Buscando «indios» en Ecuador y Venezuela: Una lección sobre idioma y datos

Indígenas protestan en Ecuador, febrero de 2017. Foto de dominio público (CC0 1.0 Universal).

Para el proyecto NewsFrames de Global Voices, utilizamos datos para escribir historias basadas en datos contrastados que abarquen un amplio espectro de temas. Los datos nos pueden proporcionar puntos de vista fascinantes y guiar nuestras historias hacia finales inesperados. Quienes se dedican a la investigación cualitativa saben que, incluso una “búsqueda de coincidencias parciales”, puede arrojar resultados reveladores; aunque la suerte no siempre está de nuestro lado. El problema que tienen los datos es que no siempre responden claramente a las cuestiones que se le plantean. Esta historia trata sobre lo que ocurre cuando los datos no corroboran la historia que esperamos encontrar.

Una instantánea cultural es una historia de NewsFrames que analiza los recursos retóricos en los informativos al hablar de temas culturales. Estas publicaciones se basan en el hallazgo de datos cualitativos que nos ayuden a obtener perspectivas interesantes sobre la manera en que se abordan ciertos temas en los medios. La primera vez que me decidí a escribir una instantánea cultural sobre la palabra “indios” fue después de ver un video viral en YouTube que había causado un desencuentro entre venezolanos y ecuatorianos, y que además, planteaba algunas interrogantes sobre la representación de los indígenas en los medios.

El video, publicado en septiembre de 2017 y luego eliminado, incluía entrevistas con vendedores ambulantes ecuatorianos, vendedoras ambulantes venezolanas que trabajan en Quito, capital de Ecuador. El video causó controversia por varios motivos. Para empezar, el creador del vídeo mostraba a sus entrevistados imágenes de alto contenido sexual de mujeres, que incitaron comentarios sexualmente explícitos sobre vendedoras ambulantes. Del mismo modo, el entrevistador hacía preguntas guiadas a los vendedores ecuatorianos sobre las migrantes venezolanas, que, a su vez suscitaban comentarios xenofóbicos. Lo peor de todo fue una de las respuestas de la vendedora de helados venezolana. Después de preguntarle varias veces por qué prefería a los venezolanos en vez de a los ecuatorianos, respondió que los ecuatorianos:

…son feos porque parecen indios.

Muchos ecuatorianos recurrieron a las redes sociales para expresar su malestar por estos comentarios, a la par que otros se cuestionaban por qué resultaba ofensivo llamar “indio” alguien.

La controversia que provocó este video me animó a buscar los matices de la palabra indio, usada en medios de Ecuador y Venezuela, para explorar las diferentes representaciones de las pueblos indígenas en los dos países. La representación de los medios es un rubro importante de investigación para NewsFrames, y Rising Frames, nuestra colaboración con Rising Voices, también de Global Voices, que analiza el encuadre de medios de grupo marginados.

Debíamos tener en cuenta algunos factores lingüísticos e históricos al trabajar en esta historia. Ecuador y Venezuela mantienen relaciones diferentes con las pueblos indígenas, por lo que se esperaba descubrir diferencias sustanciales en el uso de esa palabra. Ecuador tiene una población indígena mayor, aproximadamente el 8% de sus ciudadanos se identifican con una de las trece nacionalidades indígenas y más de la mitad de la población del país tiene antepasados indígenas. Los pueblos indígenas de Ecuador también han creado poderosas organizaciones políticas para combatir la discriminación estructural. La población indígena de Venezuela representa un pequeño grupo de la población, aproximadamente el 2%, dividido entre 34 grupos étnicos. La discriminación tiende a esconderse y las organizaciones políticas indígenas son menos poderosas.

Sin embargo, en ambos países el término indio hace mucho tiempo que está vinculado a la discriminación racial. En Lationamérica, la palabra indio se considera un término peyorativo en muchos contextos formales, a diferencia de indígena, que es el que prefiere la mayoría. En Ecuador, pueblos originarios y nacionalidades indígenas suelen ser los términos preferidos, y no es extraño que los medios informativos se dirijan a grupos étnicos específicos por su nombre. Por ejemplo, Shuar o Sarayaku. La palabra indio es ampliamente utilizada de forma coloquial en Venezuela, pero, se considera políticamente incorrecto en contextos formales. Indígena es el término más utilizado por los medios de comunicación en masa, así como en  publicaciones académicas y políticas. Por otra parte, en Venezuela, es también habitual emplear nombres de grupos étnicos específicos, como: Wayúu, Yukpa, Yanomami o Warao.

