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Expuesta en televisión en vivo con su empleador, trabajadora doméstica migrante en el Líbano se retracta de acusaciones de maltrato

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Líbano, Activismo digital, Derecho, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Medios ciudadanos, Mujer y género, Protesta, Trabajo

Lensa Lelisa aparece en vivo en un programa de televisión libanés, pese a encontrarse postrada en una cama de hospital. Fuente: página de Facebook de «This is Lebanon» [1].

El 31 de marzo, Global Voices publicó el relato [2] de la terrible situación que vivió Lensa Lelisa, inmigrante etíope de 21 años que trabaja como empleada doméstica en el Líbano y que denunció que sus empleadores libaneses, la familia con la que vive y para la que trabaja, la había maltratado. Contó que, ante la desesperación por escapar, se tiró del balcón del segundo piso de la casa y se rompió las piernas.

Su testimonio en video [3], disponible en amárico con subtítulos en inglés, se difundió en redes sociales a través de la página de Facebook «This is Lebanon [4]» (Esto es el Líbano), que se encarga de exponer los abusos a que enfrentan los empleados domésticos migrantes en el Líbano. Se filmó gracias a la ayuda de la tía de Lensa, Ganesh, que la visitó en el hospital.

En ese momento, se conoció que [5] los empleadores son los dueños de una compañía de alta costura llamada Eleanore Couture. Enfurecidos, docenas de libaneses y extranjeros se manifestaron en la puerta de las oficinas de la empresa en Jdeideh, al norte de Beirut. Además, muchos otros participaron de la campaña en línea #IAmLensa [6] (Yo soy Lensa).

Leer: “Me golpeaban todos los días con un cable eléctrico… Aplastaron mi cabeza contra la pared” [2]

Cuando Lensa recibió el alta médica, los empleadores se la llevaron otra vez a su casa, pese a las acusaciones y posteriores quejas de muchos grupos del país y extranjeros.

Sin embargo, la historia se volvió aún más turbia el 2 de abril. Ese dia, se presentaron en el programa de televisión «Al Nashra» del canal libanés Al Jadeed una de las empleadoras de Lensa (Crystel), su abogada y hasta Lensa, «en un intento de contar la historia verdadera detrás de lo ocurrido a Lensa en diez minutos», por citar el video que difundió «This is Lebanon» [1].

La conductora se dirigió a Lensa en inglés, mientras que con las otras dos mujeres habló en árabe, idioma que Lensa reconoció que apenas entiende. Gracias a la colaboración de traductores voluntarios, el episodio, que dura doce minutos, se difundió en la página de «This is Lebanon» con subtítulos en inglés y amárico.

«Porque me veo rota, no quiero trabajar más aquí»

En el programa, Lensa se desdijo de sus declaraciones y sostuvo que se cayó por accidente. A continuación, la conductora le preguntó «¿Te caíste? ¿Y qué estabas haciendo?», a lo que ella respondió «Colgaba mi ropa en el balcón».

En este momento, intervino Crystel y declaró: «Le insistí a Lensa para que aparecieran en televisión hoy», a lo que la conductora respondió «No me imaginé que se encontraría en estado tan grave», refiriéndose al hecho de que Lensa aún se encuentra postrada en una cama de hospital porque no puede caminar.

Lensa dijo entonces que «mintió» para romper el contrato de trabajo:

Because I want to go back to my country. Because I see myself broke I don't want to work anymore here, and to go back to my country.

Porque quiero volver a mi país. Porque me veo rota y no quiero trabajar más aquí, y quiero volver a mi país.

Hasta pidió disculpas por las molestias ocasionadas:

She's good for me. All good for me. Madame too. […] I like her. She like me […] This is my wrong. The video is my wrong. […] Now I am asking this family, Khalil family, I'm sorry about this video. This video, I didn't think this bring problem for them.

Ella es buena conmigo. Muy buena. La señora también (…) Me cae bien. Le caigo bien (…). Es mi culpa. El video es mi culpa (…). Ahora le pido a esta familia, a la familia Khalil, que me perdonen por este video. Este video, no pensé que les traería problemas.

Esta nueva versión es totalmente opuesta a las declaraciones que hizo Lensa en amárico sin la presencia de sus empleadores.

Luego, el conductor le preguntó a Crystel si se podía suponer que Lensa está demasiado atemorizada como para decir la verdad en televisión, puesto que está obligada a volver a esa casa luego. Crystel respondió que no, sostuvo que Lensa ya había tenido reiteradas oportunidades para pedir ayuda en caso que la hubiera necesitado. Cabe destacar que Lensa acusó a Crystel de atacarla con tijeras.

No obstante, según informaron [7] a Human Rights Watch dos mujeres etíopes que visitaron a Lensa en el hospital, ella no dijo toda la verdad a los investigadores por miedo a represalias.

En el video original, se oye a Lensa declarar:

[…] From the very beginning they were abusing me […] They tortured me and I couldn't do anything to save myself. They beat me everyday with an electric cable and wrapped my hair around their hands and dragged me around the room. They smashed my head into the walls. […] There were four of them abusing us. […] They took turns abusing us. […] He was pushing his fingers into my eyes. […] I said to myself, ‘How long can I carry on?’ […] There was another Ethiopian girl with me and the same things were happening to her.

