Este artículo se basa en contenido publicado originalmente en 350.org como parte de una asociación con Global Voices.
En el sur de Italia, madres, maestros, trabajadores de la salud, abuelos y granjeros de aceitunas lideran una resistencia pacífica para proteger su tierra y su comunidad de una megatubería de gas.
Desde el 13 de noviembre, cientos de agentes de policía impusieron una ‘zona roja’ alrededor de la construcción de la Tubería Transadriática (TAP), y han prohibido el acceso a la zona a periodistas, ciudadanos y funcionarios locales.
Sin embargo, y pese a enfrentar una respuesta violenta por parte de la policía y multas individuales de hasta USD11,880 las comunidades locales de Melendugno están decididas a continuar con su resistencia para la construcción de TAP.
Estas son algunas personas que bloquean el proyecto:
Valentina es una artesana local que ya no quiere mantenerse al margen mientras se gasta dinero público para el beneficio privado de empresas multinacionales. Critica la corrupción y los intereses criminales que rodean a los proyectos.
Anna Maria se califica como abuela NoTAP, que lucha por el bien de la tierra. Está motivada a proteger el ambiente pues su sobrino tiene problemas de salud causados por complicaciones ambientales.
Simone Dima es la vicealcaldesa de Melendugno. Considera a TAP como un proyecto innecesario que destruye el clima y la economía loca, que se basa en turismo y agricultura.
Francesco se opone a TAP porque quiere que la tierra esté protegida. La tubería y la terminal que recibe el gas está proyectada para ser construida a través de un área protegida con antiguos bosques de olivos, acuiferos, bosques inmaculados y una imponente línea costera.
Aurora es una joven que toma acción para resistirse a un proyecto impuesto y no deseado de un consorcio multinacional que tiene ayuda del Estado para construir y que no deja que las personas digan nada, pese a la oposición local en los últimos seis años, desde que empezó el proyecto.
Sabina se resiste a TAP, que considera un proyecto inútil y peligroso que amenaza su medio de vida, el turismo en San Foca. Resalta que TAP no es un problema local solamente, sino europeo que no debería continuar en Salento ni en otros lugares.
Los lugareños reciben cada vez más apoyo mientras los bancos están bajo presión internacional de rechazar los préstamos de los que depende el proyecto para continuar. Por ejemplo, más y más personas están pidiendo al Banco Europeo de Inversión que se comprometa a no financiar TAP en cerca de USD1,770 millones.
TAP es parte del proyecto estrella del Corredor de Gas del Sur de la Comisión Europea. La Unión Europea presiona para desarrollar masivamente una nueva infraestructura de gas pese a que la infraestructura existenta ya opera por debajo de su capacidad y a pesar del hecho de una expansión del mercado de gas es incompatible con el Acuerdo Climático de París.
Películas de Paolo Zuccotti y Jan Hajdelak para 350.org. Música: Am-Trans de Podington Bear (Attribution-NonCommercial 3.0 International License – www.soundofpicture.com)