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Animales muertos, llantas y desperdicios médicos: Informe denuncia riesgos para la salud por crisis de basura del Líbano

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Líbano, Ambiente, Derechos humanos, Desastres, Medios ciudadanos

Bassam Khawaja (derecha) y Nadim Houry (izquierda) presentan el estudio de Human Rights Watch acerca de la quema de desechos al aire libre en El Líbano. Foto de Hassan Chamoun.

Hassan Chamoun, colaborador de Global Voices, asistió a la conferencia organizada por Human Rights Watch como parte de la cobertura de medios sobre la crisis de basura en El Líbano. 

La crisis de la basura en el Líbano ha sido objeto de análisis en el estudio llevado a cabo por Human Rights Watch (HRW) «Como si inhalaras muerte: Riesgos de la salud por quema de desechos en el Líbano [1]«, que se publicó el 1 de diciembre.

Este estudio recoge 104 entrevistas a interesados y visitas sobre el terreno a 15 vertederos al aire libre donde no se respetan los requisitos mínimos ambientales ni sanitarios.

HRW también habló con 53 habitantes —algunos viven cerca de los vertederos—, y realizó un pequeño videoreportaje sobre la situación:

Estos incineradoras de basura al aire libre tienen un grave impacto en la salud de las personas y se relacionan con problemas cardiovasculares, cáncer, enfermedades dermatológicas, asma u otros trastornos respiratorios.

La comunidad internacional puso su atención en esta crisis en el año 2015 gracias al Movimiento «You Stink» (Apestas) [2], protesta ciudadana organizada al paso que surgió como respuesta a la incapacidad del Gobierno para sustituir el vertedero de Naameh que recibía los residuos de Beirut y de la Gobernación del Monte Líbano (que supone la casi la mitad de población del Líbano [3]).

Consulta aquí el seguimiento especial de Global Voices en 2015: Protestas de «You Stink» en El Líbano [2]

Aunque la comunidad internacional se interesó por esta crisis en 2015, el problema tiene varios años y no se limita a las gobernaciones de Beirut y el Monte Líbano. Como señalaba HRW, la crisis ha puesto de manifiesto una serie de problemas estructurales graves en el país:

pattern of poor government planning and management, inadequate support to and oversight of areas outside of Beirut and Mount Lebanon; overuse of landfills, open dumping and burning […] and a lack of transparency.

una continua mala gestión y planificación por parte del Gobierno, apoyo inadecuado y negligencia a la hora de supervisar las zonas fuera de Beirut y El Monte Líbano; uso excesivo de los vertederos, incineración y vertido abierto de desechos y […] falta de transparencia.

El choque entre la salud ambiental y la política era algo inevitable. Por ello, las protestas de 2015 incluyeron varias demandas desde la dimisión de varios ministros considerados como responsables de esta crisis hasta la aplicación de nuevas reformas gubernamentales. Algunos manifestantes incluso llegaron a pedir la dimisión del Gobierno con el grito de «Ash-shab yurid isqat an-nizam» («El pueblo quiere derrocar el régimen»).

El nombre del movimiento «You Stink» (Apestas) viene del árabe ‘طلعت ريحتكم’, que se refiere tanto al olor de los desechos que se acumulan en las calles como al sistema político.

«Hay basura que no se debe reciclar». Cartel muy utilizado en las protestas de You Stink en El Líbano donde se muestran a varios políticos libaneses convertidos en bolsas de basura. Fotografía: Hassan Chamoun, 22 de agosto de 2015.

«No podemos respirar»

Un estudio de 2016 [4]realizado por el Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo, PNUD, y el Ministerio del Ambiente del Líbano denunciaba la existencia de un total de 941 vertederos al aire libre en comparación con los 670 identificados en el estudio de 2011.

Con la ayuda de un mapa del PNUD y los datos procedentes del Ministerio del Ambiente del Líbano, el estudio de HRW recoge que existen más de 150 vertederos donde se queman desechos al aire libre semanalmente. El cuerpo de bomberos del Líbano respondió [5] a 4.426 denuncias por quema abierta de desechos desde principios de 2015. Según este informe del cuerpo de bomberos, el número de denuncias por quema de desechos al abierto en el Monte Líbano aumentó un 330 % en 2015 y un 250% más en 2016.

Mohamed vive cerca de un vertedero en Bar Elias en el Valle de Bekaa, al este del Líbano, y contó a HRW:

When they burn we can’t breathe […] We’ve had to go to the hospital because of this. My wife has gone four or five times [since burning began], my son and I went two times. All because of breathing [problems]. We usually stay two days to a week. The hospital said it was an infection in the lungs because of the smoke.

