Habitantes y trabajadores de la isla Borácay en Filipinas se están pronunciando contra la orden del Gobierno de clausurar el conocido centro turístico por seis meses para llevar a cabo trabajos de renovación que incluyen la mejora del obsoleto sistema de alcantarillado de la isla.
Con la suscripción de la Proclamación Presidencial 475 el 26 de abril de 2018, el presidente Rodrigo Duterte colocó a Borácay en estado de calamidad –decisión que formalizó el cierre temporal de la turística isla. Varios grupos han solicitado judicialmente que se invalide el cierre.
Los recurrentes a la Corte Suprema cuestionaron la constitucionalidad de lo que consideran una decisión arbitraria del presidente. También buscaron una orden de restricción temporal del cierre y desalojo de negocios en la isla.
Las autoridades han justificado el cierre como parte de su iniciativa de presuntamente “rehabilitar” la isla en medio de preocupaciones ambientales. Pero muchos cuestionaron esta motivación después de que se informó que el Gobierno había aprobado inicialmente la construcción de dos megacasinos en Borácay.
Aún así, el cierre ha sido impuesto sin ningún plan maestro para rehabilitación, o sin estrategia para minimizar sus efectos en el sustento de quienes viven y trabajan en Borácay, que se verán obligados a reubicarse. Los despidos masivos ya han afectado a miles de trabajadores.
La página de Facebook Amigos de Borácay resaltó los efectos negativos del cierre en la vida de las personas –y en sus medios de vida. Estos testimonios en línea han sido incluidos en declaraciones reunidas por organizaciones de la sociedad civil durante una misión de investigación y solidaridad realizada en Borácay y la provincia de Aklan y sus alredores entre el 16 y el 19 de abril de 2018.
Entre las organizaciones encontramos a Bayan-Aklan, Amigos de Borácay, Centro de Acción Tabang Aklan, Gabriela Panay-Guimaras, Centro de Preocupaciones Ambientales, el Equipo Iloilo Pride y la Unión Nacional de Abogados del Pueblo.
Un guía turístico contó cómo afectará el cierre de Borácay a su familia:
Boracay Tour Guide ako. 11 years na ako sa Boracay. Masakit ang nangyayari sa amin; 2000 kaming mga tour guides. Wala kaming regular na sahod dahil commission basis lang kami. Pumunta ako sa DOLE dahil may closure. May SSS ako at 6 years na akong may contribution. Nagtanong ako kung pwedeng mag apply ng calamity loan, para lang may pangkain, budget. Sa Wetland ako nakikitira sa barong- barong. Ang tanong namin, may ipapalit bang trabaho? Nakatenga kami, araw araw kaming kumakain may tatlo akong anak at pinapadalhan ko sila sa Bacolod. Kailangan namin ng financial assistance.
Soy guía turístico en Borácay. He estado en Borácay 11 años. Lo que nos está sucediendo es muy doloroso; somos 2,000 guías turísticos. No tenemos ingresos estables porque solamente trabajamos a comisión. Fui al Departamento de Trabajo por este cierre. Tengo seguridad social, he estado aportando seis años. Averigüé si podía solicitar un préstamo, no tengo dinero para comprar comida. Vivo en una casa de cartón en el humedal. Nuestra pregunta es: ¿habrá empleo alternativo? Estamos sin hacer nada, pero tenemos que comer todos los días. Tengo tres hijos y les envío dinero en Bacolod. Necesitamos asistencia financiera.
Otra habitante contó del comportamiento agresivo de las autoridades que notificaron los desalojos a pequeñas empresas y propietarios de centros turísticos de la isla:
Sir, gusto ko ikwento ang ginagawa sa amin dito. Sinerbihan kami bg DENR ng Show Cause Order at Notice to Vacate. At sa pagpunta nila may kasama silang masobra sa 5 na pulis na naka fatigue at kargadang mahahabang baril. NAGPAPANIC NA KAMI DAHIL MAY MGA BATA. At pabalik balik sila sa mga kabahayan. Binigyan lang kami nang 15 days para umalis sa mga bahay namin.
Señor, nos gustaría contarle historia de lo que nos hicieron aquí. [El Ministerio del Ambiente] nos mostró una orden y notificación de desalojo. Cuando vinieron, los acompañaban cinco policías en traje de faena con armas de fuego. Entramos en pánico porque había niños. Fueron y vinieron por las casas. Nos dieron 15 días para desocupar nuestras casas.
Un operador de motores tuvo una experiencia similar con la policía:
Napapatanong kami, Kasama ba kami sa demolition? Wala nang pasahero, ikot ng ikot wala namang kita. May pasahero ako dalawang pulis, narinig kong sabi nila pag may lumaban gagawin nilang susunod na Marawi. Natatakot na kami, wala na nga kaming makain. Bubuldosin kami na parang aso at patutulugin sa lupa? Hindi naman kami lalaban kung i de demolish kami, armado sila. Wala kaming malilipatan. May damdamin kami at takot na takot dahil armado sila.
La policía ya no tiene trabajo, pero siguen haciendo cosas por medio de la intimidación. Lo que nos lleva a preguntarnos, ¿estamos incluidos en la demolición? No hay más pasajeros, damos vueltas y vueltas pero no tenemos ingresos. ¿Nos demolerán y quedarmos como perros para dormir en el suelo? Por supuesto, no nos resistiremos si nos demuelen, están fuertemente armados. No tenemos a dónde ir. Tenemos sentimientos y estamos muy asustados porque están armados.
Los artistas de arena insistieron en que son las acciones del Gobierno las que crearon el problema:
Apat na taon na kaming magpipinsan na gumagawa ng sand art. Taga Boracay kami. Hindi kami ang sumisira sa Isla. Ang mga nagpatayo ng mga malalaking building na pinayagan naman ng DENR ang sumira sa Boracay.
Los primos hemos estado haciendo arte en la arena durante años. Somos de Borácay. No estamos destruyendo la isla. Quienes hacen las grandes construcciones con autorización [del Ministerio de Ambiente] son quienes están destruyendo Borácay.
En Facebook, una publicación tomó las opiniones de muchos que están preocupados por el mal momento que pasan los desplazados:
As an advocate for the environment I want it rehabilitated too… BUT I BLEED MORE for the people who are affected by the closure because of lack of planning and foresight on the part of the government in ensuring that safety nets are in place prior to closedown.
Como defensora del ambiente, también quiero que los rehabiliten, PERO ME AFECTA MÁS por quienes están afectados por el cierre, por la falta de planificación y previsión por parte del Gobierno para asegurar que las redes de seguridad estén funcionado antes del cierre.
Según el informe inicial de la misión de investigación y solidaridad, el 40% de la población de la isla ha recibido notificaciones de autodemolición y desalojo de sus viviendas. Estas notificaciones son de trabajadores estatales acompañados de policías fuertemente armados, y más de 600 fueron despleagos en la isla dias antes del cierre programado.
En respuesta al pedido, el presidente Duterte ha amenazado con cerrar permanentemente Borácay –pero los trabajadores, habitantes y sus simpatizantes no van a retroceder. Siguen defendiendo su medio de vida, y se oponen a la entrada de grandes casinos a la isla.