Fraude, intimidación y represión: Elecciones inciertas en República Democrática del Congo

Marcha pacífica en la República Democrática del Congo, vía Congo réformes. CC- BY-20.

Mientras que el régimen sigue en el poder por la fuerza desde hace casi dos años, la oposición y la comunidad internacional están intentando sacar al país de la crisis, presionando al presidente Kabila a aceptar la organización de elecciones presidenciales. 

¿Se degenerará la situación en la República Democrática del Congo? Muchos analistas lo temen, ya que Joseph Kabila se niega a abandonar el poder. La oposición ya había denuciado el estancamiento político, y está bastante movilizada, como lo demuestra la marcha organizada el 25 de febrero por iniciativa del Comité Laico de Coordinación (CLC) en las calles de Kinshasa. La marcha contó con el apoyo de Moisés Katumbi, exiliado político en Bruselas, que llamó a los congoleños «comprometidos con la justicia y la paz» a unirse al movimiento.

Una marcha pacífica y multirreligiosa volvió a severamente reprimida: las fuerzas del orden dispararon y mataron a tres personas. Un bebé está entre la vida y la muerte después de inhalar gas lacrimógeno. El jueves 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las mujeres vistieron de negro para «honrar a los mártires de la democracia, caídos bajo las balas de la policía de Kabila».

Un régimen que gana tiempo
La oposición multiplica las manifestaciones. Su portavoz, Lambert Mende, afirmó recientemente que se nombraría un candidato de la mayoría en julio de 2018. Sin embargo, el régimen demuestra ser inexacto. A principios de febrero, Lambert Mende repasó sus propios comentarios y explicó a un periodista:

 Je n'ai pas dit qu'au mois de juillet le président Kabila va se choisir un dauphin. J'ai plutôt déclaré que conformément au calendrier électoral, au mois de juillet, nous allons connaître les différents candidats.

Yo no he dicho que en julio el presidente Kabila vaya a elegir a un sucesor. Más bien, declaré que conforme al calendario electoral, en julio conoceremos a los diferentes candidatos.

A Joseph Kabila le han preguntado en numerosas ocasiones en sus salidas oficiales, pero se ha negado sistemáticamente a responder preguntas sobre su posible candidatura e incluso parece gustarle guardar el secreto.

En una escena cómica y reveladora, misteriosamente, el presidente incluso se lleva el dedo índice sobre la boca cuando un periodista de RFI le pregunta sobre el tema. Todo sugiere que, en realidad, el presidente juega con el reloj y cuenta a sus aliados.

Pero, gradualmente, sus apoyos internacionales lo están abandonando y la presión va acentuándose. Hoy, las ONG piden a Francia y otros países extranjeros suspender la cooperación con las autoridades del país. Hace poco, Bélgica, históricamente vinculada a la República Democrática del Congo y al Congo, rompió sus relaciones bilaterales con el régimen. A mediados de enero, el Parlamento Europeo votó un texto para exigir a Kabila que organizara elecciones democráticas; muchas asociaciones de defensa, respaldadas por el Parlamento Europeo, presentaron una petición a la Corte Penal Internacional para que abriera una investigación sobre los abusos cometidos por el régimen en la región de Kasai.

El voto electrónico, riesgo de fraude latente
Recientemente, Nikki Haley, la embajadora de Estados Unidos en Kinshasa denunció el riesgo de que las elecciones se distorsionasen por el uso de las máquinas de votación electrónica. La diplomática explicó:

Utiliser ces nouvelles technologies pour une élection aussi cruciale constitue un risque énorme,

Utilizar estas nuevas tecnologías para unas elecciones tan cruciales contituye un riesgo enorme,

A muchos observadores les preocupa que el efecto de que el régimen influya en las elecciones. Jean-Pierre Lacroix, jefe de operaciones de conservación de la paz de Naciones Unidas, declaró:

« Le gouvernement doit prendre des mesures pour ouvrir un espace de discussion politique et créer un environnement qui permettra une élection crédible, libre, honnête, et transparente »

El Gobierno debe tomar medidas para abrir un espacio de discusión política y crear un entorno que permita unas elecciones creíbles, libres, honestas y transparentes.

En su resumen anual de ciberdelito, el Club de la Seguridad de la Información Francesa, CLUSIF denunció un aumento de operaciones de fraude y piratería electoral en todo el mundo en 2017. Advirtió a las instituciones internacionales la necesidad de desarrollar órganos de supervisión adecuados en el contexto de una votación electrónica.

Por lo tanto, el riesgo de que las elecciones se vayan de las manos son reales. Sobre todo porque el régimen está acostumbrado a este tipo de prácticas. Ocho ONG ubicadas en el Alto Katanga han pagado el precio. El CLUSIF acusa a los operadores telefónicos de estar en combinación con el poder y de realizar frecuentes cortes de internet «por razones políticas». El acceso a internet y a mensajes de texto quedó bloqueado, por ejemplo, el 20 de enero en vísperas de una manifestación contra Kabila organizada por el Comité Laico de Coordinación (CLC).

Presiones a Moïse Katumbi
Además de la represión de las manifestaciones, en ocasiones violenta como demuestra la muerte de seis oponentes por disparos de la policía el pasado 21 de enero en Kinshasa, el poder ataca con frecuencia a los líderes de la oposición, con Moïse Katumbi a la cabeza.

Katumbi se vio obligado a exiliarse en Europa después de quedar herido por la violencia de la policía durante un juicio político. Luego fue condenado a 36 meses de prisión y una pena de inhabilitación en un caso de despojo violento de la propiedad, que es a todas luces una conspiración.

Se trata de un acoso judicial orquestado por el propio presidente, según la jueza Ramazani Wazuri, que pronunció la sentencia. Wazuri también afirma haber recibido amenazas físicas y morales. ¿Y los culpables? Representantes del régimen, incluido Kalev Mutond, el todopoderoso jefe de servicios de inteligencia. Actualmente la jueza está exiliada en Europa, bajo la protección de la FIDH.

Katumbi, exgobernador de la provincia de Katanga, es un candidato popular nominado por un grupo de siete partidos de la oposición, y es el favorito de las urnas. Ahora está tratando de organizar presión internacional en torno a Kabila entre Londres, París y Bruselas.

Por tanto, los próximos meses son cruciales. ¿Kabila respetará el calendario electoral fijado? ¿Se implementarán los medios para la organización de unas elecciones democráticas reales? ¿Conseguirá Katumbi presentarse con seguridad a las elecciones? Son muchas las preguntas cuyas respuestas determinarán el futuro de la República Democrática del Congo para los próximos años.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.