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«Chicas de la calle de la revolución» protestan contra leyes obligatorias de hiyab de Irán

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Irán, Derechos humanos, Fotografía, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Mujer y género, Periodismo y medios, Política, Protesta

Mujer en protesta de hiyab el lunes 29 de enero. Composición de imágenes #دختران_خیابان_انقلاب [1] con fotos de la cuenta de Twitter de Omid Memarian [2].

Un aluvión de desafiantes mujeres iraníes han tomado las calles de Teherán para protestar contra el uso obligatorio del velo.

Las fotos de sus manifestaciones han circulado ampliamente en línea con la etiqueta #دختران_خیابان_انقلاب [1] (Chicas de la calle Enghelab). Para la tarde del 29 de enero, al menos dos mujeres de las seis que salen en las fotos fueron arrestadas [3].

Las protestas llegaron después de una acción similar de una iraní llamada Vida Movahed, que fue arrestada el 27 de diciembre de 2017, después de que se hiciera viral una foto donde aparece agitando en silencio su hiyab sobre su cabeza descubierta en la calle Enghelab de Teherán («enghelab» significa «revolución»). Movahed fue puesta en libertad un mes más tarde, el 27 de enero.

Luego de la Revolución Islámica de 1979 [4], el hiyab pasó a ser obligatorio en varias etapas. La ley se promulgó en marzo de 1979; inicialmente en apoyo de la revolución contra la monarquía, las mujeres iraníes salieron por cientos de miles a manifestar su desacuerdo. Al año siguiente, el hiyab se volvió obligatorio en oficinas gubernamentales y públicas hasta 1983, cuando se hizo obligatorio para todas las mujeres.

Salto al pasado: 1979 manifestación contra el hiyab en Teherán, Irán, una día antes de que el régimen teocrático empezara a imponer el velo  para las mujeres a la fuerza y violentamente.

La foto de la protesta de hiyab de Movahed, parada encima de una caja de electricidad en la calle Enghelab, se hizo viral en el contexto de las ola de protestas contra el Gobierno [7] que se esparcieron por el país desde el 28 de diciembre de 2017.

Una mujer sin velo en Irán se para desafiante en una manifestación contra el Gobierno. Debemos tener los ojos internacionales atentos. Ha habido brutales represiones recientemente por parte del Estado. No podemos dejar que eso vuelva a ocurrir.

Pero el desafío de Movahed en realidad era un ícono equivocado [11] para las protestas a nivel nacional. Ella realizó la acción como parte de su propia protesta singular el 27 de diciembre de 2017, para la campaña Miércoles Blanco [12], donde las iraníes publicaron fotos en línea donde se les ve descartar sus pañuelos de cabeza con la etiqueta #WhiteWednesday [miércoles blanco]. Esto era parte del movimiento My Stealthy Freedom [13] [Mi libertad furtiva] fundada por la periodista exiliada Masih Alinejad [14] contra el hiyab obligatorio para las mujeres.

Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional empezaron a pedir [15] la liberación de Movahed cuando se supo que fue arrestada poco después de su postura en la caja eléctrica de la calle Enghelab. El 28 de enero, Nasrin Sotoudeh, abogada de derechos dentro de Irán, conocida (y a veces perseguida) por defender a activistas y opositores, anunció en su página de Facebook [16] que Movahed había quedado en libertad el día anterior:

دختر خیابان انقلاب آزاد شد.
در مراجعه‌ای که برای پیگیری پرونده‌ی دختر خیابان انقلاب به دادسرا داشتم، مدیر دفتر گفت که وی آزاد شده است. خوشحالم که او دیروز به خانه برگشته است. امیدوارم با پرونده‌سازی قضایی، وی را که از حقی ساده و یقینی استفاده کرده است، مورد اذیت و آزار قرار ندهند. او هیچ کاری نکرده است تا مستحق تعقیب قضایی باشد. دست‌تان را از سر او کوتاه کنید.

La chica de la calle de la revolución fue liberada.

Cuando regresé de la fiscalía para seguir el caso de la chica de la calle Enghelab, el jefe de la fiscalía me dijo que la habían liberado. Me alegra saber que regresó a casa ayer. Espero que este caso judicial no se use para acosarla por defender sus derechos. No ha hecho nada que justifique que la enjuicien. Por favor, no le pongan las manos encima [dirigido a las autoridades].

