- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

En Irán, la gestión del agua se vuelve un problema urgente

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Irán, Ambiente, Desarrollo, Desastres, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Respuesta humanitaria

El río Khoshk, que corre de manera estacional por el corazón de Chiraz, es apodado por los habitantes del lugar «río Seco”. Vista desde la calle Hafez. Foto de Yann Leymarie, libre de derechos.

Los nombres de las personas entrevistadas han sido modificados para proteger su identidad. El problema de la situación del agua se considerada un asunto muy serio en Irán, al igual que en toda la región de Oriente Medio y Asia Central.

Desde hace muchos años y la Révolución de 1979, la República Islámica de Irán es presa de varios desafíos económicos y políticos mayores. Entre negociaciones sobre cuestiones nucleares, crisis geoplíticas en Siria y Yemen y manifestaciones por los derechos humanos dentro del país, el gobierno de Hassan Rohani ha estado muy ocupado en los últimos tiempos. Sin embargo, el país se enfrenta también a un adversario muy silencioso, pero absolutamente temible: el clima. De Kashan a Chiraz, hemos visitado distintos lugares en Irán a unos días del Norouz, el año nuevo persa (que se celebra con la llegada de la primavera entre el 20 y el 21 de marzo), para constatar los estragos causados en los recursos hídricos del país. Entre el cambio climático, las sanciones internacionales, la explotación agrícola reprochable, la explosión demográfica y la gestión no responsable del agua, Irán se encuentra por primera vez ante un adversario al que no puede combatir solo. En una región donde las relaciones en torno al agua son ya muy tensas [1], Irán aporta su granito de arena en los próximos meses.

Un sistema milenario en el origen de la gestión del agua

Un ejemplo de Madi en el centro del barrio armenio de Ispahan. La red de canales fue diseñada por Sheikh Bahai a finales del siglo XVI, y distribuye el agua del río Zayandeh en las calles de la ciudad. Foto de Yann Leymarie, libre de derechos.

Si bien la cuestión del agua estuvo en muchas ocasiones al centro de historias persas, no siempre fue un problema. En efecto, muchas veces la civilización persa estuvo a la cabeza del progreso técnico y arquitectónico, lo que permitió una gestión del agua razonada y adaptada a este recurso tan demandado. Los qanats fueron  declarados Patrimonio de la Humanidad [2] por la UNESCO en 2016. Se trata de redes subterráneas de 2700 años de antigüedad que aún hoy permiten la distribución de redes de agua por vías subterráneas. Sin embargo, a causa de la explosión demográfica y las necesidades de la agricultura, estos sistemas no cuentan con la cantidad de agua suficiente para todas las nuevas demandas.

En Kashan, el lugar de fabricación de las famosas aguas de rosas, las casas cuentan con pisos subterráneos para alcanzar las fuentes de agua subterráneas de manera más fácil. Varios productores de agua de rosas utilizaban un molino que se activa naturalmente por el caudal del río para aplastar los pétalos de rosa. Hoy en día, la fabricación se debe hacer de manera articificial, como explica Ardashir:

Le moulin a fonctionné avec l’eau de la source souterraine pendant plus de 100 ans, mais depuis 8 ans il n’y a plus assez de débit. C’est une architecture de plusieurs centaines d’années qui est mise en péril.

El molino funcionó con agua de fuentes subterráneas durante más de cien años, pero desde hace ocho años, el caudal ya no es suficiente. Este arquitectura centenaria está en peligro.

«El agua se utiliza prioritariamente para la agricultura, pero no saben cómo hacerlo»

Foto reveladora del uso del agua en Irán. Se mantienen las apariencias de cultivos verdes y floridos a través de un riego artificial constante, mientras que los recursos propios están secos. Aquí, un naranjal de la ciudadela de KArim Khan, en Chiraz. Foto de Yann Leymarie, libre de derechos.