Cuando queman desechos, no podemos respirar […] Hemos tenido que ir al hospital a causa de esto. Mi mujer ha ido cuatro o cinco veces [desde que empezaron la incineración], mi hijo y yo hemos ido dos veces. Todo debido a problemas respiratorios. Normalmente nos dejan ingresados entre dos días y una semana. Los médicos nos dijeron que se trataba de una infección pulmonar por la inhalación del humo.

Además, Mohammed explicó que esta crisis ha empeorado la situación económica de su familia:

They would give us pills, they were very expensive. They also gave us oxygen masks…We’re not even able to fix our house because of how much we spend on medical care…In the summer we can’t sleep because of all the smoke, we kept waking up trying to breathe.

Nos recetan medicamentos que eran muy caros. Y también nos dieron máscaras de oxígeno… No hemos podido hacer obras en casa porque hemos tenido muchos gastos médicos. En verano no podemos dormir por culpa del humo. Nos despertamos porque nos cuesta respirar.

Relación entre pobreza y riesgos para la salud

Como Beirut y Monte Líbano son dos de las provincias más prósperas del Líbano, el cierre de los vertederos movilizó a los ciudadanos y captó titulares internacionales. Sin embargo, el resto del país sufre los mismos problemas pero en silencio.

Por ejemplo, las polémicas [6] empresas privadas [6]Sukleen y Sukomi, se encargan de recoger, tratar y eliminar la basura en Beirut y Monte Líbano. De otro lado, en el resto de las regiones del país son los ayuntamientos los encargados de los desechos.

En teoría, los ayuntamientos reciben ayudas económicas a través del «Fondo Municipal Independiente», cuyos fondos provienen de los impuestos recaudados por el Gobierno central. Sin embargo, en la práctica los pagos del Fondo resultan irregulares y, en muchos casos, se realizan con meses de retraso [7].  Al no contar con estos fondos, los ayuntamientos se ven obligados a encontrar soluciones rápidas como los vertederos o incineradoras abiertas de basura.

Incineradora abierta de basura en Majadel, sur del Líbano. Fotografía de Human Rights Watch [8]. Utilizada con permiso.

En marzo de 2016, el consejo de ministros libanés adoptó un plan de gestión de basura que se insta a utilizar tecnologías que generan energía con desechos a partir de 2020. Hasta entonces, Beirut y Monte Líbano dependerán de dos vertederos sanitarios que pueden albergar los desechos de cuatro años: el primero se encuentra en Bourj Hammoud (en el área metropolitana de Beirut) y el segundo en Costa Brava (cerca del aeropuerto de Beirut).

El vertedero de Costa Brava, como denunció Nadine Mazloum en Global Voices [9], resulta inseguro además de un peligro para el medio ambiente y el tráfico aéreo. El resto de desechos debería enviarse [10] a  Sidon, ciudad situada a 40 kilómetros al sur de Beirut.

El informe destaca la correlación que existe entre la quema de basura y el nivel económico de la población. De los cien vertederos abiertos en Beirut y Monte Líbano, solo nueve incineran basura, mientras que el resto del país (donde vive la otra mitad de la población) cuenta con alrededor de 150 incineradoras abiertas de basura.

Mapa donde se muestra la correlación entre la quema de residuos al abierto y el nivel económico de la población. Cuanto más oscuro es el color gris, más alto resulta el porcentaje de población que vive por debajo del nivel económico de la clase media. Fuente: Informe de HRW.

¿Quién es el responsable?

Líbano forma parte del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESR, por sus siglas en inglés), que se ratificó en 1972, y por lo tanto, está obligado legalmente a mejorar la calidad de vida de su población.

Según el pacto, Líbano también tiene la obligación [5] de reconocer

“the right of everyone to an adequate standard of living…and to the continuous improvement of living conditions.”

el derecho de todos a una calidad de vida adecuada… y a una continua mejora de sus condiciones de vida.

Además de incumplir con las leyes internacionales, la quema abierta de basura incumple las leyes de protección medioambiental del Líbano, «que prohíben la emisión al aire de sustancias contaminantes, incluidos olores dañinos y perturbadores», explica Habib Battah, un periodista y bloguero libanés del The Beirut Report. Battah recientemente advirtió [11]:

Contrary to government claims, the waste crisis is far from over. Will we be tasting garbage in our wines and vegetables next harvest?  Where is the Ministry of Agriculture, Ministry of Environment, Ministry of Public Health or Ministry of Tourism?

Al contrario de lo que declara el Gobierno, la crisis de la basura no ha terminado. ¿Nuestros vinos y verduras van a acabar sabiendo a basura? ¿Qué están haciendo el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Medio Ambiente, el Ministerio de la Salud Pública o el Ministerio de Turismo?