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Desde 2016, tribunales de Myanmar sentenciaron a todos los acusados según la ley de telecomunicaciones

Categorías: Asia Oriental, Myanmar (Birmania), Activismo digital, Censura, Derecho, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, GV Advox
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El periodista Wunna Tun (izquierda) conversa con el poeta y activista Maung Saungkha en el Foro de Derechos Digitales de Myanmar 2018.

Entre 2016 y 2017, todos los acusados bajo la sección 66 (d) de la Ley de Telecomunicaciones de Myanmar fueron condenados y sentenciados a prisión.

La conocida sección 66 (d) dispone hasta tres años en prisión por «extorsionar, coaccionar, restringir, difamar, perturbar, influenciar en exceso o amenazar a cualquier persona con una red de telecomunicaciones».

La nueva investigación llevada a cabo por la ONG Free Expression Myanmar (FEM) muestra que el uso de la sección 66 (d) ha generado un 100 por ciento de índice de condenas [2], y que esas sanciones emitidas bajo la ley han sido desproporcionadamente diras. «Todos los tribunales dictaron sentencias de prisión, ninguno ha fijado una fianza», declaró el grupo en el informe [3] titulado «66 D: Sin cambios reales».

El informe del FEM ha dado seguimiento a 106 casos desde noviembre de 2015 hasta noviembre de 2017, y observó que se ha producido un incremento [4] en el numéro de casos desde que la Liga Nacional por la Democracia asumiera el poder en 2016. La Liga Nacional por la Democracia está dirigida por la premio nobel Aung Sang Suu Kyi, queén durante muchos años ha criticado al gobierno militar por suprimir la libertad de expresión en el país.

Un ejemplo destacado de cómo los funcionarios locales han utilizado la sección 66 (d) para acosar [5] a los medios de comunicación vino a raíz del caso del periodista Wunna Tun, del Democratic Voice of Burma. Mientras trabajaba en un reportaje de investigación sobre las irregularidades en los préstamos de riego a los granjeros en la región de Bago, los funcionarios del pueblo le acusaron de corrupción y distribución de información falsa.

Otro caso de la sección (d) involucró a Swe Win, el editor del Myanmar Now, que fue arrestado por una queja [5] presentada por un miembro del movimiento ultranacionalista Ma Ba Tha en relación a un comentario de Facebook, donde sugirió que su líder, U Wirathu debería ser expulsado del monasterio por elogiar el asesinato del asesor legal Ko Ni [6]. Ko Ni era un prominente y líder político musulmán Myanmar, país mayoritariamente budista.

Maung Saungkha, investigador principal del FEM, también fue acusado [7] de infringir la sección 66 (d). El prominente poeta y activista social publicó un resumen de su caso:

The government arrested me and put me in the prison because I wrote a poem [8] about the president on Facebook. Since I have to face my trial from the prison, I was at a great loss. The sentence was six-month imprisonment. Since I have already stayed in prison for seven months, I was released immediately after the sentence.

El gobierno me arrestó y encarceló porque escribí un poema [8] sobre el presidente en Facebook. Como tengo que enfrentar el juicio desde la prisión, me siento perdido. Como ya había estado en la cárcel durante siete meses, fui liberado inmediatamente después de la sentencia.

En el poema, el narrador describe la imagen de tener un presidente sin nombre tatuado en sus genitales.

Saungkha fue acusado bajo la sección 66 (d) de la Ley de Telecomunicaciones y la sección 505 (b) [9] del código penal. Todavía defiende sus derechos artísticos como poeta y está al frente de la campaña para derogar la sección 66 (d).

Según él, el informe de FEM confirmó los temores de que los cambios realizados a la ley en 2017 no fueron suficientes.

In this research I manage to let the public know that there are still cases being charged under 66D and freedom of expression is still limited in the country.

En esta investigación, me encargo de que el público sepa que sigue habiendo casos de acusados bajo la 66 (d), y la libertad de expresión sigue siendo limitada en el país.

El informe señala que las severas provisiones de la ley están descritas de manera imprecisa [10] y restrictiva, y sujetas a diferentes interpretaciones. Por ejemplo: la sección 66 (d) no define adecuadamente qué acciones podrían considerarse «perturbadoras», o «que causar influencia indebida».

The Burma Campaign – UK explicó [11] como la ley socava la libertad de expresión:

It is widely used against journalists and activists. Some media even refuse to publish articles which criticise the military or the government to avoid being sued and jailed. The law puts such control on the media that it leads to self-censorship. It also appears that some NLD leaders find Section 66 (d) useful to suppress criticism towards the government.

Es ampliamente utilizada contra periodistas y activistas. Algunos medios incluso se rehúsan a publicar artículos que critican al Ejército o al Gobierno para evitar ser demandados y encarcelados. La ley pone tanto control en los medios de comunicación que conduce a la autocensura. También parece que algunos líderes de la Liga Nacional por la Democracia encuentran la sección 66 (d) útil para reprimir las críticas contra el Gobierno.

Human Righys Watch [12] ha comentado que la ley «ha abierto la puerta a una ola de acusaciones penales a personas por comunicaciones pacíficas en Facebook y se ha utilizado ampliamente para reprimir la crítica de las autoridades».

Free Expression Myanmar fue fundada por un grupo de defensores de los derechos humanos que lideran una nueva coalición de la sociedad civil, que busca desafiar a la Ley de Telecomunicaciones, y aboga por retirar la sección 66 (d)

La coalición ha sido bautizada como «el movimiento por la reforma de la Ley de Telecomunicaciones y la abolición de la seccción 66 (d)». Para promover el conocimiento sobre este tema, el grupo lanzó un nuevo sitio web con una base de datos que incluye todos los casos de la sección 66 (d).