Kaveh Madani es un experto en medio ambiente del London Imperial College. En un entrevista realizada por la directora Gelareh Darabi y Al Jazeera, en medio del lecho seco del río Zayandeh, Madani es categórico: el hombre es el principal responsable [3]:

Je ne dis pas que la nature n’a pas d’effet sur cela mais nous avons épuisé l’eau en amont et c’est tout ce qu’il nous reste.

No digo que la naturaleza no haya tenido efecto sobre esto, pero nosotros hemos agotado el agua río arriba y esto es todo lo que nos queda.

Este situación de crisis tiene su raíz en tres problemas mayores:

1. Un crecimiento rápido de la población [4]: Irán pasó de 37 millones de habitantes en 1979 a más de 80 millones en 2016, por políticas gubernamentales de incentivo de la natalidad [5]. Luego de años de vasectomías gratuitas para poner un freno a la explosión demográfica, el ayatola Ali Khamenei puso fin a esa etapa y pretende superar la barra de los 150 millones de habitantes [6].

2. Un sistema agrícola inadecuado e improductivo: Durante muchos tiempo, el sistema agrícola del país fue uno de los pilares de la vida iraní, especialmente luego de la guerra contra Irak. Hoy en día, es una de las causas mayores de la escasez de agua. Se utiliza el 92% de las reservas de agua fresca subterránea con este fin y se obtiene una tasa de rendimiento solo del 30%, [7] es decir, la mitad del promedio mundial. Este punto de vista es el que sostiene Cyrus, vendedor de tapices en el zoco de Isfahán:

La rivière a besoin d’eau et de neige, seulement aucune d’elles n’est venue. L’hiver est très sec. Et de toute façon, l’agriculture et les industries sont les priorités, il n’y a plus assez d’eau pour ouvrir la rivière.

El río necesita agua y nieve, pero algunas no llegan. El invierno es muy seco. De todos modos, la agricultura y las industrias son la prioridad, ya no hay suficiente agua para abrir el río.

Y Darius, el padre de Xerxés, expresó en Chiraz:

L’eau est utilisée en priorité pour l’agriculture, mais ils ne savent pas comment s’en servir. Ils noient les champs et l’eau s’évapore, c’est une perte énorme.

El agua se utiliza de manera prioritaria para la agricultura, pero no saben cómo aprovecharla. Inundan los campos y el agua se evapora, es una pérdida enorme.

En efecto, fuera de la ciudad, encontramos muchos cultivos de arroz diseminados en los cultivos de colza. Es una situación grotesca, hay casi 25° C, el sol está en el cénit y se puede observar claramente los arrozales bañados de agua. Es por esto que pedimos a Xerxès que nos explique:

Même si la culture du riz est interdite par la loi ici, le gouvernement ne peut pas ou ne veut pas intervenir car la situation économique est déjà très mauvaise et le peuple doit survivre.

Aunque el cultivo de arroz está prohibido por ley aquí, el Gobierno no puede o no quiere intervenir porque la situación económica ya es muy mala y el pueblo tiene que sobrevivir.

En un período delicado en los planos político y económico, el Gobierno iraní se hace de la vista gorda para no empeorar la situación social, que ya es muy tensa, mientras promueve cultivos que requieren menos agua. [8]

3. La mala gestión del agua de manera general:

Beaucoup de personnes ont des jardins privés autour de Chiraz. Quelques centaines de mètres carrés avec une construction et une piscine. C’est désormais illégal d’avoir une piscine sans permis et ces derniers ne sont plus délivrés ces temps-ci.

Muchas personas tienen jardines privados en los alrededores de Chiraz. Cientos de metros cuadrados con una construcción y una piscina. Ahora es ilegal tener una piscina sin permiso, que ya no se emiten.

