En recuerdo de Asma Jahangir, activista pakistaní de derechos humanos

Asma Jahangir en una conferencia del Día de los Derechos Humanos, en diciembre de 2012. Imagen de Jean-Marc Ferré en Flickr. CC BY-NC-ND 2.0.

El 11 de febrero de 2018, el repentino y prematuro fallecimiento de Asma Jahangir, líder pakistaní de los derechos humanos y relatora especial de Naciones Unidas sobre la situación de la República Islámica de Irán, conmocionó y consternó al mundo

Jahangir, que cumplió 66 años en enero, había sobrevivido a un cáncer y a un infarto antes de morir de un fallo cardíaco. Miles de personas de todo el mundo enviaron mensajes de condolencia y rindieron tributo a la mujer que a menudo apodaban «la voz de los que no tienen voz». Conocida también como «la dama de acero», Jahangir se hizo célebre por tomar las calles contra dictadores y regímenes militares y por su defensa de la justicia social.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos humanos tuiteó sus condolencias:

Muy tristes por la muerte de la informadora especial de Nacones Unidas Asma Jajangir. Fue una legendaria defensora de los derechos humanos: pionera, decidida, tranquila, valiente… y un ser humano encantador.

Jahangir fue enterrada en su ciudad natal, Lahore (Pakistan), y a su funeral asistieron cientos de personas sin distinción de sexo, religión o clase social. En Pakistan, un país predominantemente musulmán, las mujeres tienen prohibido acudir a los entierros, sobre todo a la ceremonia de la oración fúnebre. El entierro en el cementerio se considera trabajo de hombres.

La periodista independiente Rabia Mehmood dijo que el sepelio de Jahangir fue el «último acto subversivo»:

Asma Jahangir – Mujeres y hombres se reunieron para decir su oración fúnebre. Último acto subversivo. Que descanse en poder.

En un comentario publicado en Facebook, Rabia Mehmood escribió que «incluso en su muerte nos fortalece»:

Last subversive act – women, and men stood together for Asma Jahangir's funeral prayer. This was the first funeral prayer I have participated in. Even in her death, she empowered us. Salam. Rest in power AJ and thank you.

Último acto subversivo – mujeres y hombres se unieron en la oración fúnebre de Asma Jahangir. Fue el primer funeral en el que he participado. Incluso en su muerte nos fortalece. Salam. Descansa en poder, Asma, y gracias.

Sabahat Zakariya, periodista de Lahore que asistió al funeral, tuiteó su experiencia:

Era la primera vez que mi amiga y yo formábamos parte de la oración fúnebre. Qué apropiado que fuera el funeral de Asma Jahangir lo que nos permitiera echar un vistazo a un universo masculino.

Marvi Sirmed, activista de derechos humanos, escribió:

Even in her death, she did not conform to the established code. Resistance, thy name is Asma.

If one word can describe the funeral procession, it is pluralism. That’s what Asma Jahangir lived for as well. Her funeral looked like Pakistan. A truly federal Pakistan with all communities represented.

Ni siquiera en su muerte se sometió al código establecido. Resistencia, tu nombre es Asma.

Si el cortejo funerario puede describirse con una palabra, sería «pluralismo». También es para lo que Asma Jahangir vivió. Su funeral se parecía a Pakistán. Un Pakistán federal con todas las comunidades representadas.

Raíces activistas de Asma Jahangir

Asma Jahangir nació en 1952 en Lahore (Pakistán), e inició su contacto con la política cuando era adolescente gracias a su padre, Malik Ghula Jilani, persona muy molesta para la clase dirigente, que fue detenido varias veces por ser un crítico activo de los entonces dictadores militares Ayub Khan y Yahya Khan. Jilani apoyaba la Liga Awami de Sheikh Mujibur Rahman (líder del movimiento de liberación de Bangladesh, que llevó a su independencia en 1971). Jilani fue arrestado en diciembre de 1971 tras su dimisión de la Asamblea Nacional para protestar contra las acciones militares del gobierno en Bangladesh.

En 1972, Jahangir cuestionó la detención de su padre y exigió un juicio que sentó precedente y se conoció como Asma Jilani contra el Gobierno de Punjab.

Muhammad Taqi, activista político y columnista explica:

The Asma Jilani case was the basis for the framers of the 1973 constitution to draft not only Article 6 – dealing with high treason – but also making a specific exception to the constitutional principle of non-retrospectivity of offences and punishments in the case of high treason and desecration of the constitution.

El caso de Asma Jilani fue la base en que se apoyaron los legisladores de la Constitución de 1973, no solo para redactar el borrador del artículo 6 ─que trata el delito de alta traición─ sino también para añadir la excepción específica al principio constitucional de no retroactividad de los agravios y castigos en casos de alta traición y ofensa a la Constitución.

Jahangir se licenció en derecho y comenzó a practicar la abogacía durante la dictadura militar de Zia ul Haq. En 1980, junto con su hermana Hina Jilani y dos amigas, fundó un bufete de abogados totalmente femenino para proporcionar ayuda legal a mujeres.

