Desde bloqueos de internet a violentos ataques, el sur de Asia enfrentó nuevas amenazas a la libre expresión durante 2017

Prohibición de redes sociales. Imágenes compiladas por Rezwan.

En 2017, los países del sur de Asia enfrentaron un aumento de los desafíos en lo que respecta a la libertad de internet, la censura y la libertad de expresión. El equipo de Global Voices del sur de Asia resaltó muchos de estos problemas a lo largo del año. Aquí, un resumen de nuestra cobertura. 

Cortes de internet

Los cortes y apagones del servicio de internet en las zonas en conflicto aumentaron considerablemente en 2017, lo que puso en peligro el acceso de los ciudadanos a las comunicaciones, información y libertad de expresión en línea. En algunas regiones puntuales de India y Pakistán se presentaron cortes parciales y totales (por ejemplo, en redes de datos móviles). Los cortes no solo pusieron en riesgo los derechos de libertad de expresión que se detallan en las constituciones de esos países, sino que también tuvieron como consecuencias económicas que afectaron a los negocios y a los servicios públicos.

El Netizen Report de Advox, en Global Voices, señaló que los apagones de internet se están volviendo cada vez más una táctica común de las autoridades locales y regionales al hacer frente a la consternación pública como respuesta a la política y las elecciones, las tensiones étnicas y religiosas, y los incidentes violentos.

Desde el 1 de enero de 2017, se registraron en India 65 cortes de internet a nivel regional. En 2015, hubo 31 cortes de este tipo. El Centro de Asesoramiento Legal sobre software Libre de Nueva Delhi ofrece un mapa interactivo en línea que muestra la ubicación y los detalles de cada corte en India, junto con una pequeña descripción de los acontecimientos públicos que coincidieron con el corte.

Captura de pantalla del sitio web Internetshutdowns.in. CC BY-NC-SA 4.0.

De acuerdo a la información que proporcionó el grupo de derechos digitales accessnow.org, desde enero de 2016 tuvieron lugar en Pakistán 10 apagones digitales. El servicio de internet móvil se interrumpió por más de un año en las Áreas Tribales Bajo Administración Federal (FATA, según sus sigla del inglés) desde junio de 2016, según un informe de Freedom House.

Al analizar los detalles de estos cortes, vemos que los motivos son diversos. Los servicios de internet y telefonía celular se cortaron durante varios días en los estados de Haryana y Punjab, al norte de India, luego de un fallo judicial en el caso contra el gurú Gurmeet Ram Rahim Singh, controvertido líder de la inmensamente popular secta Dera Sacha Sauda.

En abril, en la ciudad india de Kendrapara, los funcionarios provinciales bloquearon la conectividad a internet durante 48 horas para evitar la circulación de un video «cuestionable» en el que, según informaron testigos, se ofendía al profeta Mahoma.

Censura a sitios de noticias, tuits y fraudes de Bollywood

El filtrado y bloqueo de sitios web específicos se convirtió en una herramienta corriente para los censores y los Gobiernos de varios países del sur de Asia. En la mayoría de los casos, el objetivo era bloquear el acceso a contenido políticamente sensible. Las autoridades utilizaron como pretexto la seguridad nacional. Esta práctica es una violación del artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que garantiza a todos el derecho de «buscar, recibir e impartir información e ideas a través de cualquier medio, sin importar las fronteras».

En abril, las autoridades de Cachemira, estado administrado por el Gobierno indio, bloquearon 22 aplicaciones de redes sociales, incluidas Facebook, WhatsApp y Twitter. Según informaron las autoridades, «algunos grupos antinacionales y sociales hicieron mal uso» de los servicios de las redes sociales en el valle de Cachemira con el objetivo de provocar disturbios en la «paz y la tranquilidad».

Hasta Bollywood generó censura en línea en agosto de 2017. Internet Archive y más de 2 600 sitios web para compartir archivos fueron bloqueados en India luego de dos resoluciones judiciales del Tribunal Supremo de Madrás (a los que se puede acceder aquí y aquí), en el estado indio de Tamil Nadu. El fallo, que se emitió el 2 de agosto de 2017, se basó en la petición de dos importantes productoras de Bollywood, Red Chillies Entertainment y Prakash Jha Productions, para impedir que los sitios web de difusión de archivos pongan fin a la distribución de copias pirata de dos películas que de reciente estreno: «Jab Harry Met Sejal» y «Lipstick Under My Burkha».

En dos solicitudes separadas, con fecha 16 y 24 de agosto, las autoridades indias solicitaron a Twitter que suspendiera más de 20 cuentas y que censurara más de cien tuits.

Manifestante cachemira desafía a un policía a que la detenga durante las restricciones impuestas en Srinagar, capital de verano de Cachemira, estado administrado por India. Foto de Ieshan Wani, usada con autorización.

Poco después, Twitter notificó a los dueños de las cuentas y les solicitó que borraran de forma voluntaria el contenido controvertido, y les advirtieron que, en caso contrario, Twitter podría verse obligado a intervenir en lo que respecta al contenido que se especificaba en la queja.