La frase de Xerxès es sintomática de la relación de los iraníes con el oro azul. El país siguió utilizando los recursos hídricos sin preocuparse por el impacto a largo plazo. En etrevista con Al Monitor, Claudia Sadoff, directora general de International Water Management Institute, explica también [9]:

 90% de la population et de la production économique du pays se situent dans des zones de fortes, voire très fortes, contraintes en eau.

El 90% de la población y de la producción económica del país se sitúa en zonas con graves, y hasta muy graves, problemas de agua.

En pleno corazón del lecho del mítico río Zayandeh, que permitió el nacimiento de la antigua ciudad de Isfahán. Foto de Yann Leymarie, libre de derechos.

«Un día va a emanar del suelo agua salada y será un verdadero desastre»

Desde inicios de marzo, se han sucedido manifestaciones de agricultores [10] en Isfahán, con una pregunta simple como lema: ¿A dónde se fue nuestro río? Los granjeros están en situación de desempleo técnico porque ya no hay suficiente agua en el reservorio para para satifacer la totalidad de las demandas.
Si bien el Gobierno anunció su voluntad de abrir el río Zayandeh para el Año Nuevo persa, los habitantes no se dejan engañar. Cambyses, un joven jubilado, comentó lacónicamente, con el control remoto en la mano y la mirada fija en las imágenes de la manifestación del 9 de marzo:

Je ne pense pas (qu’ils pourront ouvrir la rivière), le réservoir est trop bas.

No creo [que puedan abrir el río], el reservorio está demasiado bajo.

No se equivocó, el lecho del río estaba igual de árido el 20 de marzo.

La situación en Isfahán es igual que la crisis ambiental y social en la que ha estado inmerso todo el país estos últimos años, entre la desaparición de zonas húmedas [11], la desecación [12] de lagos y la desertificación [13] masiva. En Chiraz, el lago Maharloo sirve como barómetro, nos explica Xerxès:

Vous ne pouvez pas toujours juger les ressources en eaux par le débit de la rivière mais plus par sa destination finale. Nous les évaluons en fonction de la couleur du lac : s’il a une couleur « eau » alors c’est bon, s’il est rose (la couleur du sel et des autres minéraux) ce n’est pas bon signe.

No siempre se pueden juzgar los recursos hídricos por el caudal del río, sino por su destino final. Los evaluamos en función del color del lago: si tiene un color «agua», está bien, si es rosado (el color de la sal y otros minerales), no es una buena señal.

Y cuando le preguntamos por el color actual del lago al final de la estación de lluvias, la respueta fue directa:

Rose (rires)

Rosa [risas]

Pero para Darius, su padre, el verdadero riesgo está en prever el largo plazo:

C’est simple. Le sol ici repose sur des strates de sel, un jour il rejettera de l’eau salée et ce sera alors un véritable désastre.

Es simple. El suelo aquí reposa sobre estratos de sal. Un día, va a emanar agua salada, y entonces será un verdadero desastre.

«Necesitamos ayuda»

Hoy en día, el país ya no puede lidiar con la situación por su cuenta, y el riesgo de sequía se vuelve extremadamente inquietante, como lo muestra esta simulación:

Probabilidad de sequía para los próximos seis meses a contar a partir de febrero de 2018. Datos del International Research Institute for Climate and Society – Columbia University – Dominio público.

El país no posee las competencias necesarias para lidiar con el problema del agua de una manera adecuada, y la aplicación de sanciones [11] es siempre un freno adicional mayor. Mientras que una crisis financiera nacional es siempre una posibilidad [14] en Irán, es particularmente complicado para los donantes internacionales dar apoyo al Gobierno en proyectos ambientales. Si bien Rusia se presentó en 2015 para posibilitar la búsqueda de nuevas fuentes de agua [15] en zonas desérticas, los expertos están escépticos. En efecto, más que la escasez de las reservas de agua, es la mala gestión de los recursos la verdadera fuente del problema. [16]

Para Darius, es verdaderamente importante pedir ayuda:

On a besoin d’aide.

Necesitamos ayuda.