Un país, dos líderes y cuatro cadenas televisivas censuradas: La crisis política de Kenia pasa factura a los derechos humanos

Palabras de ánimo en las calles de Kibera en Nairobi, Kenia antes de las elecciones. Fotografía de Pernille Baerendsten. Utilizada con autorización.

Elecciones anuladas. Medios silenciados. Un ciudadano deportado. Frases sencillas de encontrar en los titulares de hoy en día en Kenia.

Supuestamente, la ceremonia de «tomar juramento» sería un gesto simbólico del principal partido político de la oposición liderado por Raila Odinga. Pero desencadenó una serie de acontecimientos que causaron medidas drásticas en relación a la libertad de prensa y una amenaza para el derecho a la ciudadanía en Kenia.

Para entender lo que pasa en Kenia, se debe comenzar por las disputadas elecciones presidenciales de agosto de 2017. Luego de que los resultados presentaran como ganador al presidente de turno, Uhuru Kenyatta, por un estrecho margen, el candidato opositor, Raila Odinga, cuestionó los resultados ante los tribunales.

El 1 de septiembre, la Corte Suprema de Kenia anuló la elección de Uhuru Kenyatta por «irregularidades e ilegalidades» en el sistema, lo que convierte a Kenia en el primer país africano en el que un fallo tribunal anula una elección presidencial. Posteriormente, el tribunal ordenó repetir las elecciones.

Algunos kenianos (no todos) vuelven a las urnas

Raila Odinga no participó en las nuevas elecciones y llamó a sus seguidores a hacer lo mismo, ya que no se abordaron las deficiencias sistémicas que provocaron estas irregularidades y, por lo tanto, una elección libre y justa era imposible. Las nuevas elecciones se realizaron el 26 de octubre y estuvieron marcadas por protestas, destrucción de propiedad y múltiples incidentes de violencia.

En las nuevas elecciones, Kenyatta obtuvo solo 7,4 millones de votos de una población de votantes de 19,6 millones. La misma Corte Suprema ratificó su victoria.

Debido a la dudosa legitimidad de la repetición de las elecciones y al hecho de que Kenyatta no obtuviera el apoyo ni de la mitad de los ciudadanos con derecho a voto en Kenia, la Súper Alianza Nacional (NASA, por sus siglas en inglés) de Odinga afirma que no se le permitió al pueblo de Kenia votar por él como su presidente.

Esto se convirtió en la base de su toma de juramento simbólica como el llamado «presidente del pueblo, programada para el 31 de enero de este año.

Odinga «toma juramento» y silencian a los medios de comunicación

Días antes de que se realizara la ceremonia de juramento en Nairobi, la capital del país, se acusó al presidente Uhuru Kenyatta y otros miembros del personal ejecutivo de convocar a los administradores de los medios y «amenazarlos con cerrar sus cadenas televisivas y quitarles sus licencias» si continuaban la transmisión, que para el Gobierno significaba una amenaza a la seguridad nacional.

Todos los canales de televisión más importantes ignoraron esta orden y llevaron a cabo la transmisión en vivo. Lo que pasó después fue el cierre de las señales de transmisión de cuatro medios de comunicación privados: NTV, KTN, Citizen TV e Inooro TV.

Tres periodistas de NTV —Linus Kaikai, Larry Madowo y Ken Mijungu— contaron a Reuters que fuentes de la agencia de seguridad les advirtieron que los arrestarían y también contaron que policías vestidos de civil llegaron a la oficina y se mantuvieron en la entrada, con la amenaza de arrestarlos si intentaban salir del edificio.

El Consejo de Medios de Comunicación de Kenia condenó la clausura de las cadenas televisivas y el que el Gobierno amordazara a la prensa, y se refirió a la situación como «la más grande amenaza y agresión a la libertad de expresión».

El 1 de febrero, el Alto Tribunal de Kenia suspendió el cierre de las cadenas afectadas. Sin embargo, el Gobierno se resistió a la orden del tribunal por una semana, hasta que finalmente volvieron a permitir el funcionamiento de NTV y KTN News luego de siete días y el de Citizen TV e Inooro TV luego de diez días, el 8 de febrero.

«Para ellos, de ahora en adelante, cualquier cosa será juego limpio»

La ofensiva contra las señales de transmisión de los cadenas televisivas de un hecho que muchos kenianos vieron como algo simbólico (y no oficial), dejó a muchos impactados.

EL GREMIO DE EDITORES condena la acción del Gobierno de cerrar tres cadenas televisivas privadas; pide al Estado anular de inmediato las órdenes de silenciar.

El país se encuentra dividido sobre lo que está en juego. Algunos manifestaron su apoyo a la acción del Gobierno «para que sirva de lección» a la oposición.

Honestamente, creo que el cierre de los canales de televisión debería continuar. En las casas hay menos debates políticos. Menos anuncios de apuestas, menos analistas políticos fastidiosos, menos drama.

