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“Los encontraremos y los colgaremos”: Amenazan a blogueros rusos por difusión de información privada de cosacos defensores del Gobierno

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Activismo digital, Medios ciudadanos, Protesta, RuNet Echo, GV Advox

Ataque de cosacos en manifestación pacífica: imagen de la película «Doctor Zhivago» // Captura de pantalla de Frederick Young, Wikicommons [1]

El 5 de mayo de 2018, cuando los manifestantes se reunieron en Moscú, para protestar contra el presidente ruso Vladimir Putin con el grito unificado “no es un zar para nosotros [2]«, se enfrentaron no solo con la policía antidisturbios sino también con cosacos  [3]vestidos con uniformes tradicionales [4] y uniformes de camuflaje.

En una escena que podría haber sido sacada de la película Doctor Zhivago, los cosacos golpeaban a los manifestantes con sus nagaika (látigos de cuero endurecido). El grupo estaba completamente protegido por la policía antidisturbios rusa OMON (Otryad Mobilny Osobogo Naznacheniya o ‘Escuadrón Policial para Propósitos Especiales’, en ruso).

Tradicionalmente, los cosacos son una fuerza paramilitar de frontera rusa, que eñ Estado ruso considera ahora un grupo étnico, y han vigilado las vastas fronteras de Rusia en varios momentos a lo largo de la historia a cambio de relativa independencia bajo el gobierno zarista. A principios del siglo XX, ayudaron al Estado a dispersar protestas contra el Gobierno y también fueron perseguidos por Iósif Stalin [5]. Hoy operan en algunas ciudades rusas como policías auxiliares, y a veces causan controversia por atacar [6] a los activistas con impunidad.

La autoridad de los cosacos en relación con el Estado es variada, pues no tienen una estructura organizativa unificada. Los cosacos pueden trabajar en coordinación directa con la policía u otros actores estatales o pueden asumir la autoridad policial. En este caso, el grupo en cuestión brindará seguridad [7] durante la Copa Mundial 2018 en Rusia. En otros casos, pueden actuar en su propio interés.

Los recientes ataques fueron capturados en video, y los activistas rusos han estado usando las imágenes para establecer las identidades de los cosacos. Hasta han usado colaboración colectiva y creado un canal de Telegram [8], «Base de datos de provocadores, rompehuelgas y mercenarios». Ahora, presuntamente estos activistas también habrían sido víctimas de difusión de información privada, lo que se conoce como doxing, y de amenzas.

Como sugiere el nombre del canal Telegram, los cosacos en cuestión serían parte del Batallón Central de Cosacos, organización financiada por la oficina del alcalde de Moscú [9] y entrenada para dispersar las protestas.

El canal de Telegram, que se inició al día siguiente de las protestas de «No es un zar para nosotros», se puso inmediatamente a trabajar para descubrir las identidades exactas de los cosacos en cuestión. Los autores del canal aceptan envíos del público y, después de revisar la evidencia, como coincidencia de insignias y caras con imágenes en los perfiles públicos de las redes sociales, verifican la información y publican lo que consideran acreditado.

Con este método de colaboración colectiva, pudieron identificar a varios cosacos del Batallón Central de Cosacos. Aunque a un cosaco lo multaron con un monto bajo [10] después de la indignación pública, el Batallón Central de Cosacos niega que sus miembros estuvieran involucrados oficialmente, y señalan que unos pocos estaban presente; y sugieren que los otros eran matones disfrazados de cosacos. Según los informes, estos fueron azotados [11] por sus camaradas por su participación «no autorizada» en las peleas callejeras.

Las comunidades cosacas están históricamente concentradas en las regiones del sur de Rusia, Siberia y el Lejano Oriente, pero han surgido algunas más nuevas en el centro de Rusia. Los cosacos se han quejado de «impostores» que visten sus uniformes tradicionales e insignias para operar como matones contratados que generalmente la policía ignora.

Mientras que las autoridades cosacas intentaron distanciarse de las acciones de algunos de sus miembros, los autores del canalde  Telegram informan que están recibiendo amenazas de muerte. También informan sobre intentos de ataques a sus dispositivos y cuentas. Los autores del canal de Telegram llevaron su historia al canal de YouTube de Alexey Navalny, destacado activista y bloguero contra la corrupción.

