron una solicitud gubernamental de bloquear Facebook durante una prolongada disputa electoral. El Gobierno sostuvo que las cuentas de Facebook agregaban tensiones políticas con publicaciones de contenido provocativo. Los usuarios afganos del servicio condenaron el intento de bloqueo.