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Sentencia en caso de Mashal Khan pone de manifiesto el problema de blasfemia y la impunidad de Pakistán

Categorías: Asia del Sur, Pakistán, Derecho, Derechos humanos, Desastres, Medios ciudadanos, Protesta
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Mashal Khan. Fuente: Facebook.

El 13 de abril de 2017, el estudiante de periodismo Mashal Khan [2] fue linchado y asesinado a balazos por sus compañeros universitarios después de ser acusado falsamente de blasfemia. Unos 61 estudiantes fueron arrestados por la muerte de Khan. El 7 de febrero de 2018, un juzgado pakistaní sentenció a muerte a Imran Ali [3] por dispararle a Khan. Cinco acusados fueron condenados a cadena perpetua, 25 fueron condenados por delitos menores y 26 quedaron absueltos.

Después del anuncio de la sentencia, muchos se expresaron por los medios sociales. También se revivió el debate sobre si es momento de reformar la ley de blasfemia del país.

¿Quién era Mashal Khan?

Khan era un estudiante de 23 años (algunos medios señalan que tenía 25 años de la Universidad Abdul Wali Khan en Mardan. Fue atacado [4] después de que un rumor lo vinclulara con varias páginas de Facebook que supuestamente insultaban al Islam. Murió por heridas de bala mientras la policía enfrentaba a la turba. Después se supo que el rumor era infundado.

La muerte de Khan provocó indignación pública que ayudó a presionar al Gobierno a procesar a las personas involucradas en el asesinato del estudiante. La campaña usó la etiqueta #JusticeForMashal [5] [justicia para Mashal].

Durante el muy publicitado juicio, que se llevó a cabo en una corte antiterrorismo en Haripur, a los familiares de Khan se les brindó seguridad debido a las constantes amenazas que recibieron.

La condena judicial fue la primera vez en que la policía pakistaní logró [6] una condena para miembros de una turba en un linchamiento.

Pero Iqbal Khan, padre del estudiante asesinado, dijo [7] a BBC Urdu que su familia sigue buscando justicia porque 26 sospechosos quedaron quedaron libres pese a su participación en la turba donde murió su hijo.

El sentir del padre fue recogido por el bloguero Imran Khan, que recordó a las autoridades que, obviamente, más de seis personas estuvieron involucradas en la muerte de Mashal Khan.

¿Una condena a muerte y cinco cadenas perpetuas por un linchamiento que quedó grabado? Con toda seguridad, hubo más de seis personas involucradas.
Justicia para Mashal.

El estudiante Syeda Trimzi espera que esta sentencia impida otros incidentes similares:

Justicia para Mashal.
Al final, hay justicia…
Que el caso de Mashal Khan sea el último y que ninguna madre pierda a su Mashal otra vez.

También vino este mensaje de la periodista Meena Gabeena:

Felicitaciones a Pakistán, por finalmente castigar a las personas detrás de crímenes atroces… Ahora es momento de elevar la voz y trabajar más para evitar estos casos, en lugar de publicitar los castigos después de que ocurren. Justicia para Mashal.

Aitzaz Hassan del blog Pro Pakistani [15] dijo que la sentencia era una paso en la dirección correcta, y expresó:

We will have to wait and see if any other mobsters will come under the rule of law after the defendants appeal against the current decision.

Debemos esperar y ver si otros miembros de turbas se someten al estado de derecho después de que los acusados apelen contra la actual resolución.

Bienvenida de héroes para los absueltos

Por su parte, el abogado y activista Jibran Nasir tuiteó [16] un video de uno de los absueltos, que orgullosamente admitió su participación en el asesinato y agregó que los hizo por su religión.

Aizaz, otro estudiante que también fue absuelto, fue recibido como un héroe en Mardan. Recibió un baño de pétalos [17], sus seguidores lo cargaron en hombros, y dijo a la multitud que lo aclamaba en pastún que todo aquel que cometiera blasfemia o hablara en contra de Khatm-e-Nabuwwat (la creencia de que el profeta Mahoma, la paz sea con él) correría la “misma suerte que Mashal”.

Luego de la sentencia, algunos grupos religiosos organizaron [18] fiestas en las calles por la absolución de los sospechosos.

Blasfemia en impunidad

Después del asesinto de Mashal Khan, el analista político Sohail Khan [19] escribió sobre la mentalidad de la turba y el odio que mató al estudiante:

Killing in the name of religion becomes easy if you are brought up in a particular way. [..] Sectarianism is paraded as a diversity of opinion. Fatwas are delivered as analysis. Calling others kafirs, infidels, atheists (in the popularly misunderstood sense), non-believers, ‘murtads’, enemies of Islam etc is now a trend. With their little knowledge, Wikipedia information, inadequate lives, personal failures, short tempers and long tongues, these hatemongers are all over the place – infecting minds, poisoning hearts, darkening souls. [..]

The incident had rekindled the debate about the role of Islam in state and society of Pakistan in a way not seen before in Pakistan.

Matar en nombre de la religión se vuelve fácil si te han criado de una manera particular. […] El sectarismo se luce como una diversidad de opinión. Se lanzan fatuas como análisis. Llamar a los demás kafires, infieles, ateos (en el sentido popularmente malentendido), no creyentes, ‘murtads’, enemigos del islam etc es ahora una tendencia. Con su poco conocimiento, información de Wikipedia, vidas inadecuadas, fracasos personales, mal temperamiento y lenguas largas, estos propagadores de odio están por todas partes –infectando mentes, envenenado corazones, oscureciendo almas. […]

El incidente ha reavivado el debate sobre el rol del islam en el Estado y la sociedad de Pakistán como no se ha visto antes en Pakistán.

También tiene la culpa la cultura de la impunidad que legitima matar solamente por la acusación de blasfemia. La ley de blasfemia del país está vinculada con docenas de muertes [20] por sus disposiciones ‘draconianas’, que son fácilmente explotadas por algunos por dudosos motivos personales.

Entre los muertos por supuestamente haber cometido blafemia estuvo el político Salman Taseer [21], a quien su propio guardaespaldas mató a tiros en 2011 por hablar contra el mal uso de la ley. El guardaespaldas de Taseer, que fue ejecutado en 2017, es venerado por muchos religiosos de línea dura.

Para evitar falsas acusaciones, en agosto de 2017, la Corte Suprema pidió al Parlamento, que modificara [22] la ley e insertara una disposición para castigar a quienes hacen acusaciones falsas.

Algunos creen que la sentencia de Mashal Khan brinda una oportunidad para revisar la ley de blasfemia y asegurar que no se use para justificar actos de violencia contra personas que pertenecen a religiones minoritarias.