Mi investigación implicaba buscar la palabra indio los datos recopilados que aparecen en el Media Cloud de NewFrames sobre Venezuela y Ecuador (ver recuadro de abajo).

¿Qué es Media Cloud?

Media Cloud es una plataforma de código abierto desarrollada por el MIT Center for Civic Media y el Harvard Berkman Klein Center for Internet and Society, concebida para añadir, analizar, proporcionar y visualizar información, a la vez que se dan respuesta a preguntas complejas de tipo cuantitativo y cualitativo sobre el contenido de los medios en línea.

Efectivamente, el término indios apareció varias veces en los medios venezolanos desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre de 2017, figurahasta en 1334 artículos. Sin embargo, la mayoría de esos artículos trataban sobre los Cleveland Indians, equipo de la liga nacional de béisbol de Estados Unidos. Aunque, sabía que este equipo era muy popular en Venezuela, me sorprendió el hecho de encontrarlo entre los resultados más destacados de la palabra indio. Solo pude encontrar 102 artículos en los medios de Ecuador, de ese mismo periodo de tiempo, y la mayoría estaban relacionados con India. Los artículos que hacían referencia a los pueblos indígenas eran principalmente ensayos de opinión que criticaban el racismo velado en el país

Durante mi investigación, me topé con otra sorpresa. Al buscar la palabra indios también encontré una serie de pequeños artículos sobre el chavismo y el socialismo en el siglo XXI. ResuIta que los medios administrados por el Gobierno, a veces, publican artículos de su misma ideología para ilustrar la lucha de los “indios bolivarianos” contra el capitalismo neoliberal.

El embrollo y la limitación de la búsqueda de datos

Los datos que he estudiado no terminan de aclarar mi principal duda sobre el contraste de los diferentes usos del término indios en Ecuador y Venezuela. La mayoría de los datos que aparecían en mis búsquedas de dicho término no tenían nada que ver con las comunidades indígenas, sino que pertenecían a otros usos del término. El hecho de que la palabra indio apareciera asociada al equipo de béisbol en los medios de Venezuela nos recuerda que los homónimos y otros aspectos lingüísticos pueden interferir con el funcionamiento de la semántica en los datos periodísticos. Aunque no pude encontrar información relevante suficiente para escribir una instantánea cultural, sí que he aprendido las siguientes lecciones sobre el periodismo de datos:

Lección uno: Para los términos con varios significados, los resultados irrelevantes hacen más ardua la tarea del investigador. A veces, la diferencia entre coincidencias relevantes y coincidencias irrelevantes es demasiado pequeña como para proporcionar una visión constructiva.

Lección dos y tres: Es posible que la omisión sea un aspecto significativo que puede deberse a ciertos matices y complicaciones. Por ejemplo, es probable que este sea el motivo por el que el término indios se usara tan poco en los medios venezolanos y ecuatorianos para referirse a los pueblos indígenas, pues, se considera un término políticamente incorrecto. Sin embargo, la supresión de la palabra indios en el discurso público puede apuntar a la voluntad por parte de los medios de evitar un debate sobre el racismo velado, y queda como investigación mucho más complicada de realizar.

Y por último, lección cuatro: Los periodistas de datos deben estar dispuestos a renunciar a una historia cuando los datos no son lo suficientemente sólidos como para respaldar sus presentimientos.

Al final, decidí no escribir una instantánea cultural. Aunque sí creí pertinente hablar sobre mi intento fallido, para reconocer que las historias basadas en datos no siempre son o que parecen; aunque, eso no quiere decir que no valga la pena preguntárselo. Seguiremos buscando porque sabemos que la investigación confusa del ayer será el germen de una visión más profunda del mañana

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