Unos días después de la liberación de Movahed, varias mujeres la emularon, y se pararon en postes eléctricos en la calle Engheblab:

Una fuente informada dijo a la Campaña por los Derechos Humanos en Irán que Narges Hosseini, una de las manifestantes en la calle Enghelab, fue arrestada el 29 de enero.

Otras mujeres adoptaron posturas similares, se sacaron sus hiyabs en diferentes calles en Teherán, y en un caso en Isfahán, ciudad del centro de Irán, según informes de colabroación colectiva de Nariman Gharib en www.enghelabgirls.com [21]. Sin embargo, el simbolismo de las protestas iniciales de la calle Enghelab no se perdió en las siguientes acciones.

Están homenajeando a estas valientes mujeres en Irán por salir y protestar contra el hijab obilgatorio, que han desencadenado una conversación (que hay que tener desde hace mucho tiempo) sobre el control de las autoridades sobre el cuerpo de la mujeres en medios en farsi.
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Dato interesante: La primera mujer en protestar –anónima entonces– lo hizo en la calle “Revolución”. Y rápidamente se ganó el título de “chica de la calle Revolución”. Luego esto se convirtió en la etiqueta “chicas de la revolución” y otras se le unieron.

Para la tarde del 30 de enero, se vio a varias mujeres quitándose el velo en Teherán, y también a un hombre.

Poderoso: un iraní protesta contra el hiyab obligatorio, imita el acto desafiente de las mujeres.

Intersección de la calle Vali Asr y la calle Rasht, en Teherán. No al hiyab obligatorio.

El grupo My Stealthy Freedom, que organizó el Miércoles Blanco, campaña en la que participaba Movahed con su original acto de desafío, fue fundado por Masih Alinejad. Alinejad y su movimiento son polémicos en Irán, y a veces están sometidos a campañas de difamación [32] de los medios iraníes. También los asocian con activismo de oposición dentro del país.

En la página de Facebook [33] de «My Stealthy Freedom», Alinejad dio la bienvenida a todos los que atacaron antes su campaña pero ahora participan en las discusiones y se oponen al hiyab obligatorio tras las chicas de la calle Enghelab:

Our #WhiteWednesdays [34] campaign has been making an unstoppable impact and we are more than overjoyed. We are gratified to realize that the compulsory veil is no longer something than can be easily dismissed. It has always been an important issue as it relates to women's freedom of choice. It is our most basic right. Our campaign has come a long way. We have also realized that people who attacked us yesterday are now onboard supporting our struggle. We warmly welcome them. We at my #StealthyFreedom [35] do not judge people; our campaign is based on mutual respect.

Nuestra campaña de Miércoles Blanco ha tenido una impacto indetenible y estamos más que encantados. Nos sentimos bien de darnos cuenta que el velo obligatorio ya no es algo que se puede dejar de lado fácilmente. Siempre ha sido un asunto importante pues se relaciona con la libertad de elección de la mujer. Es nuestro derecho más básico. Nuestra campaña ha recorrido un largo camino. También nos hemos dado cuenta de que quienes no atacaron ayer están ahora con nosotros, y apoyan nuestra lucha. Les damos una cálida bienvenida. Era mi libertad no juzgar a nadie; nuestra campaña se basa en el respeto mutuo.

Zahra Safyari, una voz en los medios sociales iraníes, declaró su apoyo a las chicas de la calle Enghelab y el derecho de las iraníes a elegir usar o no el hiyab:

Soy chadori [uso un manto que cubre todo el cuerpo que se llama chador [37]]. He elegido ir con velo, no por la fuerza de mi familia, ni por el ambiente ni condiciones de mi trabajo. Estoy muy contenta con mi eelección pero estoy en contra el hiyab obligatorio y apoyo a las chicas de la calle Enghelab. Con religión y hiyab, no debería haber fuerza.

Safyari se expresó para señalar una distancia de las protestas de Masih Alinejad o cualquier movimiento opositor con el fin de derrocar al régimen iraní:

Las chicas de la calle Enghelab no son derrocadoras, seguidoras de Masih Alinejad, ni receptoras de dinero alguno. Son las chicas de la tierra iraní que siguen sus derechos básicos.