Régimen de Hungría está exportando inestabilidad y propaganda a los Balcanes

Protesta contra la ley dirigida a clausurar la Universidad Centroseuropea y en apoyo de la sociedad civil el 12 de abril de 2017 en Budapest, Hungría. Foto de Open Society Foundations, CC BY-NC-ND.

Una investigación realizada por la televisora independiente  macedonia Nova TV dio a conocer que algunos medios que publicaron propaganda populista de derecha en Macedonia durante el gobierno de VMRO-DPMNE (2006-2017), con apoyo de Rusia, fueron financiados por medio de empresas húngaras.

En un artículo titulado «Orban en acción para rescatar los megáfonos de Gruevski», Borjan Jovanovski, editor de Nova TV, reveló vínculos de dinero y de propiedad entre importantes medios de propaganda macedonios de derecha, como Kurir.mk, Republika.mk y Alfa TV, con Árpád Habony, principal asesor de publicidad del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a quien se ha llamado el «Steve Bannon de Hungría» (N. del T. en referencia al publicista y periodista estadounidenses, exasesor del presidente Donald Trump).

Recientemente, estos medios han estado mostrando anuncios para sitios web de propiedad de la empresa eslovena Ripost Založništvo d.o.o. Algunos anuncios redirigen a RipostMk.com, poco conocido medio de comunicación en macedonio cuyos editores y personal son anónimos. Es propiedad de Ripost, con un administrador de dominio que tiene una dirección de correo electrónico de la consultora húngara netlight.hu.

Captura de pantalla de la portada de Kurir.mk con dos anuncios de sitios de Ripost, y un artículo principal que asocia al primer ministro macedonio Zaev con Grecia en el contexto de la disputa por el nombre.

Con ayuda de colegas eslovenos, los periodistas macedonios obtuvieron datos del registro central esloveno que muestran que Ripost es propiedad del ciudadano húngaro Péter Schatz. En julio de 2017, Schatz es copropietario de Alfa TV de Macedonia, mientras en Eslovenia actúa como representante de un grupo de empresas húngaras, que incluye a Modern Media, financiado en gran parte por el Gobierno húngaro a través de campañas de medios de ‘interés público’. Modern Media ha recibido buena parte de los 40 millones de euros que gastó el Gobierno húngaro en propaganda contra Soros en 2017. (Nota del editor: Global Voices es beneficiario de Open Society Foundations, parte de la red Soros.)

“Orbán needed a mythical enemy which cannot really fight back and #OSF organisations have been consciously demonised,” said Atlatszo editor Tamas Bodoky | #Hungary#orbanland#pressfreedomhttps://t.co/uSlMyTlY3n

— Atlatszo.hu (@Atlatszo) April 20, 2018

“Orbán necesitaba un enemigo mítico que no puede contraatacar y las organizaciones de Open Society Foundation han sido satanizadas conscientemente”, dijo Tamas Bodoky, editor de Atlatszo.

¿Qué sitios han recibido financiación del capital húngaro?

En años recientes, los medios de comunicación macedonios que se benefician de anuncios y propiedad húngaros han estado vinculados con controversias referidas a su propiedad casi siemrpre hermética, la transparencia de sus salas de prensa y fuentes de financiamiento, y falta de adherencia al Código de Periodistas.

Por ejemplo, se suele considerar a Kurir.mk el portavoz no oficial del Centro de Comunicación del expartido gobernante VMRO-DPMNE. La mayoría de los artículos no están firmados y presuntamente sus autores son funcionarios del partido.

En sus primeros años de existencia, Kurir.mk estuvo financiado principalmente con dinero de contribuyentes macedonios, a través de contratos de adquisiciones públicas para “servicios audiovisuales”, como transmisiones en vivo de actividades para instituciones estatales. Estos contratos estaban por debajo del umbral de los 5000 euros, que permite adquisiciones por oferta pública. Los entes y empresas estatales brindaron financiamiento suplementario con la adquisición de anuncios publicitarios.

Según el proyecto de investigación Mediapedia, el propietario original del sitio de noticias Republika.mk era una empresa extranjera registrada en Belice, cuyos proprietarios son desconocidos. La propiedad se infiere por el hecho de que la empresa ficticia se registró con la misma dirección de otras empresas vinculadas con poderosos oligarcas macedonios y personas cercanas al Gobierno. El medio persiguió activamente a activistas y periodistas independientes con artículos difamatorios. El Directorado para Protección de Datos Personales confirmó que Republika.mk hizo uso de datos personales obtenidos ilegalmente por instituciones estatales, y que algunas de las víctimas demandaron al medio en 2016. Los tribunales aún no emiten resoluciones sobre la materia.