La gente se habla más.

Más impresionante es la gente que abiertamente apoya la medida del Gobierno de cerrar los canales de televisión. Un gobierno que se atreve a cerrar las cadenas televisivas en 2018 es un gobierno peligroso. Cruzaron la línea roja y para ellos, de ahora en adelante, cualquier cosa será juego limpio.

Una de las cosas que me encantan de Kenia es que cuando algo pasa nos afecta a todos. El cierre de los canales de televisión afectó tanto a los partidarios del partido político Jubilee como a los de la NASA. Eso es lo que el hambre hará con nosotros kenianos.

Muchos kenianos no vieron el bloqueo una violación a la libertad de prensa o al derecho a buscar información, mientras que muchos se tomaron el tiempo de reprender a los medios de comunicación, porque no les preocupaban los intereses de los kenianos:

Estimadas cadenas televisivas:
Cuando acaben con el Gobierno, tómense el tiempo para retractarse y reflexionar. Rediseñen el enfoque completo de la industria de la información. Porque sus consumidores ya no están con ustedes. No los extrañan, a la mayoría no les importa.

El día en que los medios de comunicación de Kenia se den cuenta de que los políticos y los ministros los necesitan como el pez necesita el agua y cuando se pongan del lado de la gente y no las ganancias, entonces tendrán Libertad Absoluta. Miren al New York Times y el Washington Post. Ni siquiera Trump los puede tocar…

Sin embargo, la sociedad civil de Kenia condenó las acciones del Gobierno como una violación a los derechos fundamentales. Al cierre de las cadenas televisivas le siguieron la intimidación y acoso a los periodistas, incluidos los ya mencionados periodistas de NTV y los devotos partidarios de la NASA.

Declaración de Hivos: ¡El cierre de las cadenas televisivas en Kenia es una ofensa a la libertad de prensa y una violación de los derechos humanos! En el segundo día del cierre de medios nos preguntamos: ¿está mal hacer lo correcto?

Deportan a abogado keniano

El 7 de febrero, muchos despertaron con la noticia del arresto y deportación de Miguna Miguna, abogado que supervisó la toma de juramento de Odinga como el «presidente del pueblo» de Kenia. Miguna es escritor, abogado y un firme defensor de partido político NASA.

El 7 de febrero, deportaron a Miguna a Canadá, en lo que muchas autoridades de Gobierno describieron como su «regreso a casa». Miguna nació en Kenia, pero también tiene ciudadanía canadiense. Se presentó como candidato a gobernador —y el organismo electoral se lo permitió— en las elecciones de 2017, pero perdió.

Kenia acaba de deportar de forma ilegal a Miguna Miguna a Canadá, destacado político de la oposición con doble nacionalidad.

¿Qué sigue?

El reciente giro de los acontecimientos puso de manifiesto la duda de la ciudadanía. Muchos kenianos están divididos en cuanto a si el Gobierno poseía una base y derecho legal para deportar a un ciudadano keniano del país, aunque la Constitución claramente protege la ciudadanía de cualquier persona nacida en suelo keniano.

¿Sobre quién recae la culpa?¿ En el director de investigaciones penales, inspector de policía, o el departamento de inmgración?

En un comunicado de prensa de AllAfrica.com, Miguna describió los hechos que llevaron a su deportación. El ministro del Interior asegura que él revocó su nacionalidad keniana, que tenía desde su nacimiento, pero Miguna dice que no es así.

Posteriormente, Miguna demandó al Gobierno y el 15 de febrero, el Alto Tribunal de Kenia falló a su favor. El juez Kimaru dijo que la deportación de Miguna «no tenía fundamento en la ley» y le ordenó a las autoridades devolver su pasaporte keniano en el término de siete días.

Muchos kenianos expresaron su ira hacia la última acción del Gobierno, ya que es una clara violación a los derechos humanos de un ciudadano keniano, cuyo único delito fue usar su poder como abogado para legitimar la toma de juramento simbólica de Odinga.

¿Cómo puedes decir que alguien nacido en Ahero, que fue a la secundaria Onjiko, se entrenó en el servicio juvenil de Kenia en Gilgil antes de unirse a la Universidad de Nairobi no es un keniano? Dennis Itumbi, el poder fluye, no dura para siempre. Ese es , ese es Miguna Miguna en la Universidad de Nairobi.

La ofensiva contra los medios de comunicación, la indiferencia del poder ejecutivo por el sistema judicial de Kenia y la deportación ilegal de un ciudadano keniano a pesar de la orden vigente del tribunal tendrá consecuencias de gran alcance para los derechos humanos en Kenia.

Debido a los recientes acontecimientos, se evaporó la ilusión de tener medios de comunicación kenianos independientes, libres de la interferencia del Estado. La indiferencia por los derechos humanos continúa desplegándose en los medios de comunicación locales e internacionales, mientras que Miguna Miguna continúa la pelea por su extradición en Ontario, Canadá.

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