Dozhd, compañía de medios independiente a menudo vinculada a figuras de la oposición, transcribió [12]:

>Все началось с каких-то попыток взломать телеграм-бот, затем посыпались вполне реальные угрозы: „Мы вас найдем и повесим“, „Мы вас убьем“. Потом в сети появилась масса дезинформации, вымышленные факты из нашей биографии. Мне, например, приписали частный самолет, квартиру в Нью-Йорке и двойное гражданство…Помимо сообщений и звонков с угрозами сегодня наши администраторы столкнулись с проблемами технического характера, на наши устройства идет скоординированная вирусная атака.

Todo comenzó con algunos intentos de atacar el bot de Telegram, y luego empezaron a aparecer amenazas muy reales: «Te buscaremos y te colgaremos», «Te mataremos». Más tarde, en internet, apareció un montón de desinformación, hechos inventados sobre nuestras vidas. Por ejemplo, dijeron que tengo un avión privado, un apartamento en Nueva York y doble ciudadanía… Además de los mensajes y las llamadas con amenazas, nuestros administradores se encontraron hoy con algunos problemas técnicos y nuestros dispositivos están sometidos a un ataque de virus coordinado.

Las amenazas surgen cuando los autoproclamados cosacos declaran la guerra [13] a los autores del canal Telegram. Se han abierto numerosos grupos en las redes sociales rusas con el objetivo de replicar el método de colaboración colectiva de los activistas para exponer información sobre los que iniciaron la «Base de datos» en el canal Telegram. Muchos usan el lema «Buscados: Enemigos del pueblo».

Como informa el periódico Nezavisimaya Gazeta, estos grupos contienen comentarios incendiarios como: «¿Qué nos impide asesinar a sangre fría a los organizadores de este recurso?» y «¿Por qué no les dispararon?».

Alexandr Plyushev, periodista de la radio independiente Echo of Moscow, ve esto como la última manifestación de guerras con doxing [14] entre los partidarios del Gobierno y los activistas de la oposición. Plyushev calificó la apariencia del canal «Base de datos» como muy atrasada, y dijo:

Странно, что подобное появилось только сейчас, поскольку против оппозиционеров эти технологии применялись уже давно, как точечно – против отдельных лидеров, так и скопом. Широко известен сайт Je Suis Maidan, который уже почти год деанонимизирует участников митингов и прямо им угрожает. С очередными предупреждениями выступил он и перед 5 мая. Еще раньше похожей деятельностью занимался сайт Whoiswhos (сейчас не работает), который специализировался на оппозиционных блогерах. Именно с его работой связывали серию нападений на рядовых оппозиционеров в Санкт-Петербурге весной 2016 года.

Es extraño que recién hayan aparecido estas cosas, ya que esta tecnología se ha utilizado durante mucho tiempo contra los activistas de la oposición, contra líderes específicos y contra multitudes. El sitio Je Suis Maidan es bien conocido, y durante casi un año ha estado desanonimizando a los participantes en las manifestaciones y amenazándolos directamente. Tenía otra advertencia justo antes del 5 de mayo. Incluso antes, el sitio Whoiswhos (ahora desaparecido) hizo algo similar, y se centró en los blogueros de la oposición. Una serie de ataques a activistas de base en San Petersburgo en marzo de 2016 estuvo relacionada con el trabajo del sitio.

Plyushev teme que estas escaladas continuas sean un aviso de otra guerra civil en Rusia.

Los internautas también señalaron la discrepancia entre una fuerza paramilitar arcaica que dispersa violentamente una protesta pacífica y las promesas futuristas del alcalde de Moscú:

Sergey Sobyanin [alcalde de Moscú]: «Moscú es una megalópolis moderna a la par de las principales capitales del mundo y está desarrollando activamaente su potencial humano».

Realidad: en una plaza central de la ciudad, los cosacos, apoyados por la policía antidisturbios, están azotando el «potencial humano» con látigos de cuero.

El canal de «Base de datos» está decidido a permanecer vigilante a cualquier acción con los cosacos presentes. Los autores han comenzado una página de Facebook [17] para garantizar que la información descubierta se emita más allá de Telegram.