Captuira de pantalla del periódico Optimist Citizen (Ciudadano optimista).

Este artículo es de Madhura Chakraborty, y apareció originalmente en Video Volunteers, galardonada organización internacional comunitaria de medios de India. Se publica una versión editadas como parte de una asociación con Global Voices.

Los amigos Piyush Ghosh y Tuhin Kumar Singh de Bhopal, capital del estado indio de Madhya Pradesh, se desesperaban por la negatividad que emanaba de los periódicos todas las mañanas. En consecuencia, la sociedad se vuelve paranoica con una sensación de miedo y duda. Las personas temen confiar en los demás y pierden confianza en organizaciones, políticos y el sistema.

Pensaron: «¿cuál puede ser la solución? ¿Cómo inspirar a los demás en lugar de empujarlos al desaliento?».

Entonces se les ocurrió una idea –un periódico lleno de noticias optimistas. Y ahora llegan a todos los rincones de India con su singular periódico.

Lanzaron la publicación quincenal en línea e impresa, con una marca propia como «Primer periódico totalmente positivo y bueno de India», en octubre de 2014, y ya tiene suscriptores por todo India, que pagan una cuota de suscripción de 290 rupias indias al año, cerca de US$5.

El periódico Optimist Citizen se dedica a presentar solamente noticias positivas que van desde historias de inspiración, héroes no ignorados, buena gobernabilidad y actos de valor –historias que los medios de comunicación tradicional no suelen publicar, pues no generan sensación.

Saloni, with her friends, understood their constitutional rights and duties by convincing the People of Harda to educate their daughters under the Samvidhan Live! The Jagrik Project public initiative by ComMutiny – The Youth Collective. https://t.co/sO1pk6Kbdo

— The Optimist Citizen (@OptimistCitizen) January 20, 2018

Dejan atrás una crianza empobrecida para crear juegos callejeros y sesiones sobre igualdad y seguridad de la mujer.
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Saloni y sus amigos entendieron sus derechos y deberes constitucionales cuando convencieron a los ciudadanos de Harda de educar a sus hijas con Samvidhan Live. La iniciativa pública del proyecto Jagrik de ComMutiny – The Youth Collective,

En un video, el corresponsal Ramlal Baiga de la comunidad de Video Volunteers, explica cómo evolucionó este periódico:

“Convocamos a una pequeña reunión pública en un parque en Bhopal. Desde ese día, empezamos a trabajar en nuestra primera edicipno, nuestra misión y visión”, recordó Tuhin.

Piyush intervino: “Mis padres son emprendedores sociales y su trabajo es muy inspirador. Así que sentí que debíamos usar historias inspiradoras para motivar a las personas, en vez de noticias negativas”.

Y así empezó el recorrido de The Optimist Citizen.

Ninguno de los cofundadores tiene experiencia en medios. “No sabíamos ni qué tipo de papel se usa para imprimir periódicos, ¡ni la diferencia entre diarios grandes y tabloides!”, admitió Tuhin.

En realidad, todos los trabajadores a bordo aprendieron y crecieron con el periódico. Tannson Matthews, director de mercadotecnia, habló sobre este recorrido al corresponsal comunitario Ramlal Baiga. “Una vez que empezamos con el periódico, nos dimos cuenta de que hay diferentes segmentos que satisfacer”, dijo.

A pesar de esto, el dúo ha logrado construir una exitosa marca de medios, con una sólida presencia en línea, desde cero.

Tuhin explicó en detalle en una entrevista a la revista Entrepreneurship India:

The role of media is to disseminate news in the most unbiased and true format possible. But, often, in our globalised world, it is completely opposite. We felt if negative news and stories can bring about such negative actions, why not publish and present positive stories that can bring about a larger positive impact.

Stories like that of a 10-year old underprivileged girl who runs a library for kids in her slum, an Israeli man who came to India and grew an edible forest on a 70-acre barren land, a couple who started a foundation for children with rare diseases after they lost their infant daughter, a German artist who is transforming a village in Himachal Pradesh into an art hub to increase the tourism and livelihoods in the village and so much more. It was these stories that inspired us and we believed they can inspire millions more.

El rol de los medios es difundir noticias en el formato más imparcial y verdadero. Pero, con frecuencia, en nuestro globalizado mundo, es completamente opuesto. Sentimos que si las noticias e historias negativas pueden ocasionar acciones tan negativas, por qué no publicar y presentar historias positivas que pueden generar un impacto positivo mayor.

Historias como la de la niña desfavorecida de diez años que administra una biblioteca infantil en su barrio, el israelí que llegó a India y cultivó una selva comestible en 70 acres de tierra infértil, una pareja que inició una fundación para niños con enfermedades raras después de que perdieron a su hijita, un artista alemán que está transformando una aldea en Himachal Pradesh en un centro de arte para aumentar el turismo y los medios de vida en la aldea, y más. Fueron estas historias que nos inspiraron y nos hicieron creer que pueden inspirar a millones más.

Ciertamente es alentador leer estas historias de cambio positivo en estos tiempos difíciles. En lugar de dedicar espacio a las payasadas de políticos hambrientos de prensa, o chismes en la página tres, leemos sobre emprendedores y buenos samaritanos en todo el país. Estas historias, que los medios convencionales ignoran, tienen lugar destacado en diferentes secciones de The Optimist Citizen.

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