El domingo 17 de diciembre de 2017, una bomba estalló a la entrada de la iglesia metodista Bethel Memorial en Quetta, Pakistán. El atentado ocurrió mientras los fieles asistían a un servicio religioso y dejó nueve muertos y más de 50 heridos.
Según informes periodísticos, la policía abatió a tiros a uno de los atacantes que intentó entrar por la parte de adelante antes de que entrara a la iglesia. La policía emprendió una búsqueda de otros dos atacantes que intentaron entrar por la parte de atrás. El ataque sacudió a la minoritaria comunidad cristiana de Pakistán, que se aprestaba para celebrar la Navidad. ISIS se adjudicó la responsabilidad del ataque.
Las personas recurrieron a medios sociales para condenar el ataque y mostrar solidaridad con las familias de los fallecidos y heridos. La cibernauta Dua Fatima Khan condenó el ataque en Twitter:
I strongly condemn the terrorist attack in #Quetta. My thoughts are with the families of the deceased and prayers with the injured. #Pakistan
— Dua Fatima Khan (@DuaFatimaPK) December 17, 2017
Condeno enérgicamente el ataque terrorista en #Quetta. Mis pensamientos están con las familias de los fallecidos y mis oraciones con los heridos.
La periodista Mehr Tarar tuiteó:
Heartfelt prayers and condolences for the families of all those who were killed in an attack on a church in Quetta.
A truly low point for a society when its mosques, churches, imambarghas or temples need security.
— Mehr Tarar (@MehrTarar) December 18, 2017
Sentidas oraciones y condolencias a las familias de quienes murieron en el ataque a una iglesia en Quetta.
El nivel es realmente bajo para una sociedad cuando sus mezquitas, iglesias, imambargas o templos necesitan seguridad.
En respuesta a estos ataques terroristas, la gente ha empezado a expresar apoyo por la implementación del Plan de Acción Nacional, implementado para combatir el terrorismo en 2015. Este plan se puso en acción después del trágico incidente ocurrido en la Escuela Público del Ejército en Peshawar, Pakistán, que terminó con la muerte de 149 personas, en su mayoría niños.
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En Twitter, el cineasta Rehan Khan criticó al Gobierno:
Another attack. Another thread of condemnation. No sign of the National Action Plan #Quetta
No let up in terrorist attacks.
Sincere condolences to those who have lost their loved ones.— Reham Khan (@RehamKhan1) December 17, 2017
Otro ataque. Otro hilo de condena. Ninguna señal del Plan de Acción Nacional.
No aflojemos ante ataques terroristas.
Sinceras condolencias a quienes perdieron seres queridos.
El actor Hamza Ali Abbassi pidió al Gobierno tomar acción:
#Quetta Enemies of Pakistan & Humanity attack anything they can, schools, markets, hotels, mosques, shrines & churches! Prayers for the departed souls & my one question to Govt is: Security forces alone cant eliminate terrorism, WHEN WILL YOU IMPLEMENT NATIONAL ACTION PLAN?
— Hamza Ali Abbasi (@iamhamzaabbasi) December 19, 2017
Quetta: enemigos de Pakistán y la humanidad atacan todo lo que pueden, escuelas, mercados, hoteles, mezquitas, ¡altares e iglesias! Oraciones por los que partieron y mi pregunta al Gobierno es: las fuerzas de seguridad no pueden eliminar al terrorismo solas, ¿CUÁNDO IMPLEMENTARÁN EL PLAN DE ACCIÓN NACIONAL?
El periodista independiente Syed Hussain tuiteó una foto de clérigos de todas las religiones que muestran solidaridad con la comunidad cristiana:
#Christians and religious leaders from other faiths take part in a service for the victims of a suicide attack on a church in Quetta at the Sacred Heart Cathedral #LAHOREpic.twitter.com/ZtdqvfzYPF
— Syedih (@SyedIHusain) December 19, 2017
Cristianos y líderes religiosos de otras confesiones participan en una misa por las víctimas de un ataque suicida en una iglesia de Quetta en la Catedral del Sagrado Corazón.
Protección a las minorías en Pakistán
Los cristianos conforman aproximadamente el 1.6% de los 200 millones de habitantes de Pakistán, y han enfrentado discriminación los últimos años. Uno de los ataques más letales de Punjab ocurrió en Lahore en Pascua de 2016 y tuvo como resultado 70 muertos, incluidos varios niños.
El clérigo Imam Tawhidi tuiteó:
I woke up to images of young children killed in #Quetta only because they are Christian. Christians being targeted during Christmas is not new, yet the Islamic Government of Pakistan has no realistic security and protection plan for religious minorities.
— Imam Tawhidi (@Imamofpeace) December 17, 2017
Me desperté con imágenes de niños muertos en Quetta solamente porque son cristianos. Que ataquen a los cristianos en Navidad no es novedad, pero el Gobierno Islámico de Pakistán no tiene una seguridad realista ni un plan de protección para las minorías religiosas.
El periodista y activista Musharraf Zaidi tuiteó:
September 2013, All Saints Church Peshawar
March 2015, Youhanabad Church Lahore
March 2016, Easter Sunday Gulshan Iqbal Park Lahore
Today, Quetta…
Someone please help me explain how we are protecting our Christian brothers and sisters… pic.twitter.com/wMhkUsmr7l
— Mosharraf Zaidi (@mosharrafzaidi) December 17, 2017
Septiembre 2013, Iglesia de Todos Santos en Peshawar
Marzo 2015, Iglesia Youhanabad en Lahore
Marzo 2016, Domingo de Pascua, parque Gulshan Iqbal en Lahore
Hoy, en Quetta…
Por favor, que alguien me ayude a explicar cómo estamos protegiendo a nuestros hermanos cristianos…
La persecución a las minorías religiosas no es algo nuevo en Pakistán; desde 2015, más de 200 personas han muerto y más de 300 han quedado heridas en estos ataques.
Más recientemente, la discriminación contra las minorías también ha brotado en el Gobierno. El capitán del Ejército Muhammad Safdar Awan, ya retirado y actual miembro de la Asamblea Nacional solicitó el cambio del Departamento de Física de la Universidad Quaid-e-Azam, que lleva el nombre del doctor Adbus Salam, ganador del premio Nobel. Como Salam pertenece a la minoría musulmana de los ahmadía, el pedido de cambio de nombre pareció un acto de discriminación contra el grupo.
Para las minorías en Pakistán, el ataque en Quetta es otro recordatorio de que –hasta que se enfrenten el odio y la intolerancia religiosa– no podrán practicar su derecho básico de culto, sin temor de que los maten.