En 2017, Sri Lanka promulgó la Ley de Derecho a la Información. El 8 de noviembre de 2017, LankaeNews, sitio web de noticias independiente, fue bloqueado en todos los proveedores de servicios de internet en Sri Lanka. Tres sitios de noticias independientes de ese país presentaron solicitudes bajo la ley para recibir más información sobre el proceso de bloqueo, y la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones reveló que, desde 2015, se bloquearon 13 sitios web. Los documentos llegan hasta las altas esferas del Gobierno. Entre los sitios web bloqueados se incluyen sitios de noticias políticas y de material pornográfico.

Amenazas violentas contra blogueros y trabajadores de medios

Muchos periodistas, blogueros y trabajadores de medios fueron asesinados en varios países del sur de Asia.

Nueve blogueros pakistaníes desaparecieron en la primera semana de 2017. Cuatro de los activistas desaparecidos son conocidos por sus posiciones laicas y de izquierda. Algunos de los activistas aparecieron luego de varias semanas de cautiverio. De acuerdo a informes de los medios, los blogueros fueron torturados y obligados a firmar acuerdos en los que se comprometían a no denunciar judicialmente a sus secuestradores.

En India, activistas, periodistas y defensores de los derechos humanos han enfrentado creciente tensión e intimidación legal bajo las leyes de sedición indias y la Ley de Teconología de la Información que se promulgó en 2008.

Muchos periodistas, escritores y poetas fueron demandados por sus trabajos. El dibujante independiente Bala G fue arrestado el 5 de noviembre de 2017 por difamar al ministro en jefe del estado Tamil Nadu, al sur de India, en una caricatura difundida en redes sociales. El 5 de junio de 2017, el canal privado de noticias más antiguo del país, New Delhi Television Network (NDTV), conocido por su periodismo directo y contra el sistema, sufrió intervenciones en varias oficinas por parte de la Oficina Central de Investigación (CBI).

Gauri Lankesh (2012), imagen publicada en Flickr por Hari Prasad Nadig. CC BY-SA 2.0.

El 5 de septiembre de 2017, Gauri Lankesh, periodista india con gran trayectoria, fue asesinada a tiros en la puerta de su casa, en Bangalore. Tenía 55 años y era la editora de Gauri Lankesh Patrike, tabloide en canarés, que se oponía con firmeza a las organizaciones nacionalistas indias y al primer ministro, Narendra Modi.

La utilización de lenguaje de odio en el discurso público en India es cada vez mayor, y el asesinato de Lankesh es considerado una clara advertencia a las voces que expresan disidencia de que la intolerancia va en aumento.

El 23 de abril de 2017, el bloguero y activista Yameen Rasheed murió apuñalado en su casa en Malé, capital de Maldivas. Era un franco crítico del Gobierno y de la política radical basada en la religión. Rasheed había denunciado a la policía que recibió amenazas a través de mensajes de texto y de redes sociales por sus publicaciones. La policía declaró que los responsables de la muerte de Rasheed fueron extremistas religiosos y dieron inicio a los procedimientos para un juicio cerrado por este caso. La familia de Rasheed está luchando para que el juicio sea abierto al público, ya que temen que se pueda destruir evidencia contra los acusados.

En un comunicado sobre los asesinatos de Lankesh y Rasheed, la Federación Internacional de Periodistas expresó:

These killings horribly encapsulate the latest picture of threat and danger emerging from the violent discourse overtaking parts of South Asia, and more broadly around the world where authoritarian rule is eroding the very essence of democracy. With it, suffers press freedom and the public's right to know.

Estos asesinatos encapsulan de una forma espantosa la imagen actual de la amenaza y el peligro que emergen como resultado del discurso violento que alcanza distintas partes del sur de Asia, y en un sentido más amplio al mundo, donde los gobiernos autoritarios menoscaban la esencia de la democracia. De esta forma, se pone en peligro a la libertad de la prensa y al derecho del público a saber qué está ocurriendo.

En mayo, la policía emitió órdenes de arresto para cuatro blogueros y activistas de Maldivas que vivían en el exterior. Se les advirtió que las autoridades locales podrían buscar condenarlos in absentia si no volvían al país en un plazo de dos semanas desde la emisión de las órdenes de arresto. Hasta el momento, no se les ha procesado.

En Bangladesh, en un plazo de cuatro meses, se demandó a más de 20 periodistas bajo la controvertida ley de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Se presentaron casi 700 casos desde que la ley fue promulgada en 2013. Casi dos tercios de los casos se presentaron bajo la sección 57 de la Ley de TIC, que prohíbe los mensajes digitales que puedan «deteriorar» el estado de derecho, «perjudicar la imagen del estado o la persona» o «herir creencias religiosas».

Censura en el cine

En varios países, la industria cinematográfica enfrentó censura de su contenido.

Las autoridades de Bután prohibieron la presentación de la destacada película Hema Hema: Sing Me a Song While I Wait, que no pudo estrenarse en ese país por hacer «uso indebido» de las máscaras religiosas en la pantalla.

Captura de pantalla de YouTube.

En India, las autoridades prohibieron dos películas por ser «demasiado feministas» y «glorificar la homosexualidad». Si bien la Constitución de India garantiza la libertad de expresión, impone algunas restricciones al contenido, para proteger la armonía religiosa y de la comunidad, y para controlar la obscenidad.

En este año que comienza, esperamos ver que se haga justicia para muchas voces en línea y trabajadores de medios que fueron amenazados por hacer su trabajo, y nos comprometemos a continuar con la cobertura de las amenazas legales y técnicas a la libertad de expresión en línea.

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