Colegialas japonesas usan insignias que advierten a posibles manos largas en trenes: «¡No lo voy a aceptar!»

Chikan poster on train in Osaka

Afiche: «Los manos largas quedan fuera. Absolutanebte fuera. TARJETA ROJA. Librémonos de los manoseadores». El afiche usa dialecto kansái. Imagen del usuario de Wikimedia Kyoww. Dominio público.

Una campaña en Japón dirigida a colegialas les ofrece insignias de alumnio especiales para que los usen mientras vayan en tren para impedir que las manoseen y otras formas de ataque sexual.

El Centro de Actividades de Prevención de Chikan (痴漢抑止活動センター) organiza la campaña, que es la tercera en este año. La palabra japonesa «chikan» se usa para describir el acto de manosear y a los propios «manos largas».

La insignia presenta varios mensajes que recuerdan a los pasajeros que chikan es un delito y que quien usa la insignia no aguantará el ataque sin decir nada.

El objetivo de la «insignia para disuadir a los chikan» muestra que [quien la usa] detesta a los chikan. Es un intento para hacer entender a los posibles chikan que deben parar el acoso y el ataque sexual.

Lamentablemente para las mujeres que van a trabajar en tren, el chikan es algo común. Según Japan Times:

Figures from the Metropolitan Police Department show that 1,750 cases of groping or molestation were reported in 2017, of which 30 percent occurred between 7 and 9 a.m. during the morning rush hour.

More than 50 percent of groping cases occurred on trains, the report says, with a further 20 percent occuring in train stations.

Cifras del Departamento de la Policía Metropolitana muestran que en 2017 se denunciaron 1,750 casos de manoseo o acoso, de los cuales el 30 % ocurrió entre las 7 y 9 a.m. en la hora punta matutina.

Más de la mitad de los casos de manoseo ocurrió en trenes, dice el informe, y un 20 % ocurre en estaciones de tren.

Según los mismos informes policiales, cerca del 30 % de las víctimas de los manos largas son adolescentes. Por lo general, los incidentes de manoseo los sigue la policía según la sección 176 del Código Penal como «indecencia forzosa» (強制わいせつ). Sin embargo, a menudo se informa que es difícil procesar estos casos.

Aunque la policía y las empresas ferroviarias lanzan campañas periódicas dirigidas a parar el manoseo en trenes, el mensaje por lo general está dirigido a ayudar a las mujeres a defenderse o para evitar el manoseo, antes que a cambiar el comportamiento de los hombres. El comentario por lo general trata de determinar qué desencadena ese comportamiento, y también hay una fuerte atención en los medios sobre cómo los hombres pueden evitar o lidiar las acusaciones falsas de manoseo.

«¡No lo voy a tolerar! ¡El ataque sexual es un delito!»

La activista Matsunaga Yayoi, que representa al Centro de Actividades de Prevención de Chikan, dice que la idea de las insignias se le ocurrió a una estudiante de secundaria y su madre, que es amiga de Matsunaga. Luego, en su primer año de secundaria, se encontró con chikan casi a diario cuando iba y venía de la escuela:

その時、加害者の反省が全くなかったことから、
「2度と痴漢にあいたくない!」と考えた彼女は、
「私は泣き寝入りしません。痴漢は犯罪です!」と書いたカードを作り、
身につけて登下校するようになりました。

それ以来、彼女は、痴漢被害にあっていません。

«Los perpetradores no mostraban señales de remordimiento. No quiero volver a pasar por esto nunca más», decidió la chica. Entonces, creó una tarjeta que decía:

«¡No lo voy a tolerar! ¡El ataque sexual es un delito!»

La chica sujetó la tarjeta a su uniforme, y tomó el tren al colegio.

Nunca más le volvió a ocurrir.

En 2015, Matsunaga informó que esta campaña de una sola chica había tenido éxito en medios sociales, y así surgió la idea de crear insignias de aluminio.

Según un artículo de 2016 Japan Times de 2016:

Matsunaga started a crowdfunding project for the badges in November and managed to raise ¥2.12 million in just three months. To make sure the badges would attract young women, she collected 441 design ideas from 178 people and, ultimately, chose five. Matsunaga also established the Osaka-based Chikan Yokushi Katsudo Center (Groping Prevention Activities Center) in January to raise awareness over the issue.

Matsunaga inició un proyecto de financiación colectiva para las insignias en noviembre, y logró reunir ¥2.12 millones [poco más de 19,000 dólares] en solamente tres meses. Para asegurarse de que a las jóvenes les gustaran las insignias, recopiló 441 ideas de diseño de 178 personas y, al final, eligió cinco. Matsunaga también estableció en Osaka el Centro Chikan Yokushi Katsudo (Centro de Actividades de Prevención de Chikan) en enero para dar visibilidad al problema.

La idea detrás de la campaña es fortalecer a las chicas para desafiar el ataque y garantizar que la sociedad vea chikan como algo inaceptable:

[コンセプト]
・痴漢被害にあわない
・加害者が生まれない
・痴漢冤罪被害も起きない

El concepto detrás de las insignias

[Queríamos garantizar]:
-Que a nadie la manosee un chikan
-Que nadie se convierta en chikan
-Que nadie sea acusado falsamente de ser chikan

Inicialmente en 2015, las insignias se ofrecían en venta en internet en tarjk.com por 500 yen (unos 4.50 dólares).

Siguen disponibles en línea, pero como ha aumentado la difusión de la campaña, las insignias se venden ahora en estaciones de trenes y en tiendas populares en estudiantes de secundaria.

Tuit: No importa el largo de nuestra falda, o si estamos usando pantalones –siempre nos encontramos con chikan.

¡Queremos que se deje de lado la idea de ‘debes haber hecho algo para llamar la atención de un chikan!

Texto de la insignia: «¡No lo voy a tolerar! ¡El ataque sexual es un delito!».

«No quiero que otros niños pasen por lo que yo pasé»

Oficialmente, los ataques sexuales, incluido el manoseo, están en descenso. Sin embargo, Matsunaga y el centro cree que simplemente muchos casos no se denuncian, lo que distorsiona los números.

Para Matsunaga y otros activistas, es importante darle a las muchachas herramientas que pueden usar para impedir contacto sexual no deseado en el tren.

Parece que usar las insignias ayuda. En 2016, se encuestó a 70 estudiantes de la secundaria Uruwa, que participó en una campaña para dar a las estudiantes estrategias de proteción de los manos largas, sobre la efectividad de las insignias. Un total de 1.4 % dijo que probablemente no funcionen, un 4.3 % no informó de cambios, 32.9 % dijo que «sentía que la insignia funcionaba» y el 61.4 % dijo que notó una diferencia.

La campaña también ha resonado de otras maneras. En 2016, apenas un año después del lanzamiento del proyecto, Matsunaga publicó en una cuenta de Twitter afiliada con el Centro de Actividades de Prevención de Chikan esta nota:

Nota: «Soy una sobreviviente. Cuando estaba en secundaria, pasé de ir al colegio en bicicleta a tomar el tren. Me quedé realemente asombrada cuando me empezaron a manosear todos los días [en el tren]. No tenía manera de quejarme. Aunque lamento lo que me pasó, solamente espero que menos y menos personas tengan esa experiencia. Sinceramente, ¡espero que más [niñas] puedan protegerse!» -Mari, 39 años.

Tuit: «Mari, gracias por tu nota. También [me tocó un mano larga] cuando era chica y nunca le dije a nadie hasta ahora.

De adulta, he podido tomar acción de alguna manera. No quiero que otros niños pasen por lo que yo pasé».

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