- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

El entorno de las decisivas elecciones de Mali en 2018

Categorías: África Subsahariana, Mali, Desastres, Elecciones, Gobernabilidad, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Relaciones internacionales
[1]

Operación Barkhane contacta con la población en el sur de Mali por TM1972 – CC-BY-4.0.

Un nuevo enfrentamiento [2] entre las fuerzas de Barkhane, operación para conservar la paz de las fuerzas francesas, y un grupo yihadista en el norte de Mali durante el fin de semana de Pascua pone de manifiesto la constante inseguridad que se ha establecido en el país, a unos meses de unas elecciones cruciales.

«No hay tregua de Pascua en Mali «, titula Ouest France [3]. Y con razón, porque violentos enfrentamientos enfrentaron a yihadistas y combatientes a favor del régimen el último fin de semana de marzo. Una operación de reconocimiento y de control conjunta de las fuerzas francesas y la milicia MSA-GATIA, grupo armado que apoya al Gobierno, en la frontera entre Mali y Níger ha tuvo como resultado la eliminación de 30 miembros [3] de un grupo terrorista armado. Ningún soldado francés de la Operación Barkhane murió ni quedó herido durante los enfrentamientos.

Preocupaciones persistentes

El éxito de esta operación, como la mayoría de las operaciones recientes, genera cierto optimismo. Sin embargo, lejos de apaciguarse, la situación en el norte de Mali lleva años estancada. Desde 2013, los grupos yihadistas han estado esparcidos, cazados en el norte de Mali. Pero áreas enteras del país aún están fuera del control de las autoridades [4], a pesar del definido apoyo del Ejército francés. Además, aprovechando el caos que dejaron los enfrentamientos, el bandolerismo también ha progresado significativamente, como lo pone de manifiesto el reciente asesinato de un cabo en pleno Tombuctú, importante ciudad maliense.

Lo más grave es que la situación se desborda ahora en los países vecinos, en particular Burkina Faso y Níger. Es así que Naciones Unidas ha advertido sobre la inseguridad que «sigue creciendo y gana progresivamente el centro del país», en un informe reciente. Esto general temor global de la implantación del Estado Islámico en el Gran Sahara. Naciones Unidas señala [5]:

 Des pertes de contrôle territorial, ajoutées à une fragmentation croissante des groupes armés [loyalistes] en fonction de leurs ethnies ce qui mène au développement de groupes armés non-signataires. Ces divisions croissantes représentent aujourd’hui la plus grande menace à l’application de l’accord d’Alger de 2015 et plus largement pour la paix.

Las pérdidas de control territorial, junto con una creciente fragmentación de los grupos armados [unionistas] según sus etnias es lo que conducen al desarrollo de grupos armados no signatarios. Estas divisiones en crecimiento ahora representan la mayor amenaza para la implementación del Acuerdo de Argel de 2015 y, más ampliamente, para la paz.

Se consideraba que este texto, firmado por el Estado de Mali y la alianza de grupos rebeldes armados tuareg y árabes, vendría acompañado de la reducción de la violencia. Sin embargo, tras el testimonio de un diplomático que habló bajo la condición del anonimato, la situación tampoco avanza en este sentido. Y las actuales demoras son atribuibles a «todas las partes».

Decisivas elecciones

Una de las salidas previstas para el bloqueo actual son las elecciones presidenciales planificadas para finales de julio. Si bien tienen el potencial de aliviar algunas de estas tensiones, también podrían agravar la situación si el voto no es creíble. Ciertamente, por la situación del país, todavía hay dudas. En primer lugar, ¿se presentará el presidente saliente Ibrahim Boubacar Keïta a su propia sucesión? Más allá de la preguntas políticas, también hay dificultades técnicas: ¿cómo proceder a la identificación de casi 7 millones de votantes? ¿Cómo proceder a recolectar y transmitir resultados incuestionables?

El comité directivo de las elecciones ha prometido «establecer un sistema biométrico de autenticación de tarjetas de votantes», pero este proyecto ha sido criticado por la oposición que lo considera caro (54 millones de euros, sin impuestos) y difícil de lograr en el tiempo.

Al respecto, un asesor cercano al primer ministro, Soumeylou Boubèye Maïga, reconoce [6]:

L’offre retenue me semble difficile, sinon impossible, à mettre en place à quatre mois du scrutin sur un territoire où la couverture Internet et d’électricité reste faible.  On pourrait tout aussi bien s’orienter vers une solution peu coûteuse avec l’usage d’encre indélébile et la signature de registres, comme en France.

La oferta escogida parece difícil, hasta imposible, de establecer a cuatro meses del escrutinio en un territorio donde la cobertura de Internet y la electricidad es débil. Se podría fácilmente avanzar hacia una solución económica con el uso de tinta indeleble y la firma de los registros, como en Francia.