Asesinato de mujer transexual en Trinidad y Tobago resalta la exclusión que se enfrenta la comunidad LGBTQ

Captura de pantalla de Sasha Fierce del video Friends4LifeTT, cuando habló sobre algunos de los retos que enfrentan los transexuales en Trinidad y Tobago.

La noche del 5 de diciembre de 2017, una mujer transexual fue asesinada en un parque en Puerto España, Trinidad, un país cuyo marco legal no incluye ningún elemento mediante el cual una persona pueda cambiar su identidad sexual. El nombre «legal» de la víctima en el registro era el de Keon Patterson, aunque se le conocía más por el alias Sasha Fierce (inspirado en la cantante estadounidense Beyonce), con el que se erigió como firme defensora de la comunidad transexual local y portavoz del VIH.

Fierce aparece en el video Friends4LifeTT, publicado en YouTube en agosto de 2017 y que explora cómo es ser transexual en Trinidad y Tobago. Las noticias sugieren que dos hombres dispararon a Fierce, a quienes la policía ha interrogado.

Si bien Trinidad y Tobago es un país acostumbrado a la delincuencia violenta, el asesinato de Fierce ha planteado la cuestión acerca de cómo se trata a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer (LGBTQ) en las sociedades caribeñas. Esta república insular no siempre ha mostrado tolerancia hacia la fluidez del género, como Jamaica, que ha demostrado sistemáticamente una falta de comprensión hacia la comunidad LGBTQ.

Los usuarios de redes sociales expresaron sus críticas. Lara Quentrall-Thomas se lamentó:

This wonderful human being, who cared so much for others, died for no reason .. other than perhaps, being different. Trinidad has reached a new low.

Este ser maravilloso, que se preocupaba tanto por los otros, murió sin más motivo que el de quizás ser diferente. Trinidad ha caído aún más bajo.

Los comentarios iban desde llamar al país «tercermundista» hasta criticar al Gobierno por «no promulgar leyes para proteger a todos los ciudadanos», y que «es verdaderamente desgarrador y lamentable que miembros de la comunidad LGBT no puedan ser quienes son».

La sodomía figura en la ley trinitense como delito, aunque no se ha puesto en práctica en ninguna causa pendiente de relaciones homosexuales consentidas. Por tanto, la ley es solo un aspecto de este asunto; unas actitudes sociales profundamente integradas tienden a ejercer un impacto mucho mayor en la vida diaria de la gente LGBTQ en el marco caribeño.

Estas actitudes se ven influidas a menudo por declaraciones religiosas conservadoras acerca de minorías sexuales y de género. Los prejuicios se han filtrado tanto a los medios convencionales como a los comentarios en redes sociales acerca del asesinato, que según la Coalición de Defnesa de la Inclusión de Orientación Sexual (CAISO) «se ha añadido a la violencia«.

Esto ocurre pese a los intentos de hace unos años por debatir sobre cómo los medios deberían informar equitativa y seriamente sobre temas que afectan a la comunidad LGBTQ. En alusión a una serie de televisión en 2015 que trataba sobre la vida diaria de una mujer transexual en Trinidad y Tobago, Daniel Khairi comentó en Facebook:

This makes me anxious and the preview questions are awful. Trans people are always subject to ‘why’ and ‘what's in between your legs.’ I have no faith that [the television station] will do right by this woman.

Esto me preocupa, y las preguntas son horribles. Los transexuales siempre son sujeto a «por qué» y «qué tienes entre las piernas». No creo que este canal de televisión haga lo correcto por esta mujer.

Durante años, este ha sido un sentir comúnmente expresado:

La falta de educación hacia la comunidad transexual en Trinidad ve comentarios como esos.

CAISO, por su parte, no mostró ignorancia. En una serie de publicaciones en su página de Facebook, la organización criticó el desarrollo de la historia por parte de los medios locales y de los internacionales:

Three things NOT to do when a transwoman is murdered: 1) Don't send the media dehumanising pictures of her dead body to publish. 2) Don't make her death about you. 3) Don't fundraise for your hotel room.

Tres cosas que no hay que hacer cuando asesinan a una mujer transexual: 1) No envíen a los medios imágenes deshumanizadoras de su cuerpo para que publicar. 2) No hagan suya su muerte. 3) No hagan colectas para pagar su habitación de hotel.

La referencia es un golpe de Jason Jones, activista trinitense residente en Reino Unido, quien ha impugnado la ley de sodomía de la isla como anticonstitucional en un caso que tendrá lugar el 30 de enero de 2018 en el Tribunal Supremo de Puerto España. Jones, entrevistado en un artículo sobre el asesinato de Fierce para el Gay Star News, está intentando recaudar fondos para contrarrestar los costes de este reto legal.

En otra publicación, CAISO alabó a un periódico local por «corregir su anterior noticia (en la que habían llamado a Sasha «hombre transexual») y cambiar los pronombres a femenino. La historia actualizada también omite una especulación acerca de trabajo sexual».

El mismo periódico, el Trinidad and Tobago Newsday, publicó una segunda historia, que decía que los amigos de Fierce «temen llorar su muerte en público» por temor a ser atacados, aunque Andre Bagoo fue firme:

Sasha Fierce is dead bt hear this: freedom is not. We will not be afraid. We will not cower in our homes. We will marry the night.

Sasha Fierce está muerta pero escuchen esto: la libertad no lo está. No tendremos miedo. No nos encerraremos en casa. Nos casaremos con la noche.

El 8 de diciembre de 2017 se llevó a cabo una conmemoración en honor a Fierce.

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