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¿Por qué no avanza la investigación sobre el #GobiernoEspía en México?

Categorías: Latinoamérica, México, Censura, Derechos humanos, Libertad de expresión, Política, Privacidad, Protesta, Tecnología, Vigilancia, GV Advox
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Presentación de la obra «Privacidad», protagonizada por Diego Luna y Luis Gerardo Méndez. La celebración de las 100 representaciones de la obra fue una de las ocasiones en las que artistas y personajes públicos junto con la sociedad civil se reunieron para denunciar el estancamiento en las investigaciones referentes al caso #GobiernoEspía. Captura de pantalla del video compartido por NotimexTV, disponible en YouTube.

Aún cuando existen evidencias de que el gobierno mexicano ha adquirido sofisticadas tecnologías de espionaje por lo menos desde 2013 [2], el caso conocido como #GobiernoEspía ha sido uno de los que ha causado mayor revuelo a nivel nacional e internacional. El caso fue dado a conocer a mediados del 2016 gracias a la investigación, documentación y publicación de un informe de las organizaciones Artículo 19, Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), SocialTIC [3] y la asistencia técnica del Citizen Lab.

La investigación referida detalló que el software de espionaje Pegasus, vendido al gobierno mexicano por la empresa israelí NSO Group, se utilizó en contra de periodistas, activistas y defensores de derechos humanos, durante coyunturas críticas relacionadas con su trabajo [4].

Desde entonces, decenas de organizaciones de la sociedad civil, nacionales e internacionales, personajes públicos e incluso las propias víctimas de vigilancia, se unieron en rechazo al uso indiscriminado y arbitrario de métodos de espionaje por parte del gobierno. En el amplio comunicado [5] que firmaron y publicaron el 19 de junio del 2017 se lee lo siguiente:

Exigimos rendición de cuentas por parte del gobierno mexicano sobre el uso de malware para realizar espionaje, la apertura de investigaciones independientes, exhaustivas y transparentes, así como sanciones contra los responsables que, mediante el abuso del poder, han decidido vulnerar ilegalmente la privacidad de estos actores sociales. Asimismo, exigimos las reformas legales necesarias para regular las facultades de vigilancia del Estado de conformidad con los parámetros de derechos humanos y garantizando la rendición de cuentas.

Desafortunadamente, a ocho meses de que esto ocurriese, y a pesar de que las autoridades anunciaron [6] que iniciarían una investigación para fincar las responsabilidades respectivas, no se han visto resultados o avances sustantivos al respecto.

Una investigación enrarecida

Un nuevo reportaje del diario estadounidense The New York Times [12] dio a conocer el pasado 20 de febrero, entre otras cosas, que funcionarios del propio gobierno de Estados Unidos rechazaron solicitudes del gobierno mexicano para asistir en las pesquisas. La razón fue precisamente no querer legitimar una investigación que, de origen, se consideraba viciada. En efecto, la agencia encargada de encabezar la investigación [6] (la Procuraduría General de la República -PGR-) es una de las instancias del gobierno federal que adquirió y cuenta con esa malware de espionaje.

En esta nueva entrega del New York Times [12], el exsubprocurador de la PGR, Mario Ignacio Álvarez, incluso declara:

Lo más probable es que los actores políticos que usaron este software están frenando la investigación para que no progrese.

Este es un país donde todavía es mejor rezarle a la Virgen de Guadalupe para que haya justicia que hacerlo a las autoridades”.

Las organizaciones involucradas desde sus inicios en la investigación y denuncia del caso #GobiernoEspía, hicieron nuevamente un llamado [17] para que se integre un panel de expertos y expertas independientes que, a diferencia de la PGR, realicen una investigación seria, imparcial y exhaustiva que derive en fincar responsabilidades.

En dicho comunicado [17], publicado el mismo día del último reportaje del NYT [17], las organizaciones firmantes destacan algunos de los factores que demuestran la falta de voluntad por parte del gobierno federal de resolver y esclarecer los hechos. También evidencian la falta de acción para sancionar a los responsables (intelectuales y materiales) de realizar este tipo de vigilancia ilegal. Entre los puntos que se destacaron estuvieron los siguientes:

  • En el expediente, la Agencia de Investigación Criminal de la PGR ha aceptado que adquirió las licencias de uso de Pegasus y que el equipo desde el cual se opera dicho software se encuentra ubicado en sus oficinas de la Ciudad de México. Sin embargo, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), a cargo del caso, no ha realizado ningún acto de investigación respecto de la AIC a pesar de estos elementos y de reiteradas solicitudes de parte de los denunciantes y de recomendaciones de peritos expertos en la investigación, como Citizen Lab.
  • No se han identificado y entrevistado a los agentes entrenados para operar Pegasus.
  • No se han hecho visitas a las instalaciones en las que es operado el software.
  • No se han revisado las cámaras de vigilancia, registros, bitácoras o medidas de seguridad implementadas en torno al uso del sistema.
  • No se ha solicitado el contrato y anexo técnico por el que adquirió Pegasus a pesar de que éste ya se ha hecho público por la prensa.
  • […]

Medios, ciudadanos y artistas exigen respuestas

A todo lo anterior se sumó la presentación del episodio «Cyberwar, el caso Pegasus» de la serie documental «Cyberwar» de Vice, dedicada a exponer las redes de espionaje cibernético que existen en diferentes partes del mundo.

El gobierno mexicano no ha hecho ninguna declaración hasta el momento, aunque la exigencia porque rinda cuentas sigue vigente. Apenas el 25 de febrero pasado la comunidad artística, organizaciones de la sociedad civil, activistas y periodistas, se unieron no solo para celebrar que la obra «Privacidad» [23] (protagonizada por los actores Diego Luna y Luis Gerardo Méndez) llegó a las 100 representaciones, sino para denunciar públicamente que el caso continúa impune. En la celebración participaron algunas de las personas que fueron blancos de espionaje del malware Pegasus, y además el propio Edward Snowden.