Lecciones de idiomas: Kazajistán sigue dividido por los idiomas

El líder kazajo Nursultan Nazarbayev en el Kremlin. Foto del Gobierno ruso.

Hacia fines de febrero de 2018, el autoritario y anciano presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, causó revuelo cuando ordenó que los funcionarios se comunicaran en el idioma estatal, el kazajo, en lugar de usar el otro idioma ‘oficial’, el ruso.

Todavía se están debatiendo los motivos para esta repentina orden dentro del país centroasiático, así como sus posibles consecuencias.

¿'Ya era hora'?

El kazajo es idioma oficial de Kazajistán desde 1989, cuando todavía era una república soviética. Sin embargo, a un cuarto de siglo de su independencia, el ruso sigue predominando en los medios y en los círculos del Gobierno nacional y los negocios, un legado de la ‘rusificación’ de la era imperial y comunista.

Además, la continua preeminencia del ruso se consideraba beneficiosa para la armonía entre las etnias de un país tan diverso.

Los kazajos constituyen apenas un poco más de dos tercios de la población nacional de 18 millones, de la cual los rusos conforman una quinta parte. Otros grupos como los ucranianos, uigures, tártaros y coreanos están más acostumbrados a hablar en ruso que en kazajo, y los kazajos que viven en las dos ciudades más grandes del país, Almaty y Astaná, también son más proclives a hablar en ruso.

Incluso el propio Nazarbayev, quien habla un kazajo fluido, parece preferir el ruso.

La última versión del alfabeto kazajo. Antes de 2017, el alfabeto de la lengua oficial del país se presentaba en cirílico, como el ruso.

La prevalencia del ruso en Kazajistán es también de interés para Rusia, que ve en este país a un importante aliado y parte del autoproclamado «mundo ruso» del presidente Vladimir Putin.

Es por ello que a muchos sorprendió la repentina disposición del Gobierno del 26 de febrero de que las sesiones se llevaran a cabo solo en kazajo.

Al día siguiente, Reuters informó que casi todos los funcionarios utilizaron el idioma en las sesiones del gabinete, para regocijo de muchos usuarios de medios sociales que hablan kazajo.

En una respuesta típica ante la noticia, Bakyt Sultan escribió en Facebook que ya «era hora» de que se adoptase esta política. La publicación de Sultan estaba en kazajo con un poco de ruso.

¡¡¡Ya era hora!!! Lamentablemente, se nos hizo un hábito hablar en ruso por unos cuantos amigos que no hablaban kazajo. Si hablamos en kazajo, quienes no lo entienden deberían aprenderlo.

Marzhan Usenbay, otro hablante de kazajo, simplemente escribió: «¡Hurra! ¡Hurra! Maravillosa noticia».

¿Desprecio a Rusia o nueva ‘distracción'?

Moscú no debe estar muy contento. Hay quienes ven en la orden para promover el uso del kazajo en los círculos más altos un intento de disminuir la influencia del gigantesco vecino del norte de Kazajistán.

Este tipo de estrategias por parte de Kazajistán se han vuelto cada vez más evidentes en los desconcertantes años que empezaron con la crisis de Ucrania de 2014.

Desde entonces, Kazajistán ha aprovechado varias oportunidades para hacer valer su independencia de Moscú. En 2015, celebró sus 550 años de independencia con gran estilo, luego de que Putin pareció cuestionar la historia presoviética del país.

Nazarbayev con el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, y el presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenka. El ruso sigue siendo la lengua predominante en Bielorrusia a pesar de que existe el bielorruso. Foto del Gobierno ruso.

No obstante, otros lo ven como una maniobra para distraer la atención del público del lento crecimiento económico y la corrupción desenfrenada. Estas reacciones se asemejan a las que hubo ante la estrategia del Gobierno del año pasado de cambiar el alfabeto usado para el kazajo del cirílico al latino.

Un usuario de Facebook bajo el seudónimo de Natsad Napsa calificó la disposición como una «distracción».

¡Es solo una distracción! Si fuera algo genuino, eliminarían el ruso de la Constitución. Si no lo hacen, ¡¡es solo una distracción!!

No solo el Parlamento y el Gobierno, sino todo Kazajistán, incluso las estructuras estatales, los medios masivos, [las instituciones educativas] desde el jardín de infantes hasta la Universidad de Nazarbayev, y el propio presidente y su gabinete, deberían hablar en kazajo. Además, toda la documentación oficial debería estar escrita en kazajo. Si no es así, entonces, otra vez le están tomando el pelo al pueblo con sus declaraciones.

Un pie adentro y otro afuera

Si Kazajistán habla en serio sobre su intención de hacer la transición del ruso al kazajo en las altas esferas, será un duro camino para algunos funcionarios de alto cargo.

En este momento, los usuarios de las redes sociales difunden activamente el video de una sesión reciente del Parlamento donde un diputado plantea una pregunta al jefe del banco central, Daniar Akishev, de etnia kazaja y cuya lengua primaria es la rusa.

Akishev responde en kazajo para tratar de cumplir con la disposición de Nazarbayev, pero no logra hacerse endender. Su respuesta desencadenó las burlas de los hablantes fluidos de kazajo en las redes sociales.

Sin embargo, a la difusión del video también se sumaron las publicaciones de Facebook de los usuarios simpatizantes de Akishev, donde recordaban sus propias dificultades para aprender a hablar la lengua oficial.

De cualquier manera, Akishev, quien había prometido mejorar su kazajo hasta lograr su perfecto dominio cuando fue nombrado jefe del Banco Central hace dos años, no debería sentirse muy afligido.

Hace unos días, el Gobierno bajó un poco la exigencia a los funcionarios de hablar «solo» en kazajo en las sesiones del Gobierno.

En la sesión del Senado del 1 de marzo, la senadora Dariga Nazarbayeva, hija mayor del presidente y posible sucesora, señaló que «nadie eliminó» el ruso todavía y que el idioma se seguirá usando en las funciones públicas.

En la sesión, habló en ruso.

Efectivamente, es un mensaje contradictorio.

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