Las zonas más pobres de Jordania pasan semanas sin agua mientras que las más ricas tienen suministro permanente

Wadi Rum, Jordania. Fotografía de: TreksJo. Uso autorizado.

Jordania es el segundo país con menos agua del mundo. Uno de sus mayores recursos de aguas superficiales, el río Jordán, lo comparte con Israel y, el otro, el río Yarmuk, con Siria, lo que deja a Jordania con una proporción bastante pequeña de agua.

En cuanto a las 12 cuencas de aguas subterráneas identificadas en el país, lo que preocupa es su sostenibilidad. Algunas se explotan a su capacidad máxima y otras se sobreexplotan, lo que amenaza su uso futuro.

La situación se ve agravada por los 1,4 millones de personas adicionales que viven en Jordania y dependen de sus limitados recursos hídricos por la guerra de Siria.

Si miramos al futuro, el cambio climático solo amenaza con empeorarlo. Científicos de la Universidad de Stanford pronostican que la temperatura en Jordania podría aumentar 4ºC y podría tener un tercio menos de lluvias a finales de siglo. Así, Jordania se vería amenazada con escasez absoluta ya que se espera que las sequías y su duración se duplique entre 2071 y 2100.

Aunque la lucha es innegable, los 9.903.877 ciudadanos de Jordania no lo viven de la misma forma. La incapacidad del Gobierno de proveer agua en algunos lugares a menudo puede verse relacionada con el posición social de las zonas.

Sara Bader, antigua habitante del barrio Al-Yasmine de Amán (un barrio muy poblado y por debajo del promedio) habló con Global Voices sobre su experiencia cuando se mudó a Abdoun (considerada como una zona para la élite):

We would get water two times a week [in Al-Yasmine], sometimes in the summer that is barely enough to get us through the week, so we would time doing the laundry and other water-consuming activities with the day the water would get pumped. We would always be very cautious when it came to water consumption. Now [in Abdoun], the water is pumped daily, and my mother does not care what day of the week it is for her to do laundry.

Teníamos agua dos veces a la semana (en Al-Yasmine). Algunas veces en verano, apenas es suficiente para pasar la semana, así que programábamos lavar la ropa y otras actividades que consumieran agua para el día en que bombeaban el agua. Siempre teníamos mucho cuidado con el consumo del agua. Ahora (en Abdoun), bombean agua todos los días y mi madre no tiene que preocuparse de qué día de la semana es para poder lavar la ropa.

Puede parecer injusto que se bombee agua a una zona de manera constante mientras que a otras solo se bombee dos veces a la semana, pero lo cierto es que recibir agua dos veces a la semana es un privilegio que muchos jordanos de zonas menos afortunadas sueñan con tener.

En las zonas más pobres de Amán, en las provincias y, sobre todo, en las aldeas, se bombea agua cada 20 días y, en ocasiones, nunca.

En una carta dirigida al Gobierno para quejarse del problema del agua, un ciudadano que vive en la provincia de Jerash afirma:

I am delivering the struggle of hundreds of people to you—people whom have not had water pumped to them in 30 or 20 or 19 days.

Les traigo la lucha de cientos de personas, personas a las que no se les ha bombeado agua en 30, 20 o 19 días.

Continúa:

I have proof that some water pipes have not held water for over a year because city hall has not been pumping water to these places, not even once a month.

Tengo pruebas de que algunas tuberías no han tenido agua durante casi un año, porque el ayuntamiento no ha bombeado agua a esos lugares, ni siquiera una vez al mes.

Los comentarios sobre la carta hechos por sus compatriotas indican que el problema afecta a otros. Muchos le aconsejaron mudarse a una casa «al lado de un representante del Gobierno» o «ser un mejor vecino» para conseguir un mejor servicio de abastecimiento de agua, ya que un bombeo poco frecuente es «imperceptible» en los vecindarios de la «élite».

Un gran problema en las provincias es que las familias suelen tener más miembros, y una gran cantidad de estos ciudadanos son granjeros que necesitan desesperadamente el agua para sus cultivos.

Todo eso sin mencionar que el Gobierno cobra las facturas de agua a todos los ciudadanos sin importar que reciban o no el servicio. En el caso de que no lo reciban, tienen que comprar agua a servicios de suministro de agua que no pertenecen al Gobierno (o «tanques de agua», como se conocen coloquialmente). Así pues, tienen que pagar dos facturas: una al Gobierno y otra a quien contraten para llenar el tanque.

El precio establecido por el Gobierno para estos tanques de agua es de cuatro dinares jordanos (seis dólares estadounidenses por metro), un precio que mucha gente no puede permitirse, pero algunos de estos servicios se aprovechan de los ciudadanos en tiempos de necesidad y cobran unos cinco dinares.

¿Cuál es la razón tras el aparente descuido del Gobierno hacia las provincias cuando se trata del suministro de agua? Un empleado del Ministerio de Agua e Irrigación que habló con GV y que prefiere mantenerse anónimo dijo:

The reality is different than most people’s assumptions: it is not that the ministry is biased in the schedule, it is simply that the poorer areas have weak infrastructure and pipes which cannot stand continuous pumping as they already leak 2/3 of the water pumped through them. That is why these places do not have a non-stop supply of water, because the ministry cannot afford losing that much water on a daily basis, thus the water is pumped every week or every two weeks, and most of it is not delivered because of the leaks.

La realidad difiere de lo que la mayoría piensa: no es que el ministerio esté parcializado en el programa, es simplemente que las zonas más pobres tienen infraestructuras más débiles y las tuberías no pueden estar abasteciendo constantemente porque ya tienen pérdidas de dos tercios de agua que se les bombea. Es por esto que estas zonas no tienen suministro continuo de agua, porque el ministerio no puede permitirse perder tanta agua diariamente. El agua se bombea cada semana o cada dos semanas y la mayoría no llega a su destino por las goteras.

Cuando se le preguntó por qué el ministerio no arreglaba las goteras de las tuberías o las reemplazaban, simplemente comentó que, actualmente, el presupuesto no puede priorizarlo.

Sin embargo, el Gobierno promete una distribución más justa del agua este año y que el suministro de agua de las provincias está asegurado para el verano. Con suerte, mantendrá sus promesas ya que, después de todo, el agua es un derecho humano.

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