Protesta en Montenegro por el último ataque armado contra una periodista y para pedir el fin de la impunidad

Manifestación bajo el lema «Basta de violencia» en Podgorica, el 9 de mayo de 2018. Foto de Damira Kalac, utilizada con autorización.

La periodista montenegrina Olivera Lakić recibió un disparo en la pierna el pasado 8 de mayo, en lo que parece un ataque selectivo.

El 9 de mayo, cientos de personas protestaron en la capital, Podgorica, para exigir el fin de la impunidad para los delitos violentos y poder así llevar una vida sin miedo.

El tiroteo fue perpetrado por personas desconocidas, que dispararon a Lakić ─periodista del diario Vijesti─ frente al edificio donde vive, en el centro de la capital montenegrina. Tras caer al suelo herida, vio a dos hombres que huían. Vijesti informó que aunque deberá estar hospitalizada durante un tiempo, la herida de su pierna derecha no es potencialmente mortal.

Con unos 643 000 habitantes, Montenegro es uno de los países más pequeños de Europa. Desde 1991, el país balcánico ha estado gobernado por la misma élite política, encabezada por el actual presidente, Milo Đukanović. Los periodistas que investigan delitos, corrupción, negocios y política afirman que son habituales la intimidación y las amenazas directas.

Balkan Insight informó que Lakić ya antes había sufrido ataques. En 2012, un hombre la atacó físicamente en la puerta de su casa, poco después de que se publicara su reportaje sobre la Compañía de Tabaco de Montenegro. Igual que otros periodistas que cubren temas de corrupción en la zona, llevaba años recibiendo amenazas de muerte.

La policía local anunció que habían «bloqueado la ciudad», pero hasta ahora no se ha detenido a ningún sospechoso.

Ayer por la tarde, la periodista montenegrina Olivera Lakić resultó herida de bala en la puerta de su casa de Podgorica.

Es importante recordar que desde 2014, en los Balcanes Occidentales se han registrado tres intentos de asesinato, 103 ataques físicos contra periodistas y 257 amenazas.

El periodista Sloba Georgiev comparó esta situación con la de Eslovaquia, donde las fuertes protestas tras el asesinato del periodista de investigación Ján Kuciak provocaron la dimisión del primer ministro Róbert Fico.

La intensa campaña de calumnias por parte de las autoridades montenegrinas contra cualquiera que exprese opiniones diferentes ha creado el caldo de cultivo para que un asesino salga de las sombras y dispare a nuestra colega de Vijesti.

Los ciudadanos de Montenegro deben reaccionar también, quizás como hicieron los ciudadanos de Eslovaquia.

La Asociación de Periodistas Profesionales de Montenegro (DPNCG) convocó una protesta el 9 de mayo frente al Gobierno, y señaló:

Bezbroj nerazjašnjenih napada, od kojih neki I ubrzo zastarjevaju, kao posljedicu imaju atmosferu gdje sačekuša novinaki ispred zgrade nije ništa neobično iako je već viđeno. Zabrinutost je tim veća jer se ovaj put koristi oružje, što je do sada bio slučaj samo prilikom ubistva Duška Jovanovića…

Innumerables casos de ataques, y entre ellos, algunos que pronto quedarán obsoletos [es decir, las autoridades ya no tendrán la obligación legal de resolverlos], crean un ambiente en el que emboscar a una periodista frente a su casa deja de ser algo inusual, se convierte en un suceso habitual. Este caso nos preocupa aún más porque se utilizó una arma de fuego. La única otra vez que sucedió algo así fue en el asesinato de Duško Jovanović…

Para hablar del ataque y la protesta, los usuarios de medios sociales de Montenegro están utilizando la etiqueta #BezStraha, que significa «sin miedo«.

Cientos de personas, entre periodistas, miembros del partido de la oposición y activistas de la sociedad civil, se unieron a la protesta del 9 de mayo frente al edificio del gobierno. Željko Ivanović, director de Vijesti, dijo que estos delitos no deben sorprender en una sociedad en la que se descalifica a cualquier crítico al Gobierno de Milo Đukanović tachándolo de traidor.

Tuit: Historia gráfica de la protesta cívica por el ataque a la periodista de Vijesti Olivera Lakić. Sin miedo.
Carteles:
– La situación es de emergencia
– Basta de violencia
– Por una vida sin miedo
– La norma no es una bomba por cabeza

En la protesta, Ivanović dijo que este ataque no se hubiera producido si las autoridades hubieran llevado a cabo una investigación adecuada del ataque que sufrió Lakić en 2012. Según él, las instituciones dieron la impresión de haber resuelto la anterior agresión a Olivera Lakić con el arresto de algunos «elementos indeseables del extrarradio», pero nunca identificaron quién ordenó el ataque a la periodista

«Olivera Lakić tiroteada: Alguien tendrá que responder por esto algún día» – Captura de pantalla de una página de la web de Vijesti.

Nikola Marković, jefe de la Comisión Investigadora de Ataques a Periodistas, dijo que ya habían advertido de que un cúmulo de casos sin resolver incita a la impunidad. «Ninguno de los casos de ataques contra ‘Vijesti’ se ha resuelto debidamente» dijo en la manifestación.

Con indignate disparo, a Olivera Lakic le enviaron el mensaje de que deje de escribir
El anuncio del Sindicato de Medios de Montenegro con respecto al ataque a la periodista de Vijesti
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El Sindicato de Medios de Montenegro condena el brutal ataque a nuestra colega Olivera Lakić, periodista de Vijesti, y pregunta a las instituciones relevantes: ¿hasta cuándo los periodistas montenegrinos ?? tendrán que pasar miedo solo porque quieren hacer su trabajo lo mejor que puedan?

Cientos de ciudadanos se reunieron frente al Gobierno de Montenegro para expresar su indignación por el último ataque a nuestra colega Olivera Lakić, periodista del diario Vijesti. Violencia contra periodistas. Libertad de medios. Montenegro.

Varias ONG y ciudadanos también contribuyeron con sus reacciones:

El atentado contra la periodista de Vijesti Olivera Lakić es un ataque a la libertad de expresión y al periodismo de investigación en Montenegro, dijo Aida Perović Ivanović, directora ejecutiva de la ONG Prima.

Algunos ciudadanos también criticaron la poca delicadeza de las declaraciones de algunos funcionarios, que se centraron en el género y no en la naturaleza del ataque.

Estos comentarios sobre un «ataque a una mujer» del ministro Nuhodžić y su equipo son execrables.

Un ser humano, señor ministro, un ser humano sufrió un ataque. Un ataque contra un ser. Un ataque contra una profesión. Un ataque contra la verdad. No un ataque contra un sexo o un género.

Otros criticaron también la asistencia a la protesta, que consideraron demasiado escasa.

En la manifestación, como era de esperar – Montenegro no tiene ciudadanos.

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