Jahangir participó activamente en las protestas contra ul Haq, cuyas imágenes de mujeres reprimidas mediante cargas policiales con largas porras se convirtieron en un símbolo de la resistencia. Según explica el Foro de Acción de la Mujer de Pakistán, hace unos años el Gobierno eligió este día de resistencia para declararlo Día de la Mujer de Pakistán:

On 12th February 1983, 250 women took out a peaceful protest in Lahore to petition against the discriminatory Law of Evidence that General Zia ul Haq's regime attempted to promulgate. These protesters were lathhi charged brutally, tear-gassed and some 50 were arrested.

The second wave of the women's movement has not retreated since. In tribute and memory of that historic challenge to a dictatorial regime and discriminatory state, 12th February is marked as Pakistan Women's Day. 

El 12 de febrero de 1983, 250 mujeres realizaron una protesta pacífica en Lahore contra la discriminatoria Ley de Evidencias que el régimen del general Zia ul Haq pretendía promulgar. Estas manifestantes fueron brutalmente reprimidas con largas porras (lathhi) y botes de humo, y unas 50 fueron detenidas.

La segunda oleada del movimiento femenino no ha parado desde entonces. En homenaje a la memoria de ese histórico desafío a un régimen dictatorial y un estado discriminador, el 12 de febrero se celebra el Día de la Mujer de Pakistán.

Una activista que vivió y murió por la resistencia

Gran agitadora y defensora a ultranza de los oprimidos, Jahangir fue una pionera en Pakistán, y una de las fundadoras de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán en 1987. Formó parte del movimiento de juristas que condujo al derrocamiento del dictador militar Pervez Musharaf en 2007, y al retorno de la democracia al país.

Jahangir siguió siendo una integrante devota de la resistencia política pakistaní. Su último discurso fue en apoyo de la Larga Marcha Pastún, con la que los marginados de esta etnia exigieron igualdad de derechos y justicia al gobierno central.

La política pakistaní Bushra Gohar agradeció a Jahangir su solidaridad con los pastunes:

Se unió a los pastunes en su lucha por la justicia y el derecho a la vida… Mostró solidaridad con la Larga Marcha Pastún mientras otros se mantuvieron al margen. Estaba encantada de que la juventud pastún hubiera despertado. Guardaremos como un tesoro tus poderosas palabras de apoyo. Gracias, Asma Jahangir.

Jahangir no redujo su activismo a sus límites geográficos, sino que defendió los derechos de pueblos oprimidos como los rohinyás, kashmiris, palestinos y baluchies. En enero, realizó declaraciones en defensa de los periodistas persas de la BBC juzgados en Irán. David Kaye, relator especial de Naciones Unidas sobre Libertad de Opinión y Expresión, tuiteó:

Asma Jahangir fue una persona extraordinaria. Por ejemplo, solo el mes pasado comenzó a hacer declaraciones públicas sobre Irán. Las inició en enero, exigía a Irán que respetara los derechos de los manifestantes. Qué gran pérdida para tantos.

Jahangir recibió importantes premios civiles de Pakistán, como el Hilal-e-Imtiaz (el segundo galardón en importancia) y el Sitara-e-Imtiaz (tercer honor civil del país) en 2010. También recibió varios premios internacionales, como el Premio al Sustento Bien Ganado en 2014, compartido con Edward Snowden, el Freedom Award y el Premio Ramon Magsaysay en 2010, el Premio Martin Ennals a los Defensores de Derechos Humanos en 1995 y el Premio UNESCO/Bilbao para la Promoción de una Cultura de los Derechos Humanos en 2010. Francia le concedió la Legión de Honor.

Jahangir también escribió dos libros: The Hudood Ordinance: A Divine Sanction («Las ordenanzas Hudood: Una sanción divina») y Children of a Lesser God: Child Prisoners of Pakistan («Hijos de un dios menor: Niños prisioneros de Pakistán»). 

Su discurso en el Premio al Sustento Bien Ganado de 2014 circula en los medios sociales:

Muchas personas que luchan por el empoderamiento y la justicia la extrañarán enormemente, entre ellas, activistas de la sociedad civil, prisioneros que esperan un juicio justo y mujeres en primera línea de los movimientos activistas. El periodista pakistaní Taha Siddiqui, que escapó por muy poco de un secuestro en enero de 2018 y se ha quejado abiertamente de sufrir acoso e intimidaciones por parte de los militares pakistaníes, compartió su dolor, honrando a Jahangir y su asistencia jurídica durante esos terribles momentos:

Conocí a Asma saahiba solo hace unas semanas. Me dijo que el silencio no era una opción y me aportó la valentía que necesitaba. ¿A quién recurriré ahora? Sin ella me siento huérfano…

Salman Hyder, bloguero y periodista independiente, uno de los cuatro blogueros secuestrados y más tarde liberados en enero del año pasado, se lamentó:

El palacio lo celebrará
las calles la llorarán
los cuarteles militares estarán felices
todas las pequeñas ciudades estarán en duelo
Salman
Descansa en paz, Asma Jahangir.

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