Ulises Padrón: «En nuestra sociedad cada vez es mayor la visibilidad de las personas y los grupos LGBTIQ»

«El debate no es si la gente se quiere casar, sino que las personas tengan el derecho a utilizar esa institución cuando le plazca. Nadie se enferma todos los días, pero tiene la seguridad en Cuba, de que ningún hospital te va a dejar tirada en la puerta por ser negra/o, lesbiana/o, campesina/o. se trata de amparo y protección en la ley. Fotografía cortesía de Ulises Padrón.

El joven Ulises Padrón Suárez es fundador y coordina la Red de Jóvenes por la Salud y los Derechos Sexuales del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Sin embargo, antes de su incorporación a dicha institución ya participaba en sus cursos y talleres que en ella se impartieron y que lo convirtieron en promotor de salud y lo curtieron como activista. Ya han pasado siete años y nos interesa conocer cuáles son sus consideraciones acerca de un tema que va cobrando cierta importancia en la Cuba actual: el Matrimonio Igualitario, aún ilegal en el país.

GV: Asumo que estás interesado en que exista una manera de que las personas del mismo sexo puedan legalizar su relación en Cuba; ¿cuáles son las razones, según tu opinión, para que sea considerada dicha posibilidad?

Ulises Padrón Suárez (UPS): Desafortunadamente, la opinión pública en Cuba sigue estimando que el matrimonio entre personas del mismo sexo/género debe llevarse a consulta popular antes de entrar en ley, es decir, como si este criterio no fuera burdamente manipulado por el consenso hegemónico y heterosexista del establishment insular (en que se encuentra no solo la élite del poder, sino además académicos, periodistas, entre otros). Sin embargo, en nuestra sociedad cada vez es mayor la visibilidad de las personas y los grupos LGBTIQ y, por supuesto, las demandas toman fuerza en la esfera pública. Desconocerlas o no atender con el cuidado y respeto merecido es negar el pleno derecho a ciudadanos/as que encuentran limitada su actuación social.

El abordaje a los derechos humanos en Cuba ha apelado a una serie de conflictos para el conocimiento y expresión legal orgánicos (del cual aún estamos lejos) entre activistas y decisores gubernamentales. De acuerdo con ello, si bien el país reconoce, ampara y protege un grupo importante de derechos (salud, educación, cultura, trabajo), hay otros que se quedan a la zaga en conformidad con la actual coyuntura nacional y regional.

GV: Conoces algún caso en Cuba o anécdota donde de personas que por no haber estado unidas legalmente haya existido alguna injusticia?

UPS: Sí, parejas, en las cuales uno de los dos fallece y al superviviente, la familia del fallecido, lo ha despojado de los bienes construidos en común por ausencia de una normativa que lo proteja ante estas adversidades.

GV: ¿Crees que habría que hacer una consulta nacional para decidir si la posibilidad en Cuba (o no) de la unión legal entre personas del mismo sexo/género?

UPS: No lo creo. Creo que debe pasar directo a ley y además construir una infraestructura institucional para la protección y el amparo de este y otros derechos. La legalización del matrimonio/unión legal/ o como quiera llamársele, ha de ser no discriminatoria y suficientemente amplia para que todos los ciudadanos puedan gozar de ella.

GV: Sabemos que en la propuesta del nuevo Código de Familia, que aún no ha sido presentada al parlamento cubano, no se incluye el Matrimonio Igualitario sino en se propone la “unión consensual”. Te pregunto: ¿qué opinión tienes al respecto?

UPS: ¡Discriminatorio!, sobre todo, si entendemos que nuestro Estado desde 1901 es un laico y por tanto, todas y todos deberíamos tener la misma institución para formalizar nuestra unión, es decir MATRIMONIO, sin adjetivos, sin calificaciones.

Tampoco el matrimonio es la panacea y, como institución heteronormativa, lleva siglos en crisis. Habrá que pensar entre todos en instituciones alternativas que reconozcan el poliamor, por ejemplo, o viabilicen de modo más humano el resguardo del patrimonio ante conflictos por deceso, la familia o el Estado.

GV: El comentarista Ernesto Martínez Hernández expresó en el artículo Tenemos que dejar de mirarnos de manera segmentada, de la periodista Lisandra Fariñas y publicado en el diario Granma, (órgano del Partido Comunista de Cuba): “Permitir los matrimonios gays es irrespeto a la sociedad, como permitir contratos jurídicos entre personas y animales no es normal. No se debe legalizar porque no es natural. Hay parejas que viven toda la vida sin matrimonio, porque luchar por legalizar lo que no es normal por naturaleza es una igualdad inexistente”. ¿Qué le responderías a este comentarista?

UPS: No pude encontrar el artículo, me imagino que lo quitaron, por no ser “políticamente correcto”. Pero su irrespeto e ignorancia son mayúsculos.

Lo normado es cuestión de hombres (históricamente hablando), por tanto, puede cambiar, como se pasó en el medioevo del paradigma ptolemaico al copernicano. Es solo donde te ubiques y las alianzas que crees. Por lo demás con ese señor, no se puede hablar. Ojalá y espero no sea zoofílico.

El debate no es si la gente se quiere casar, sino que las personas tengan el derecho a utilizar esa institución cuando le plazca. Nadie se enferma todos los días, pero tiene la seguridad en Cuba, de que ningún hospital te va a dejar tirada en la puerta por ser negra/o, lesbiana/o, campesina/o. se trata de amparo y protección en la ley.

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