(…) Me maltraton desde el primer día (…) Me torturaron y no podía hacer nada para salvarme. Me pegaban a diario con un cable eléctrico y me tomaban del pelo, arrastrándome por la habitación. Me golpeaban la cabeza contra las paredes (…). Eran cuatro los que nos maltrataban (…). Se turnaban para golpearnos (…). Él me metía los dedos en los ojos (…). Me dije: «¿Cuánto tiempo más puedo seguir así?» (…) Había otra muchacha etíope conmigo y le hacían lo mismo.

Acusaciones de «intenciones encubiertas»

«Al Jadeed» se puso en contacto con «This is Lebanon» para invitarlos al programa, pero el grupo se negó «a ser parte de este circo mediático».

Durante el episodio y en otras apariciones previas en otros medios, «This is Lebanon» junto con otros defensores de los trabajadores migrantes fueron blancos de la ira.

En otro reportaje en Lebanese Broadcasting Channel [8], Crystel declaró que «en el hogar de los Khalil no existe la violencia». Denunció que «This is Lebanon» tiene «intenciones encubiertas» y que estaban haciendo uso del nombre de Eleanore Couture para ganar publicidad. Además, los amenazó de demandarlos, los acusó de difamadores y se quejó de cómo está situación les ha perjudicado el negocio.

En el programa de «Al Jadeed», la abogada, que representaba los intereses de la familia Khalil y no a Lensa, denunció la existencia de una conspiración:

The situation we're seeing today in Lebanon is that there are a large number of organisations funded from abroad whose apparent goal is to support migrant workers. The truth is that there is a competition between these organisations to see who can get the media scoop. Whether it's true or not doesn't matter.

La situación de la que somos testigos hoy en el Líbano es que existe un número importante de organizaciones que reciben dinero del exterior cuyo objetivo aparente es ayudar a los trabajadores migrantes. La realidad es que estas organizaciones compiten entre sí para ver cuál es la que consigue llamar la atención de los medios. Si se trata de hechos verdaderos o no, no es lo importante.

«This is Lebanon» respondió con una publicación extensa [1], disponible tanto en inglés como en árabe, en la que detallaron una lista de demandas, entre las que se incluyen:

1. Ensure Lensa’s safety by removing her from her employer’s house to a place where she is no longer in fear of retribution from her employer for speaking truthfully.
2. Ensure that Lensa is getting the medical care she needs for a speedy recovery.
3. Provide Lensa with the opportunity to talk with an Ethiopian social worker that will reassure her of her safety, provide her with her options, and to empower her to choose whatever she sees best fit.
4. Demand a proper investigation

1. Asegurar la seguridad de Lensa, sacarla de la casa de su empleador para llevarla a un lugar en el que no tenga miedo a represalias por hablar con la verdad.

2. Garantizarle a Lensa un tratamiento médico adecuado para una pronta recuperación. 

3. Que Lensa cuente con la oportunidad de hablar con un trabajador social etíope que le garantice su seguridad, le explique cuáles son sus opciones y la ailente a poder elegir lo que le resulte mejor. 

4. Demandamos una investigación adecuada.

No existen garantías de protección para que Lensa pueda hablar con libertad

Mientras tanto, la tía de Lensa, Ganesh, declaró en otro video [9] que publicó «This is Lebanon» que, cuando visitó a su sobrina luego de que su testimonio se publicó en línea, al comienzo no tenía permitido mantener una conversación en privado con ella. Esta información fue confirmada por el diario francófono libanés L'Orient Le Jour, que, según informó [5], el permiso de hablar en privado con su sobrina lo consiguió tan solo luego de que se sintiera la presión ejercida por las redes sociales.

El 6 de abril, Human Rights Watch publicó un informe [7] sobre lo ocurrido, en el que encontraron con lo siguiente:

The [Lebanese] Internal Security Forces told Human Rights Watch that they had completed an investigation after speaking with Lelisa, another migrant domestic worker in the house, the employers, two forensic doctors, and the Ethiopian Embassy, and sent their report to the prosecutor’s office. However, the Internal Security Forces said they had not provided Lelisa with any guarantee of safety or protection to ensure that she was able to speak freely. “It’s the job of the embassy to provide reassurances or guarantees,” an official said.

Las Fuerzas de Seguridad Interna (libanesas) informaron a Human Rights Watch que habían finalizado la investigación luego de hablar con Lelisa, otra trabajadora doméstica migrante de esa casa, los empleadores, dos médicos forenses y la Embajada de Etiopía, y que habían enviado la investigación al fiscal. Sin embargo, las Fuerzas de Seguridad Interna declararon que no le dieron garantía alguna de seguridad o protección a Lelisa que le garantizara la posibilidad de hablar con libertad. «Ese es el trabajo de la embajada», dijo un funcionario.

La policía libanesa y la Embajada de Etiopía concluyeron oficialmente que las acusaciones de abuso de Lenisa no eran verdaderas.

Los trabajadores domésticos migrantes del Líbano demandaron en reiteradas ocasiones poner fin al conocido sistema Kafala [10], que ata el estado de legalidad de un empleado a su empleador, así como también ratificar la convención 189 de la Organización Internacional de Trabajo, que garantiza que los derechos humanos de todos los trabajadores domésticos deben ser respetados.