Alfa TV fue fundada en 2008 por un hombre de negocios afiliado a la entonces oposición como estación de televisión urbana, y basó su reputación en reportajes profesionales, información cultural y películas de alta calidad. Después de una adquisición hostil en 2013, la estación atrajo a una serie de propietarios nacionales y extranjeros (serbios y húngaros), supuestos apoderados del entonces partido gobernante. La estación cambió su programación al entretenimiento, sobre todo de música turbofolk, y el personal de noticias original fue despedido u obligado a renunciar.

Las quejas contra los medios de comunicación comprenden un porcentaje significativo de las decisiones del Consejo de Ética de Medios de Macedonia, ente independiente de autoregulación de medios que determina infracciones a las normas periodísticas. De 124 quejas presentadas contra 42 medios de comunicación y procesadas entre diciembre de 2014 a octubre de 2016, el 14 % fue sobre Kurir.mk, 6 % sobre Republika.mk y 2 % sobre Alfa TV.

Hungría apunta a organizaciones de la sociedad civil y medios independientes

Entre las reformas democráticas introducidas por el actual gobierno de Macedonia —y reconocidas en los niveles más altos de la Unión Europea — está la prohibición de anuncios gubernamentales en medios nacionales, que fue práctica común durante el mandato del VMRO-DPMNE de derecha. Sin duda, fue la indignación pública por corrupción generalizada de alto nivel, que incluía fraude electoral, que tuvo como resultado un cambio de gobierno en Macedonia en las elecciones de diciembre de 2016 —aunque VMRO-DPME retrasó la transferencia de poder durante casi medio año, lo que llevó al país al borde de la guerra civil en abril de 2017 con un ataque cruento al Parlamento. Pero el apoyo popular, la determinación de la entonces oposición y el proceso político liderado por la Unión Europea prevaleció y puso fin a la larga crisis política antes de que llegara demasiado lejos.

Los húngaros pueden no tener tanta suerte en el corto plazo. El partido Fidesz del primer ministo Orbán usó el poder del Estado y el capital acumulado por medio de sus amigos para ganar las elecciones parlamentarias en abril de 2018, y ha empezado a implementar su prometida ‘venganza’ contra todos los que apoyaron diferentes opiniones a la suya. Como VMRO-DPMNE, con el que tiene antiguos vínculos, Fidesz ha borrado la separación entre partido y Estado, ha dominado las instituciones y recursos estatales a los intereses del partido y fomentado una atmósfera de temor con polarización y nacionalismo como armas claves de propaganda.

En Macedonia, esa estrategia incluyó campañas contra refugiados, la prensa libre y “Occidente”, organizaciones de la sociedad civil y el filántropo húngaro-estadounidense George Soros, cuyo nombre ha reemplazado al de «Rothschild» como símbolo de la tácita ‘amenaza judía’ en el mundo del discurso de odio antisemita y teorías de la conspiración contra Occidente.

En Hungría, los primeros blancos de Fidesz han sido Open Society Foundations de Soros y la Universidad Centroeuropea, con los pocos medios libres que quedan y el Poder Judicial en segundo y tercer lugar.

Junto al apoyo convencional del filántropo, desde 1986, Open Society Foundations ha invertido más de 400 millones de dólares en la reconstrucción de la democracia en Hungría durante y desda la caída del régumen comunista. Recientemente anunciaron que Open Society Foundations trasladaría sus oficinas de Budapest a Berlín, antes de la aplicación de las leyes para “detener a Soros” de la “supermayoría” parlamentaria del partido Fidesz.

De manera similar a Rusia en 2012, las nuevas regulaciones imponen fuertes tributos a organizaciones de la sociedad civil, que reciben financiamiento extranjero y legalizan diversas clases de acoso con el fin de afectar su trabajo diario.

La Unión Europea ha iniciado acción legal para investigar y abordar el desgaste de la democracia desde dentro de su estado miembro Hungría. Con anterioridad, esos esfuerzos se vieron detenidos por maniobras políticas del Partido Popular Europeo de derecha, pero los partidos europeos de centro derecha se están volviendo más abiertos sobre la necesidad de limitar el poder de las fuerzas populistas.

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